Hay que ver que lo primero que asociamos a los loros es su facultad de repetición y su imitación de todo lo que decimos y sin embargo resulte tremendamente difícil y agotador enseñar una frase graciosa. Pero peor es cuando decimos una sin querer y la repiten siempre.
¿Por qué pasa esto?, ¿por qué retienen unas frases sí y otras no? Es un misterio por qué para algunos enseñar a hablar a estos animales es una gran experiencia de aprendizaje para mascota y dueño y para otros es un ejercicio desesperante y se convierte en una verdadera condena.
Resulta que ahora nos hemos enterado que no es tanto nuestro problema como el juego de otros factores como la clase de especie, la personalidad del ave, la edad, la relación que mantengamos con él y, como no, la técnica que utilicemos.
Especies más dadas a ser parlanchinas
Si queremos tener un ave que pueda imitar sonidos es importante elegir bien una especie que tenga tendencia a ello, mejor aún si también posee la facultad de vocalizar (aunque nos sorprenda, las hay).
Una de las especies que más capacidad tiene a reproducir sonidos es el loro gris africano, algunos amazonas como el frentiazul, el frentiroja y el real; algunos guacamayos, las cacatúas y/o los mainates. Aunque son más propensos a realizar sonidos no tenemos que olvidar que nosotros debemos tener paciencia y constancia en enseñarles, pues es un trabajo de ambos.
¿Cómo enseñarles?
Como no nos cansamos en repetirte, lo más importante que debes tener es paciencia, todo aprendizaje tiene su curso y su tiempo a emplear. Es importante tratar bien al animal, incluso tratarle como si fuera un niño, con el mismo cariño y mimo. Así se sentirá querido y proporcionaras un ambiente agradable y confiado para que se sienta seguro, lo que hace que sea más receptivo.
Debes saber que el aprendizaje es mejor cuando es individualizado, esto quiere decir que si tienes varias aves les enseñes de una a una. También es importante que cada vez que regreses a tu hogar les dediques unos mimos y hables con ellos. Así cada vez que te vean asociaran tu presencia con las frases aprendidas. Usándolas como si de un saludo se tratara.
¿Qué palabras usar?
Como en todo en la vida, la primera palabra debe ser más fácil y las siguientes podrás complicarlas poco a poco. La forma de enseñar es mediante repetición, manteniendo la atención del ave. Para ello le repetiremos esa palabra muy cerca, pero sin llegar a atosigarla ni aburrirla. Dejándole sus tiempo también.
Es importante el tono de voz que utilicemos. Preferiblemente tonos agudos, por lo cual es mejor que le enseñe una mujer o niño que un hombre.
Recuerda que son animales, por lo cual intenta ser tú el sujeto racional siempre.