A la hora de elegir un gato, si has decidido, por los motivos que sean, que lo prefieres de raza, tienes que tener en cuenta que en los mejores casos pueden llegar a estar unos 20 años con nosotros.
Hay que tener varias cosas en cuenta, puesto que no es lo mismo elegir un gato Persa que uno siamés.
Para elegir correctamente, a parte del aspecto físico se tiene que conocer el carácter de cada raza. Evidentemente cada gato es diferente, por lo que solo es una orientación de cómo será a grandes rasgos, no al detalle.
Sphynx
La raza Sphynx, cuya característica más remarcable es que carecen de pelo, no provocará ninguna alergia, por ejemplo. Surgió de una mutación, y actualmente están reconocidos. En realidad tiene una capa de vello finísima, aunque es imperceptible a simple vista o al tacto y fue la primera raza en todo el mundo reconocida con tales características.
Si está bien cuidado es un gato extremadamente esbelto y muy ágil y suelen ser gatos tranquilos, aunque también tienen momentos de mucha actividad.
No son agresivos, al contrario suelen ser inteligentes y dependientes de sus dueños, como casi todos los gatos, pero sin dejar de ser muy afectuosos.
Su ausencia de pelo hace que sean sensibles a las temperaturas, por lo que intentaran estar en un lugar cálido siempre que les sea posible.
Siames
Pasando a las razas con pelo, las más habituales, podemos encontrarnos con un bonito ejemplar: el gato siamés.
Esta raza es muy conocida. Proviene de Tailandia, antiguo reino de Siam, de aquí su nombre.
Físicamente es muy estilizado, con unas largas y finas patas, que para nada le dan un aspecto deforme. Su cara tiene una forma triangular, los ojos claros y orejas más bien grandes.
Su pelaje, característica más apreciable de dicha raza, es beige menos en la cola, las patas, el rostro y las orejas, donde toma una intensidad hasta parecer de un marrón casi negro.
La raza se divide en dos variantes, el original y el moderno, aunque de carácter son casi iguales.
Si los educamos bien conseguiremos que se muestren sumisos y educados, aunque en situaciones que no sean de su agrado lo notaremos. Le gusta mostrar a sus amos su afectuoso carácter muy frecuentemente. Tiene una curiosidad innata, aun más remarcable que en las otras razas de gato, aunque algunos serán muy sociables y otros muy poco.
Es un gato de los más activos, hasta tal punto que no estará quieto durante más de 10 minutos a no ser que duerma. Es muy ágil, y posee mucha energía.
Algunas desventajas que tiene, aparte de ser tan activo para algunos, es que en épocas de celo, si no está castrado, llegará incluso a ser molesto. También es de los gatos que tienden a tener problemas con los ojos (principalmente estrabismo), y no soporta que lo dejen solo mucho tiempo.
Persa
Pasando al otro extremo nos encontramos el gato Persa. Esta raza es el contrario del siamés. Tiene la cara ancha y plana, y tiene mucho pelo, que no tienen un color fijo.
Son muy comunes, hasta el punto que tres cuartas partes de los gatos de pedigrí son persas.
Su carácter es extremadamente pacifico y relajado. Además de no moverse mucho acostumbrará a querer ser mimado. Si se tiene otra mascota no resultará ningún problema, al menos por su parte.
Chartreux
Una raza intermedia entre las dos antes descritas es el Chartreux. Es un gato de un color azul o grisáceo, con los ojos naranja. Su rostro aparenta estar sonriendo permanentemente y suele ser confundido con el Azul de Rusia, a pesar de que este no tiene los ojos de color naranja.
A parte de ser muy educados y calmados se puede comprobar que maúllan en muy pocas ocasiones, aunque son muy expresivos a pesar de ello.
Con los desconocidos son muy cautelosos, pero con la familia o conocidos será muy amable, hasta el punto de seguir a sus dueños por las habitaciones. Son muy cariñosos, aunque a la hora de jugar, prefieren atacar o perseguir algo y cuando se cansan, después de ciclos cortos pero muy intensos suelen dormir.
Maine Coon
Un gato de origen desconocido es el Maine Coon. Este gato, de los más grandes, se pensaba que venía de un cruce con un gato y un mapache, aunque esto es biológicamente imposible y está descartado.
Su cabeza es casi cuadrada y un poco cóncava. Las orejas, muy puntiagudas son largas, así como su cola. Los ojos, de cualquier color menos azul, son grandes y ovalados.
Además de ser un gato grande es musculoso, con pelaje bonito y largo.
Estas son solo algunas de las razas que hay, pues hay muchísimas. Para elegir una bien seguro que necesitaremos varias horas, y aun así desconoceremos muchas de las que hay.