Hamster como ganarnos su cofianza

Antes de comenzar hablar sobre las posibles acciones que podemos realizar para que la mascota tenga una relación cercana, voy a decir lo que no se debe de hacer nunca, lo primero es evitar molestarlo, es decir son animales con hábitos nocturnos por lo que es muy posible que tengan una gran actividad por la noche y por el día estén dormidos o su actividad baje, esto hay que aceptarlo y acomodarse al ritmo de vida que tienen. Otra cosa que no se debe hacer nunca es obligar al pequeño animal hacer algo que no quiere hacer, por ejemplo jugar, aunque se considere que la actividad que se le está ofreciendo es la mejor en ese momento, el hamster considera que no por lo que es necesario respetarlo.

Después de establecer lo que no le gusta a los hamster voy a proceder a explicar como lograr que el hamster coja confianza con el humano, lo primero a la hora de acercarse a la jaula es controlar la forma de hacerlo, se debe realizar de forma tranquila y despacio, si uno se acerca riendo, gritando y nervioso el hamster no dejará que le cojamos y posiblemente nos cogerá miedo.

Cuando os acerquéis a la jaula del hamster se puede realizar el acercamiento con un premio o golosina, y dárselo a través de los barrotes, al principio puede ser un poco temeroso pero con el tiempo irá cogiendo confianza y estará encantado sobre todo si se le da trocitos de manzana. Una vez que a través de la jaula ha cogido confianza, se puede proceder al siguiente paso que es meter la mano en la jaula para intentar cogerlo.

A la hora de cogerlo se debe ser muy suave y nunca se le debe coger de la zona de la cabeza y dejarlo colgando, es necesario recordar que los hamster son animales de presa y que las aves cuando los cazan les cogen de esa zona por lo que de forma instintiva nos rechazará. Lo mejor es antes de tocarlo mezclar nuestras manos con el suelo de la jaula para que coja su olor, también es importante evitar el olor a colonia o a jabón.

Una vez que se ha conseguido cogerlo y no pone resistencia alguna se puede proceder a enseñarle su nombre, para ello se le quitará la comida durante unas pocas horas, y transcurrido ese periodo de tiempo se procederá a darlo un trozo de comida después de decir su nombre alto y claro, se repetirá 10 veces y se descansará, después de un tiempo se volverá a repetir el ejercicio hasta que se consiga que responda al nombre.

 Introducing Sydney

 

Cachorro: el último de la manada

Cuando tenemos un cachorro en casa, es necesario dejarle claro que él es el último de la manada y que nosotros somos los machos o hembras alfa. El cachorro si estuviera en una manada de perros sería el último para todo. El establecer esa jerarquía es una precaución para evitar conflictos en la convivencia diaria, es posible que nuestro cachorro en la llegada al hogar se muestre un cánido tranquilo y que su comportamiento sea el adecuado, pero de nuestras acciones dependerá que ese perro mantenga el comportamiento y mantenga o cambie el comportamiento. Los perros y los lobos en su hábitat forman manadas y en ellas mantienen un riguroso orden de jerarquía. Esta el líder de la manada, llamado alfa, luego esta beta y por último esta omega que correspondería con el perro sumiso.

Acciones que debemos establecer para dejarle claro que es  un perro omega.

  • El perro siempre será el último en comer, en todas las comidas. Primero comeremos nosotros y una vez que hayamos finalizado completamente pondremos a disposición del cachorro su comedero con el alimento que le corresponda. Con esta forma de proceder no solo estaremos dejándole claro su posición, sino que también lograremos que el perro no este pendiente de nuestra comida y no pida.
  • Salir de paseo.  Si le llevamos con correa, no le dejaremos que se adelante, debe ir al lado o un paso por detrás nuestro, si nos fijamos en las mandas, el líder siempre es el primero y detrás están el resto de los componentes del grupo. Al principio puede ser costoso porque el perro tiene demasiada ansia de olisquear todo y de investigar, debemos ser pacientes y corregirlo poco a poco. Una forma de hacerlo es premiando, y lo haremos aunque sea mínimo el progreso, sí logramos que dé 3 pasos junto a nosotros, le daremos una gominola y haremos sonar el clicker para que poco a poco lo vaya interiorizando.
  • Llegada a casa. Es posible que nuestro perro tenga una explosión de alegría y que no sea capaz de controlar sus impulsos por lo que se suba a nosotros o intente mordisquearnos las mangas. Debemos ignorar ese comportamiento, no acariciarle y dejarle que se tranquilice, cuando se haya calmado nos acercaremos a él a saludarle, si vuelve a saltar y mordisquear pararemos y repetiremos hasta que con nuestro saludo se mantenga tranquilo.
  • Comportamiento a evitar del perro. Subirse al sofá, a la cama… Sí no le educamos cuando es un cachorro es difícil que luego lo acepte. Se le debe decir NO y bajarle, puede que insista, hay que mantenernos con seguridad en nuestra actitud de no ceder.