De la calle a un hogar. Adoptar gatos callejeros

Aunque siempre decimos que el decidir tener un animal tiene que ser un acto meditado y evaluado, dedicándole el tiempo que consideremos preciso. Es verdad que hay momentos en los que no hay tiempo para hacerlo. Esto suele pasar cuando vemos un animal en pésimas condiciones abandonado o en la calle.

Supongo que, al igual que me pasó a mí, todas o casi todas las personas que conoces que tiene gatos  fue de la misma manera. Gatos pequeños hambrientos y/o enfermos que necesitan ayuda. Nos auto engañamos diciendo que solo serán unos días, hasta que mejore, pero luego nos tocan tanto el corazón que no nos podemos desprender de ellos.

Aun así, no podemos olvidar que es un animal que aún no ha estado doméstico. Por lo cual si lo metemos en casa o intentamos coger nunca sabremos la reacción que pueda tener. Para ello os damos algunos consejos para poder intervenir lo mejor posible desde el primer momento con el animal.

 Primordial, no agobiar

Nunca olvides que un animal estresado o agobiado es un animal peligroso, pues nunca sabemos por dónde puede salir y menos aún si no lo conocemos ni nos conoce. Cuando hablamos de gatos grandes es importante no obligarle ni cogerlo y llevárnoslo. Sino darle la opción de seguirnos y meterse en casa.

Lo primero que tenemos que darle es espacio y libertad para que vea y examine la casa, pues son muy curiosos. Es importante hablarles poco y con voz calmada. Puedes guiarle con algo de comida para darle confianza. Al menos el primer día debe ser el gato quien elija el sitio o rincón donde dormir, esto le hará estar seguro. Ponle una cojín o cama, agua y comida y a una distancia conveniente, una caja de arena. Déjalo tranquilo que se adapte.

Ten paciencia, dales tiempo

Es posible que los animales tarden en coger confianza y se escondan debajo de muebles, por ejemplo. Esto no te tiene que preocupar, están asustados, solo debemos esperar a que se calmen. La forma de conseguir que se relajen es hablarles y ofrecerle comida. Intenta aun así no insistirles mucho, dales espacio.

No hay que olvidar que son animales de la calle, no sabemos que enfermedades pueden tener ni si necesitan algún tipo de ayuda. Lo recomendable es llevarlos nada más cogerlos a un veterinario y que valore, ya que puede contagiarnos o a otros animales.