Alimentación en los anfibios

En el anterior post establecí aspectos que había que tener en cuenta si se quería tener una rana o un sapo y/u otro anfibio como mascota. El tema de la alimentación es uno de los aspectos más fundamentales cuando se quiere tener este tipo de animal en casa. Como dije en el anterior post todas tienen una alimentación basada en insectos pero cada tipo tiene unos matices diferentes que hay que tener en cuenta para evitar enfermedad. Cuando una rana o sapo está mal alimentada las consecuencias se manifiestan en problemas de desarrollo, dificultades de reproducción, enfermedades óseos metabólicos, parálisis incluso puede derivar en que nuestra mascota muera.

A la hora de seleccionar los insectos hay que tener en cuenta que deben de tener una serie de proporciones, en lípidos, fósforo, calcio y en función de la variedad del anfibio más o menos grasa. Dentro de los anfibios hay algunos que son más enérgicos que otros, por ejemplo aquellos que son venenosos necesitarán más grasa que aquellos que no lo son, esto se debe a que queman más energía que el resto.  A la hora de alimentar a la mascota hay que tener en cuenta también la frecuencia con la que se debe de llevar a cabo, no todas necesitan comer repetidamente. También es necesario saber las costumbres del animal, no es lo mismo un animal diurno que otro nocturno, si a un animal nocturno se le da de comer durante el día, es posible que la presa se esconda y el animal se quede sin comer. Conclusión, es necesario alimentar a la mascota cuando a ella la venga bien, no cuando al cuidador le resulte cómodo.

Los insectos más adecuados para los anfibios, son los grillos, estos son fáciles de conseguir y también de tener en casa y lograr que se reproduzcan, no todos los grillos son iguales, los hay de diferentes tamaños, esto es importante porque si le damos un grillo de tamaño grande a un anfibio pequeño pueden pasar dos cosas una que no se lo coma o que lo haga y se le estropee su aparato digestivo.

Otro insecto que se puede utilizar es la mosca de fruta, esta es muy conveniente para anfibios pequeños o para aquellos que acaban de realizar la metamorfosis. Esta variedad de mosca es rica en calcio. Igual que los grillos se puede tener en cautiverio con un poco de paciencia.

Otro insecto es la cucaracha,  puede ser una alternativa a la consumición de grillos, estás se pueden encontrar fácilmente en nuestra sociedad, lo único que no son demasiado agradables.

Tarántulas

De ¡¡Ay, qué asco!! ¡Una araña! A ¡Anda, qué chula! ¡Una araña! Sólo hay un matiz: la función de mascota que puede desempeñar, por ejemplo, una tarántula. Aunque o puede decirse que en España sea de lo más habitual tener a estos artrópodos de animal de compañía, tampoco se extraña nadie en exceso de que así sea.

De las 650 subespecies de tarántulas que existen, sólo 10 son peligrosas. Estos insectos se dividen en subterráneos, terrestres y arborícolas. Los machos son escasamente longevos: apenas un año o, incluso, meses, según la raza. Las hembras, en cambio, alcanzan los 25 años de vida.

Estos arácnidos viven en estado salvaje en las selvas tropicales del Sur y centro de América, así como en los desiertos de México y en África, Asia y Australia. También podemos dar con alguna subespecie de tarántula en Europa.

Qué comen

A la hora de adoptar a una tarántula como mascota, hemos de tener en cuenta que son animales carnívoros y que prefieren el alimento vivo. Así, si en estado salvaje comen insectos, invertebrados e incuso aves de pequeño tamaño, a las que inmovilizan con su veneno, en nuestra casa han de alimentarse de gusanos, langostas y crías de ratón. Alguna vez, raramente, podemos darles un trozo de hígado, pero ha de ser la excepción.

Para que estos insectos estén a gusto, la temperatura ha de mantenerse entre los 23 y los 26 grados y la humedad relativa de su entorno entre el 50  el 85%. Un hábitat que, por cierto, ha de mantenerse también en unas condiciones concretas.

El terrario

Según cual sea la raza, el terrario ha de adecuarse de una u otra forma. Así, si hablamos de una tarántula terrestre, el suelo debe componerse de una capa de unos diez centímetros de turba para que pueda anidar. En el caso de las arborícolas, debemos reducir el sustrato a 7 centímetros y hemos de humedecerlo, pues suelen necesitar esa humedad.

En todo caso, tendremos siempre a disposición del insecto un trozo de corcho para que pueda esconderse. También podemos tapar el terrario con una red fina, de modo que le entre abundante oxígeno. Otro complemento es el que supone una maceta semienterrada, lugar en el que anidará gustosamente.

Temperatura y humedad

Pondremos también un termómetro para asegurarnos de que a temperatura es la óptima en todo momento  una manta térmica bajo el terrario que caliente más o menos la mitad, de modo que el animal elija dónde quiere estar, en la parte caldeada o en la fresca.

En cuanto al agua, es bueno que el insecto tenga siempre un recipiente a su disposición y pulverizar el sustrato una vez a la semana para que éste se mantenga húmedo.

Dejamos para otra ocasión el cuidado y la cría de las tarántulas, pues es material más que suficiente para otro (u otros) artículo.

La cría de gusanos de seda

Procedente de Asia oriental, el gusano de seda (bombix mori) se está convirtiendo en habitual en algunas casas españolas. De acuerdo que no es una mascota al uso, pero sí son ya bastantes los aficionados a su cría, por estética o por el mero placer de ver cómo se reproducen.

Las variedades de esta especie se diferencian atendiendo a tres factores: el primero de ellos es el del color del capullo, que varía desde el blanco al amarillo; el segundo factor se refiere a la forma del capullo, más o menos esférica; y el tercer elemento que sirve para clasificar a los gusanos de seda es el color y dibujo de la oruga.

A la hora de reproducirse, suele ser el macho el que busca a la hembra mediante su antena, diseñada para percibir las feromonas femeninas. El ciclo de crecimiento dura en torno a dos meses, con 4 mudas diferentes hasta que alcanza la edad adulta o de mariposa.

Ni muertos ni enfermos

Para que nos hagamos una idea de cómo y en qué momento aproximado ocurre cada fase, diremos que a oruga sale del huevo en primavera. Cuando ésta va a mudar se queda inmóvil durante un día (por lo tanto no es que haya muerto). Una vez metamorfoseada, la oruga alcanza los 8 centímetros.

Al estar a punto de hacer la crisálida, el gusano deja de comer (no te preocupes: no está enfermo). Y, para cerrar el círculo de la vida –o iniciarlo, como quieras-, la hembra de la mariposa de seda pone entre 400 y 500 huevos y, exhausta, muere.

La sencillez de la sericultura

¿Qué necesitamos para la sericultura o cría del gusano de seda? Pues poca cosa, la verdad: una caja de zapatos con agujeros en la tapa y unas ramitas de romero espliego o brezo que introduciremos en la caja después de las 4 mudas de los gusanos.

En cuanto a las condiciones para que los gusanos de seda críen, la temperatura ideal es de 25º. Si los tenemos en invierno en un lugar sin calefacción, los huevos no eclosionarán hasta la primavera.

Comida y cuidados

¿Qué comen los gusanos de seda? Pues sólo hoja de morera o, en último caso, un alimento liofilizado a base de este componente. Si les das cualquier otra cosa, como lechuga, sólo conseguirás quedarte sin gusano de seda.

Por cierto, cambia las hojas de morera cuando éstas estén marchitas y retira cualquier gusano que haya muerto. Mantén la higiene de la caja para que tus chiquitines crezcan sanos, fuertes y, si un gusano puede serlo, felices.