Lechos higiénicos para gatos II

Estos dos tipos de arena son las más novedosas del mercado. Aunque en algunos casos llevan ya más de diez años a la venta no son las arenas más populares pero ofrecen muchas ventajas que es conveniente conocer.

Lecho de sílice: se trata de unas perlitas blancas que se impregnan con la orina, aumentando su tamaño.  Son muy prácticas cuando se tienen uno o dos gatos, ya que aunque es una arena muy cara dura muchísimo tiempo, lo cual hace que se rentabilice. Es muy fácil retirar las deyecciones y también se puede usar una pala para retirar las perlas muy amarillas. Si hay muchos gatos es posible que forme charcos.

Lecho vegetal ecológico: Es quizás lo más novedoso del mercado, ya que aunque existía anteriormente se han introducido nuevas marcas que han perfeccionado mucho este tipo de lechos. Se trata de derivados de madera en forma de granos de mayor o menor tamaño según la marca y el tipo de gatos al que va dirigido. Su principal ventaja es que se puede desechar por el inodoro ya que es totalmente biodegradable.

Si el grano es fino algunos gatos pueden llevar esta arena por toda la casa haciendo que sea muy sucia, por lo que  es recomendable adquirir la de grano grande, para gatos con pelo largo, aunque el pelaje sea corto. De este modo se previene esa incomodidad.

Y para los más sibaritas de todos

Pero si tu gato es de los que tuercen el hocico ante todas las arenas y no acepta manchar sus patitas escarbando en una bandeja porque él tiene demasiado estilo y clase para eso, entonces solo te queda una opción. Enseña a tu gato a utilizar el WC. Es posible si le pones paciencia y evidentemente si el interesado tiene ganas de aprender.

Existen en el mercado unos originales asientos para baño compuestos por varios círculos concéntricos. Para comenzar sitúas el asiento sobre el baño y le pones al gato su arena habitual. Cuando consigas que el gato asocie el nuevo lugar y haga allí sus necesidades retiras el círculo central dejando un agujero en medio del asiento.

Debes de esperar varios días, incluso más de una semana entre fase y fase, pero poco a poco irás retirando los diferentes círculos hasta que ya no quede sitio para la arena. Entonces el animal ya estará habituado al retrete y lo usará con naturalidad no necesitando ningún engaño para acudir