Procedente de Asia oriental, el gusano de seda (bombix mori) se está convirtiendo en habitual en algunas casas españolas. De acuerdo que no es una mascota al uso, pero sí son ya bastantes los aficionados a su cría, por estética o por el mero placer de ver cómo se reproducen.
Las variedades de esta especie se diferencian atendiendo a tres factores: el primero de ellos es el del color del capullo, que varía desde el blanco al amarillo; el segundo factor se refiere a la forma del capullo, más o menos esférica; y el tercer elemento que sirve para clasificar a los gusanos de seda es el color y dibujo de la oruga.
A la hora de reproducirse, suele ser el macho el que busca a la hembra mediante su antena, diseñada para percibir las feromonas femeninas. El ciclo de crecimiento dura en torno a dos meses, con 4 mudas diferentes hasta que alcanza la edad adulta o de mariposa.
Ni muertos ni enfermos
Para que nos hagamos una idea de cómo y en qué momento aproximado ocurre cada fase, diremos que a oruga sale del huevo en primavera. Cuando ésta va a mudar se queda inmóvil durante un día (por lo tanto no es que haya muerto). Una vez metamorfoseada, la oruga alcanza los 8 centímetros.
Al estar a punto de hacer la crisálida, el gusano deja de comer (no te preocupes: no está enfermo). Y, para cerrar el círculo de la vida –o iniciarlo, como quieras-, la hembra de la mariposa de seda pone entre 400 y 500 huevos y, exhausta, muere.
La sencillez de la sericultura
¿Qué necesitamos para la sericultura o cría del gusano de seda? Pues poca cosa, la verdad: una caja de zapatos con agujeros en la tapa y unas ramitas de romero espliego o brezo que introduciremos en la caja después de las 4 mudas de los gusanos.
En cuanto a las condiciones para que los gusanos de seda críen, la temperatura ideal es de 25º. Si los tenemos en invierno en un lugar sin calefacción, los huevos no eclosionarán hasta la primavera.
Comida y cuidados
¿Qué comen los gusanos de seda? Pues sólo hoja de morera o, en último caso, un alimento liofilizado a base de este componente. Si les das cualquier otra cosa, como lechuga, sólo conseguirás quedarte sin gusano de seda.
Por cierto, cambia las hojas de morera cuando éstas estén marchitas y retira cualquier gusano que haya muerto. Mantén la higiene de la caja para que tus chiquitines crezcan sanos, fuertes y, si un gusano puede serlo, felices.