Animaterapia

Todos sabemos las ventajas que obtenemos a tener a nuestro lado una mascota. Nos hacen compañía, nos animan, nos hacen ser más responsables… Incluso nos activan, nos hacen caminar, pasear, jugar, en definitiva, nos hacen sentir bien.

No era de extrañar que a alguien se le ocurriera la idea de que los animales fueran parte de ayuda para terapias. Solo con su cariño y ternura son capaces de curar más que la mejor de las medicinas. Y no solo los animales más comunes, existen terapia con toda clase de animales menos comunes en nuestras vidas.

Nadar entre delfines

Ya solo el titulo nos trasmite serenidad y tranquilidad. Y esto es lo que se busca con este tipo de terapias. En España se centran en personas con algún tipo de desorden físico o mental, pacientes que padecen síndrome de Down, autismo o algún tipo de parálisis mental.

En este caso, aparte de lo obvio de las ventajas de interactuar con un animal y agua. Se une a esta actividad en la utilización de las emisiones acústicas de los delfines. Las hay de dos tipos: Las que no son sensitivas al oído humano, que se sienten como hondas llegan al cerebro a través  de la piel, por las terminaciones nerviosas, hasta llegar que al cerebro. Y  los sonidos que si son captados  por nuestro sistema acústico.

Estas terapias se utilizan para activar partes del cerebro que están dormidas. Así poder llegar a equilibrar cada uno de los hemisferios.

El trote de los caballos

Estos cuadrúpedos son animales que se caracterizan por su gran dignidad, nunca se achantaran para ganarse tu afecto, tienes que ser tu quien se gane su confianza. Su gran tamaño, majestuosidad  y esta personalidad tan reservada les hace unos animales adecuados para personas con problemas sociópatas: Personas que pierden la noción y la importancia de las normas y leyes sociales y derechos individuales.

Por otro lado, son de gran ayuda para personas que necesitan rehabilitar sus capacidades motoras. Su trote y movimiento consuelan problemas de espalda y ayudan a evitar el dolor. A parte del sentimiento que da el movimiento del caballo al andar en el cuerpo.

Un día en una granja

Cuando decimos a una persona “gallina”, no es por decir. Estos animales de granja son temerosos, desconfiados y siempre están alerta. La terapia consiste en conseguir tranquilizar a este tipo de aves. Así podremos llegar a tranquilizarnos a nosotros mismo, aprendiendo los métodos y pudiendo controlar nuestros miedos.

Estas terapias suelen ser ventajosas para personas tímidas, retraídas y con algún tipo de ansiedad.

Definitivamente, los animales nos dan mucho más que nosotros a ellos.