El peligro de cruzar perros y lobos

La frontera entre perros y lobos puede ser en ocasiones muy tenue. No hay una postura clara y unitaria que diferencie entre qué es un perro puro y qué es un híbrido entre perro y lobo. De hecho incluso estudiosos de los animales clasifican al perro como una subespecie de lobo gris.

Si hay unas personas que se trabajan a diario con estos animales son los miembros de las protectoras a dónde van a parar muchos de estos ejemplares en los EEUU. Ellos afirman que los genes del lobo están presentes en los perros aunque se crucen luego con otros canes, hasta llegar a la quinta generación.

wolf

Aunque en España no es muy habitual encontrar a este tipo de animales en otros países los cruces entre perros y lobos son más habituales, incluso se potencian por parte de algunos criadores que buscan animales que representen la belleza de lo salvaje y la docilidad del animal doméstico.

Un animal con un difícil equilibrio

Sin embargo nada más lejos de la realidad. Un híbrido de estas características suele presentar conflictos entre su parte de lobo y su parte de perro que llevan a desequilibrar su carácter. No me cabe duda de que habrá muchas discrepancias en este punto y que mucha gente puede decir que ellos conocieron a uno de estos animales y era una maravilla.

Pero lo cierto es que los estudios más serios desconfían de que estas especies puedan cruzarse sin gran riesgo de desequilibrios psicológicos en el animal resultante. Expertos en perros tan famosos como Cesar Millán han advertido muchas veces sobre los peligros de esta moda, que crea individuos que sufren continuas luchas entre su instinto más salvaje y su lado casero.

Una moda peligrosa e innecesaria

Es necesario ser una persona con mucha experiencia en el comportamiento de este tipo de cruces para poder convivir con uno y educarlo correctamente para evitar que sufra desequilibrios que puedan llevarlo incluso a lastimar a personas o a otros animales.

Crear este tipo de híbridos no es en definitiva más que otra moda que puede ser peligrosa si esos animales acaban en malas manos, tanto para los propios animales como para su entorno. Nada bueno se saca de este tipo de cruces que es mejor evitar siempre que sea posible.

La mejor prueba de que no se trata de algo inofensivo es que en algunos estados de los Estados Unidos, dónde ha nacido esta moda, ya se prohíbe realizar estos cruces, comerciar con ellos e incluso tenerlos como mascotas.