Son muchas las personas que llegadas a una determinada edad se sientes solos. La solución para muchos de ellos pasa por adoptar un animal. En lo primero que pensamos siempre es un perro por su carácter y complicidad con su amo, pero no entendemos que en realidad requiere más responsabilidades y cuidados que cualquier otro animal, como gatos o aves domésticas.
Aun así, un perro es justo lo que los expertos recomiendan. Ya que la convivencia de un anciano con esta mascota solo posee cosas positivas. Lo importante es estar seguro de que él quiera hacerse cargo de uno. Para ello, permítenos darte un par de consejos y cosas que te harán bien saber acerca de qué tipo puede ser la más adecuada en este caso.
La adopción
Lo primero que tendremos que hacer antes de llevar a cabo una adopción es asesorarnos con una persona encargada del refugio. El sabrá mejor que nadie cuál de estos perros se amoldara más a tu ritmo de vida. Por lo cual es aconsejable que no se vaya a este centro con una raza de perro determinada, lo que nos permitirá tener la mente más abierta y ser más realistas.
Cada situación al igual que cada persona es diferente. En este caso es mejor regalar a una persona de avanzada edad un perro adulto, sobre unos 3 años, que ya haya pasado la infancia y este más relajado, incluso educado. Pudiendo admitir órdenes fáciles.
Evitar un perro de gran tamaño
Es algo que te dirán directamente en el refugio, pero siempre hay que evitar perros grandes, ya que tienen mucha fuerza y tiran mucho al sacarlos a pasear. Pues a cuanto más tamaño, más energía necesita gastar. Incluso puede llegar a dañar a esta persona en un arrebato de afecto, al subirse encima o saltarle.
Por eso te recomendamos perros de un tamaño mediano o pequeño. Fáciles de pasear ya que no poseen tanta energía y pueden tener juegos más tranquilos. Su tamaño hace de tareas cotidianas como el saneamiento y la alimentación algo más fácil de realizar. Incluso a la hora de mimar, ya que puede colocarlos en su regazos o cogerlos.
En general, todo lo que se consigue así es una convivencia es mejor. Ya que este tipo de personas suelen vivir en pisos pequeños y esta clase de mascotas se adaptan mejor a estas dimensiones que un perro grande, y “estorban” menos.
Espero que estos consejos recibidos te hayan servido de ayuda. Un perro da alegría y te ayuda a tener una rutina, creo sin duda que es un gran gesto animar a personas que pasan un momento malo a tener un perro, y más de estas características. Pues al final la ayuda siempre es mutua.