En otros artículos hemos establecido los efectos saludables que tiene para el ser humano el poseer una mascota (mejorar las funciones cardiovasculares, reducir la ansiedad, mejorar la responsabilidad, incrementar las relaciones sociales…) Todo esto son aspectos positivos de compartir nuestra vida con un animal de compañía, pero también es necesario establecer cual es la mascota más adecuada para nosotros y cuales son los riesgos que asumimos cuando tenemos un animal con nosotros.
Lo primero es comentar la importancia de mantener unos niveles de higiene óptimos, como por ejemplo lavar al animal, limpiar su cuna o jaula, los utensilios que utiliza de forma habitual, recoger los excrementos con las manos cubiertas… Este aspecto recae en los humanos adultos cuando decidimos tener un animal pero también es importante asumir la responsabilidad de llevarlos al veterinario cuando sea necesario para que le ponga las vacunas correspondientes y reducir al máximo la posibilidad de que enferme nuestra mascota y que nos lo contagie.
Por otro lado a pesar de esto se puede producir la zoonosis, esto consiste en la transmisión de enfermedades entre animales vertebrados, es decir, entre nuestras mascotas y nosotros y viceversa. En los últimos años se ha incrementado debido al cambio climático, sociocultural o ecológicos. Entre las enfermedades que se pueden transmitir con más facilidad están:
Criptosporidosis: Esta enfermedad es contagiada sobre todo por los hurones en los cuales no se verá atisbo de la enfermedad aunque también puede ser transmitida por lo perros, reptiles, gatos y aves. Para evitarla es necesario que nuestras mascotas cuando salgan a la calle no se coman heces ni cualquier otra cosa que haya por el suelo. La forma más habitual en la que nos puede contagiar nuestro animal de compañía es cuando después de bañarlo no procedemos a desinfectar el lugar con lejía.
Salmonelosis. Esta enfermedad nos resulta a todos conocidos, sobre todo en épocas veraniegas y solemos echarle la culpa a la mayonesa, pero normalmente no sabemos que esta enfermedad también afecta a nuestras mascotas, todas ellas puedan desarrollar el papel de portadoras y/o sufrir la enfermedad. Los más habituales son los anfibios y los reptiles aunque el resto también la pueden sufrir, la forma de contagio más habitual es a través de las heces o por los utensilios que use nuestra mascota.
Psitacosis Esta enfermedad se transmite por la respiración, a través de la inhalación de polvo procedente de las heces, plumas, secreciones nasales o descamaciones. Los animales más habituales son las aves y para evitarlo es necesario que desinfectemos profundamente las jaulas.
Dermatonicosis a esta enfermedad también se la denomina tiña, son hongos que se alimentan de la queratina de la piel. Las mascotas en los cuales más predomina, son los roedores. El contagio se realiza por el contacto y lo notaremos si tenemos manchas redondeadas, rojas y con el borde un poco elevado.