Cuando llega un conejo a nuestro hogar

Cuando decidimos llevar a nuestra casa a un conejo lo primero que tenemos que tener en cuenta para que se adapte a su nuevo hogar es el respeto a este ser vivo peludo de cuatro patas. Para él, es todo nuevo, los olores, los ruidos, las personas que hay a su alrededor… en definitiva todo es diferente y eso requiere una adaptación a su nuevo hogar.

Los primeros días, que esta en nuestra casa es necesario actuar como si el conejo no estuviera, se le dejará tranquilo en su jaula unos dos o tres días. En el transcurso de esos días, hay que dejarlo a su aire, sin prestarle mayor atención. Debemos evitar la tentación de achucharlo o acercarnos con mucho ímpetu. Todas estas precauciones las llevaremos a cabo solo con el fin de evitar que se estrese. Los roedores en general, y particularmente los conejos son muy sensibles, debemos saber que son animales de presa, por lo que su instinto más primario es el de huída, lo que hace que sean muy asustadizos y siempre estén alerta.  Todas estas actuaciones se realizan para conseguir que nuestro roedor sienta su jaula como su casa, como un lugar seguro y tranquilo donde puede observar todo lo que sucede fuera e ir adaptándose poco a poco a las personas, ruidos, olores y a sobre todo sentir su jaula como un lugar seguro donde  no le van a poder hacer daño.

Al tercer día le abriremos la jaula y dejaremos que salga, pero que lo haga cuando le apetezca, sin forzar la situación, él lo hará cuando se sienta preparado para hacerlo. Nos acercaremos despacio y tranquilamente. Cuando estemos a unos metros de él nos agacharemos y le extenderemos las manos para que nos las huela y se vaya adaptando a nosotros. El acercamiento será más fácil si le llevamos una golosina (como por ejemplo un trozo de pimiento, zanahoria, fresa…). Durante todo este proceso le hablaremos despacio para lograr ganarnos su confianza y que nuestra mascota nos vea como un nuevo compañero/a de juegos y alguien en quien confiar. Si deseamos cogerle, lo haremos con suavidad, no le forzaremos ya que la próxima vez que queramos cogerle para darle mimos o para meterlo de nuevo en la jaula nos los pondrá difícil. Cuando le dejemos salir, vamos a permitirle que se de sus paseos libremente y que investigue todo lo que quiera, le observaremos sin que él sienta que somos una amenaza y para ello, haremos algo que hemos comentado anteriormente y es hablar con un tono suave y cariñoso  para que siga cogiendo confianza con nosotros. Algo muy útil, para lograr un vínculo con nuestro conejo es darle comida cada vez que se acerque a nosotros/as.