Dentro de las terapias alternativas se encuentran las flores de Bach, no son más que sustancias naturales obtenidas a través de flores, el primero que estudio sobre el beneficio de utilizar esas flores fue el Dr Bach a principios del siglo XX, en un principio han sido utilizadas para restablecer el equilibrio emocional, mental y espiritual de los seres humanos pero en los últimos años también son utilizadas por veterinarios y terapeutas para sanar a las mascotas.
Las flores de Bach como he manifestado anteriormente intenta reestablecer el equilibrio emocional y mental, y los animales se mueven a través de emociones, cuando estás no están equilibradas es cuando comienzan los problemas, como por ejemplo la agresividad, el exceso de miedo o la ansiedad entre muchos síntomas. Muchas personas cuando ven así a su animal de compañía piensa que con el tiempo se le pasará pero la realidad es que los síntomas se agudizan hasta situaciones insostenibles o el animal termina enfermando. Para evitar esto se puede acudir a las 38 flores de bach cada una de ellas va dirigida a conseguir un proposito, como es la eliminación del miedo, la incertidumbre, agresividad, hipersensibilidad, abatimiento, apatía, dominancia…
Nadie debe suministrar las flores sin que una persona que conozca su utilización le haya preparado las flores, no porque se haga daño, porque realmente es un método natural que no tiene efectos negativos pero si se quiere conseguir lo que se pretende con su utilización será necesario que un profesional ayude a lograrlo. Además las gotas no son un remedio milagroso si como dueños no se hace algo al respecto, por norma general cuando un perro tiene pánico a lo que lo rodea los culpables somos los humanos que se lo hemos generado, por lo que será necesario también que como dueños responsables se traten.
La utilización de las gotas se puede llevar a cabo en el agua o directamente en la boca, todo dependerá de la colaboración de la mascota, el sabor los suele agradar por lo que no pondrán ninguna resistencia. Se deberán dar 4 gotas en cada toma y/o 4 gotas en el bebedero, todo dependerá lo que diga el terapeuta, después hay que ser paciente, las gotas actúan deprisa pero no siempre se logran los resultados cuando uno quiere sino cuando el animal está preparado para dar el cambio y nosotros también, porque a través de la correa o con nuestra expresión corporal es posible que estemos dándole la información equivocada a la que le queremos dar.