Algunas veces, cuando adquirimos un perrito, no sabemos qué cuidados son los que exactamente necesita para que esté sano y no contraiga ningún tipo de enfermedad. Lo mejor en estos casos es que lo consultemos en primer lugar en el establecimiento que lo hayamos comprado.
Si somos algo despistados y se nos ha pasado por alto el preguntarlo, la mejor opción es un veterinario, ya que éste tiene los conocimientos necesarios para cuidar y tratar a nuestro animalito.
Es muy importante vacunar a nuestra mascota, por ello deberemos seguir a rajatabla un calendario de vacunas obligatorias y aconsejables para que nuestro perrito este perfectamente y no tengamos ningún susto al respecto.
¡Bienvenido a casa!
Si el perrito que hemos comprado es un cachorro, es importante saber que no podremos sacarlo de casa hasta que esté vacunado, ya que en ese momento es muy vulnerable a todas las bacterias del ambiente y también a los que puedan tener los perros con los que se encuentre en su paseo.
Antes de sacarlo a pasear o al parque, es importante que tenga algún contacto con el exterior, pero siempre con precaución. Lo podemos llevar a la calle en brazos por ejemplo, para que conozca el entorno pero no esté expuesto directamente a él.
Lo más normas es que el cachorro llegue a su nuevo hogar cuando ya tenga 7 u 8 semanas. Por esas razón, ya debería tener puesta la primera vacuna, llamada la Triple. Si quieres asegurarte que la tiene puesta, pregunta en el establecimiento donde lo has comprado y te darán una cartilla en la que consta el día que se le ha puesto la vacuna y el nombre de la misma.
Las siguientes vacunas
Después de la primera, suele venir la segunda, más tarde la tercera, y así, sucesivamente. La segunda vacuna, tendremos que ponérsela cuando cumpla 8 meses, la llamada Parvovirus. Esta es muy importante y además tendremos que administrársela anualmente. La tercera y cuarta vacuna, consisten en reforzar la primera vacuna que le pusimos a las seis semanas. A las 16 semanas, le tocará la vacuna de la rabia y ésta también tendremos que volverla a ponérsela anualmente.
Que pasa si no lo vacunamos
Si eres reacio a ponerle vacunas a tu mascota por la razón que sea, debes saber que esa decisión va a repercutir en la salud de tu perrito. Si por ejemplo, tu can tiene la enfermedad de la rabia, puede transmitírtela a ti. Es una enfermedad muy peligrosa y aunque su vacuna no sea obligatoria, sí es altamente recomendable.