Cada tipo de perro tiene unas características determinadas que lo hacen más adecuado para un tipo de vida u otra. Así como hay perros que se adaptan perfectamente a apartamentos muy reducidos otros necesitan de campo y libertad.
Antes de escoger un perro para una finca debes de tener en cuenta que esta debe de estar cerrada. Es impensable tener un animal atado todo el día o recluido en una pequeña perrera. Asegúrate de que el cierre tiene altura suficiente para que el animal no la salte. Muchos machos en época de celo tienden a saltar a la búsqueda de hembras. Otros lo hacen por simple diversión incluso castrados.
Aspectos a tener en cuenta
Hay que pensar en si el perro se puede adaptar bien a vivir a la intemperie independientemente de que tenga una caseta para dormir o refugios dónde guarecerse. ¿Es un animal demasiado friolero? ¿Tiene un pelo que se ensucia y enreda con demasiada facilidad?
Otro tema importante es si se va a vivir todo el año en la finca o si es una segunda vivienda a la que se acude en vacaciones y los fines de semana. En este caso lo más recomendable suele ser tener dos animales para que no acusen demasiado la soledad. Pero no olvides que el contacto humano es importante, es importante visitarlo todas las semanas y si es posible enviar a alguna persona de confianza a que los atienda alguna vez entre semana.
También importa si hay otros animales en la finca, como gallinas, ovejas o caballos que puedan estar en contacto con el perro. Hay determinadas razas que son más propensas a matar a las gallinas o a atacar a las ovejas y siempre es mejor adaptarlos desde cachorros.
Por último recuerda que el perro no es para vigilar la finca aunque pueda alejar a intrusos. Para eso mejor pon una alarma, el animal es una mascota que se debe de educar para vivir con los seres humanos y que educar a un perro para ser agresivo solo puede traer problemas.
Razas más apropiadas para las fincas
Cuándo se habla de razas es una forma de poder determinar unas características determinadas, pero cualquier animal cruzado que se adapte a las necesidades de la finca será igualmente adecuado. Lo importante en el campo no es el pedigrí, sino el carácter y las características del perro.
Los boxer, los pastores alemanes, los labradores o los pastores belgas suelen ser animales que se adaptan muy bien a la vida en el campo. Pero un perro en una finca no es un perro salvaje, no olvides que deberás de bañarlo, cepillarlo y tener al día sus correspondientes vacunas.