Un miembro más en la familia

A veces nuestros pequeños de la casa, los no tan pequeños o nosotros mismos decidimos ampliar el número de nuestra familia acogiendo una mascota. En ocasiones, son pájaros, peces, tortugas y otros tantos más.

En este caso, decidimos optar por un perro, pero antes que nada empezamos a documentarnos sobre razas, tamaños compatibles con nuestra vivienda, tipos de pelaje, importancia en nuestras actividades laborales o de ocio, formas de vida y alimentación.

 Para cada circunstancia, un perro

Razas: existen multitud de razas tales como el pastor alemán, caniche, dachshund (perro salchicha), labrador, chihuahua, rottweiler, boxer, bulldog, galgo o schnauzer, entre otros muchos.

Tamaños: según nuestra vivienda, deberemos de tener muy en cuenta el tamaño del perro, pasando desde el tamaño reducido de un pinche argentino a el gigantesco tamaño de un gran danés o un san bernardo.

Tipos de pelaje: todas las razas se diferencian por sus pelajes, entre otras cosas encontrándonos desde el pelo corto de un chihuahua, al rizado del pastor andaluz, el ondulado de un cocker o el tupido pelo del caniche. Será muy importante y a tener en cuenta este apartado, puesto que según el pelo tendrá un mantenimiento y un cuidado diferente: cepillado,secado y lavado.

Influirá en nuestra vida

Importancia en nuestras actividades: Algunas de las razas nos pueden ser muy útiles en nuestras vidas ya sean laborales o a nivel de ocio. En el ámbito laboral, se necesitan desde pastores alemanes para tareas de rescate o a nivel de ocio: galgos para carreras o caniche para la caza.

Formas de vida y alimentación: cada raza tiene una forma de vida, unos más frioleros, otros menos; más activos, más tranquilos… y todo ello es importante ante la posibilidad de niños en casa. La facilidad de paseo por ellos mismos a nuestras mascotas.

No es una decisión fácil

Todo ello, debe de ser decisivo a la hora de tomar la decisión de una u otra raza, ya que luego crecen y se les hacen pequeñas nuestras casas. Se hacen fuertes y grandes dificultando en algunas ocasiones que toda la familia pueda pasearlos con total normalidad, o simplemente a la hora de cogerlos, darles de comer, lavarlos e incluso jugar con ellos.

Siempre se les ha de hacer saber, que el dueño manda sobre ellos, que se les debe de educar bien pensando en que a veces sean nuestros pequeñines los que les den de comer, laven o incluso saquen a pasear.

¡Amigos! decidan muy bien la raza que van a elegir. Es algo importante que les va a condicionar a ustedes y también al animal. Evitemos el abandono, la pérdida por descuido y hagamos de esa elección un miembro más de la familia.

¡Recordad que ellos nunca lo harían!