Cuando un animal está a gusto con su dueño, se nota, se siente. Pero no siempre se da el caso, a veces los amos no están totalmente satisfechos con sus mascotas porque no obedecen, porque no se han adaptado bien a ellos, porque no han conectado bien desde el principio…
Pero no siempre ocurre así, en ocasiones ocurre todo lo contrario. A pesar de los esfuerzos, el animal no se acaba de sentir cómodo con sus dueños. A veces es porque no se les ofrece la atención que necesitan, porque no se cubren sus necesidades… y no acaban de encontrar su lugar. Es verdad que eso suele ocurrir en la minoría de los casos.