Los seres humanos somos muy dados a automedicarnos, en muchas ocasiones no vamos al médico y utilizamos lo que nos ha recetado en otras ocasiones o incluso peor, lo que le ha recetado a un familiar. Cada uno con su cuerpo que haga lo que considere, al fin y al cabo son los que van a sufrir las consecuencias pero esto no debería de suceder con las mascotas.
En ocasiones nuestras mascotas enferman, y pensamos que sí le damos un paracetamol, un ibuprofeno u otra pastilla que tengamos en el botiquín se sanará. Esto es una equivocación y le podemos provocar daños irreparables, su sistema digestivo por normal general es más vulnerable que el nuestro, por lo que antes de suministrarle nada deberiamos acudir a nuestro veterinario para que viera a la mascota, observará sus síntomas y diagnosticará para darnos un tratamiento adecuado a las características de nuestro animal.
Las vías más usuales para suministrar la medicación es por via oral, a través de la piel o por inyección.
La vía oral suele ser la más habitual, ya que la mayoría de los medicamentos vienen en pastillas o gotas. A veces será necesario engañar a nuestro animal para que se tome la medicación, sobre todo en el caso de los perros y los gatos. Como podemos engañarles, una opción es metiéndoselo en una alimento que le guste mucho, por ejemplo en el caso de los perros dentro de una salchicha. Hay que esconderlo bien porque a veces se comen la comida y dejan a un lado la pastilla tirándola. Otra opción, es meterle la pastilla y echarle la cabeza para atrás y masajearle la zona de la garganta para que trague.
La vía transdérmica es lo que se administra a través de la piel, por ejemplo una crema o un colirio para los ojos, que de otra manera no se podría suministrar. También existen parches que pueden ser sustitutos de la medicación que se suministra por vía oral, pero no es muy habitual.
Inyecciones. Estas se suelen suministrar cuando es necesario que haga efecto de forma inmediata, bien por la gravedad de la enfermedad o porque no existe otro tipo de tratamiento. Este tipo de medicación es necesario que lo haga un veterinario porque hay que saber exactamente el punto donde debemos pincharlo.
Por último existen otros tratamientos menos agresivos que deben también de realizarlo una persona experta como es la acupuntura, la homeopatía, las flores de bach… Estos tratamientos pueden ser muy adecuados con enfermedades graves como por ejemplo cáncer.