Una de las preguntas más habituales que se hacen los dueños de perros es cuando es el mejor momento para iniciar el adiestramiento, esta es una pregunta que no tiene una respuesta concreta, porque un perro puede aprender en cualquier momento de su vida, en la edad de cachorro es más complicado porque sus momentos de atención duran poco, por lo que el aprendizaje en muchos casos tardará más. Las personas que adiestran perros de asistencia hasta el año o año medio no empiezan a trabajar con ellos, y la gente del circo hasta los dos años no empiezan con el adiestramiento, como se puede ver el momento de inicio puede ser cualquiera, lo más importante es no desesperar y tener claro que se le quiere enseñar.
El adiestramiento se divide en varias fases, por un lado está la obediencia básica que más o menos entraría el sentarse, tumbarse, la llamada y andar al lado con estos aspectos la convivencia entre el dueño y el cánido puede ser estupenda, luego se puede ir un poco más allá y enseñarle cosas que queden bonitas delante de la gente, como dar la pata, la voltereta, giros… Esto no es importante para la convivencia pero puede ser divertido.
Estilos de enseñanza hay muchos, está el de condicionamiento positivo, a través del clicker y la comida se enseña al perro a dar una determinada respuesta. Otro método es enseñarle usando la espontaneidad del perro, es decir, en el momento en el que el perro se sienta, el dueño se acercará y le felicitará a través de caricias y se le dirá la palabra sienta, con este método llega un momento en el que realiza la acción, esta forma no es complicada pero hay que estar atento a las acciones del perro para lograrlo. Formas de enseñanza a muchas si se leen libros sobre este tema se comprobará que cada uno incide sobre unos aspectos, no hay unos más acertados que otros simplemente se tiene que encontrar cual es el que mejor se le adapta y empezar a trabajar.
Lo más importante es buscar siempre el refuerzo positivo, cuando se realiza un aprendizaje todo es más llevadero y más rápido cuando no premian y nos felicitan por los progresos. Algunas personas pueden pensar que el castigo es una forma eficaz de lograrlo, están equivocados, es posible que consigan que el perro se siente, se tumbe pero la mascota lo hará por miedo no porque quiere hacerlo y eso tiene a largo plazo sus efectos secundarios como por ejemplo que el perro intente huir, que desarrolle agresividad entre otras muchas consecuencias.