Los anfibios (ranas, sapos, tritones y salamandras) son animales muy curiosos que dan grandes satisfacciones a los aficionados. Desgraciadamente, estos aficionados suelen saltar a la palestra como consecuencia de liberaciones incontroladas de especies exóticas que provocan la gravísima alteración de nuestros ecosistemas. A esa gente la soltaba yo desnuda en medio de la sabana africana, a ver si también eran capaces de alterar aquel ecosistema…
Para evitar estos hechos son fundamentales dos posturas. La primera, de una total responsabilidad para con nuestras decisiones. Debemos pensarnos muy bien adquirir una especie exótica, y una vez decidido, debemos apechugar con las consecuencias y ocuparnos de ese animal, que no tiene culpa ninguna, mientras viva. En casos de fuerza mayor, existen asociaciones que se encargan de recoger a estos animales.