Perros en casa con jardín

Muchas personas cuando deciden tener una mascota, tienen en cuenta el espacio que tienen ya que animales grandes en pisos de 60 metros tienen el movimiento bastante limitado, por lo que muchas personas solo tendrían perro sí tuvieran una casa con jardín donde el cánido pudiera correr. Está reflexión es adecuada y totalmente respetable, pero también es cierto que las personas que tienen un terreno alrededor de la casa se olvidan de un aspecto muy importante y es que también deben de salir a pasear.

El jardín es estupendo, es un lugar donde podemos dejar correr libremente a nuestro perro y donde no tendremos que preocuparnos de que hora es para sacarle hacer sus cosas. Pero también es cierto que es un jaula de oro, el perro en el jardín los primeros días estará encantado porque tendrá muchas cosas que explorar pero luego se cansará y empezará la frustración.

Independientemente que vivamos en un piso, chalet, o casa con un jardín enorme es necesario sacar a nuestro perro a pasear como mínimo una hora al día, para que pueda oler árboles distintos, ver perros, personas y sobre todo hacer ejercicio y crear un vínculo con nosotros. Recordad que es el vínculo entre mascota y persona se crea en el paseo a través de la correa que es el instrumento a través del cual nos comunicamos con nuestra mascota.

En el interior de nuestro jardín o patio podemos hacerle el ambiente más interesante para que no se aburra, en función de la raza de perro que tengamos podemos hacer unas cosas u otras pero voy a poner ejemplos para que luego les uséis o os den ideas para que se os ocurran otros.

Lo primero que podemos hacer es esconder golosinas en diferentes lugares, para mejorar el olfato de nuestro perro y se acostumbre a buscar y que el alimento suponga un esfuerzo al mismo tiempo que una recompensa. Tened en cuenta que los perros interaccionan con lo que les rodea a través del olfato principalmente. Otra actividad que puede ir en el línea del anterior es coger ropa de los diferentes miembros de la familia y esconderla en diferentes lugares para que lo busque, estaremos trabando el vínculo con las personas que integran la unidad familiar además de trabajarlo el olfato.

Otra opción que podemos usar es colocarlo juguetes de diferentes tipos, no dárselos todos a la vez sino que irseles cambiando cada vez que el perro caiga en la monotonía.

El líder de la manada I

Cuando decidimos llevar a un perro a casa es necesario establecer una serie de normas y realizar una serie de acciones para que tenga claro que la familia de ese hogar forma una manada y que él es el último miembro de la manada y debe actuar en consonancia a ese rol.

En muchas ocasiones se cometen errores porque tendemos a humanizar a nuestro cachorro, pensamos que porque tenga un hogar, un alimento cinco estrellas, ropita para que no pase frío y le tratemos como si fuera nuestro bebe ese perro va a ser más feliz y es una gran equivocación, estamos creando un perro que esta desequilibrado por dentro.

derechoanimal.es

Para evitar esto es necesario que desde el primer día le dejemos claro que es el último y como lo hacemos, primero hay que tener una serie de nociones básicas. Un principio básico es que un perro es feliz cuando hace ejercicio, tiene límites y tiene cariño. En este orden, algo que muchas personas se equivocan porque lo hacen en orden inverso. Hay gente que considera que porque su perro baje a la calle haga sus “cosas” y suba a casa ya esta todo arreglado, por muy pequeño que sea esa raza tiene unas necesidades físicas a las que debemos dar respuesta porque sino tendremos un perro frustrado, el cual se dedicará hacer cosas poco adecuadas en casa. Hemos establecido la obediencia esta también es importante y desde el primer día, hay que evitar que suba al sofá, a la cama, que muerda la alfombra… Esas cosas que hacen los cachorros y que si no modificamos también lo harán de adulto. No vale pensar es “que es tan majo” ” como le voy a regañar” frases típicas que pueden ir en nuestra contra porque cuando son adultos es más complicado cambiar. Y por último el cariño, y este no hace referencia a comprarle ropa, darle el mejor alimento, o que tenga una habitación para el solo, significa pasar tiempo con nuestro perro crear un vínculo, jugar con él, en definitiva dedicarle tiempo y atención.

Otro aspecto a tener en cuenta en la relación con nuestro perro es como le damos las órdenes, están deben ser firmes y tranquilas, no por gritar más nuestro perro nos va hacer más caso, posiblemente nos ignore porque lo que lee estamos transmitiendo es que estamos histéricos. Hay que tener claro que los perros funcionan de forma diferente a los humanos, es decir a nosotros nos llega la información principalmente por los ojos y por los oídos a ellos les llega primero por el olfato, luego por los ojos y por último por los oídos, por lo que nuestro lenguaje corporal va a tener una gran importancia.

Líder de la manada II

En el anterior artículo dí las primeras pinceladas sobre la importancia de tener un perro equilibrado y la necesidad de que nosotros seamos los líderes. A continuación voy a seguir detallando aspectos que debemos tener en cuenta para nuestro perro nos vea como el alfa en casa y el sea un seguidor y lo tenga claro.  Finalice la primera parte estableciendo el orden de llegada de la información al perro, primero olfato, vista y por último el oído, partiendo de esta estructura vamos a establece que siempre nuestro perro va a saber como nos encontramos por lo que el percibe, es decir si estamos tristes el lo va a saber a través del olfato y de la vista si estamos alegres iguales, por eso es necesario que el nos vea como personas fuertes que tenemos claro en cada momento lo que vamos hacer y como lo vamos hacer.

Otro aspecto es el tema de la vista nuestras acciones también le van a dar información por ejemplo cuando llegamos a casa nuestro perro se pone a saltar, se nos sube encima, esto hay que evitarlo porque es una forma de dominancia y de sobre excitación, para prevenirlo lo que vamos hacer es no prestarle atención cuando traspasamos el umbral de nuestra casa, es complicado pero necesario, en el momento que le veamos relajado es cuando debemos saludar a nuestro cánido si vuelve a saltar pararemos inmediatamente para no reforzar ese comportamiento.

Otro aspecto a tener en cuenta es cuando salimos de paseo, el perro nunca debe salir primero, debemos ser nosotros quien salgamos primero es una forma de transmitirle vamos a la calle pero yo dirijo el paseo. En el transcurso de este siempre debe ir al lado o por detrás. En una manada de lobos nunca veremos a ningún lobo superar al líder este siempre va por delante y es el que decide hacia donde va la manada, con el perro debe ser exactamente igual, el querrá parar y que olisquear nosotros decidiremos los momentos. También habrá momentos que podrá ir delante porque le dejemos  retozar en el césped o ir más relajado esos momentos serán los que nosotros decidamos nunca cuando el quiera.

Otro momento  para establecer nuestro liderazgo es la hora de la comida, el nunca comerá al mismo tiempo que nosotros ni pedirá comida mientras estemos comiendo. Una vez que hayamos finalizado procederemos a servirle la comida, cogeremos el cuenco y nunca lo pondremos a su disposición cuando este excitado, sino cuando se muestre relajado, nosotros también marcamos ese momento.