Tener animales en casa puede ser la mejor prevención para evitar la aparición de enfermedades y potenciar nuestra salud. Lo primero que debemos hacer es establecer lo que significa salud, para ello nos vamos a referir a la definición publicada por la Organización Mundial de la Salud que la define como “el estado de completo bienestar físico, mental y social”. Cuando uno de estos tres aspectos falla el cuerpo enferma, y aparecen diferentes dolencias, lo que se consigue al tener una mascota es prevenir su aparición y ayudarnos a mejorar y mantener nuestra salud. Para ello vamos a establecer qué aportaciones nos hacen a cada uno de los tres estados.
A nivel físico
- Durante años se han realizado multitud de estudios científicos que demuestran que acariciar a un animal reduce la tensión arterial y produce en las personas efectos de relajación corporal, reduce los niveles de ansiedad y stress.
- Mejoran la movilidad corporal, cuando elegimos un animal que tenemos que sacar a pasear, provoca que tengamos que hacer ejercicio, paseando en los periodos de tiempo que tienen que salir a la calle. Si tenemos un animal que no hace falta sacarle al exterior podemos dejarle caminar por la casa, al recogerle también tendremos que ejercitarnos primero para buscarle y luego para cogerle. También se puede ejercitar con tan sólo acariciar al animal ya que supone un movimiento de los brazos y de las piernas para acercarnos.
A nivel social
- Los animales nos ayudan a ampliar nuestra red social, bien porque salimos con nuestra mascota a pasear y se entretienen con otros de su especie, y de este modo comenzamos una conversación con el dueño de otra mascota o bien porque nos encontramos con personas dispuestas a hablar de su mascota y es más fácil entablar una conversación.
- Mejorar la convivencia entre los miembros de una misma casa. Queda demostrado que la presencia de una mascota en el hogar reduce el stress y los nervios y esto tiene como consecuencia que se reduzca los niveles de conflicto y el nivel de agresividad en la comunicación.
- Nos enseñan también una importante lección a dar y recibir, es decir, en función de cómo nos comportemos con nuestro animal así se comportará él.
- La presencia de un animal reduce la sensación de soledad. Principalmente porque nos hace compañía y también porque tenemos a alguien de quien preocuparnos, ya que le debemos alimentar, asear, pasear y cuidar, lo que hace que muchas personas que padecen depresión salgan de ella gracias a su mascota. Esto es debido a que tienen a alguien que les reclama atención y de quien preocuparse, fuera de sí mismos o del problema que les atormenta.
- Permiten hablar a la persona sin ser juzgada. Los animales nunca nos van a juzgar, por lo que son una excelente vía de escape para hablar de lo que nos preocupa o nos molesta.
Todo lo expuesto anteriormente son beneficios de tener una mascota con nosotros, pero no es un sustitutivo a la medicina o los tratamientos a los que estamos expuestos sino que es un complemento a ellos o una forma de evitar que aparezcan enfermedades.