El anolis

¿Te has fijado en que hay muchas personas a las que los ratones y las ratas les repelen y, sin embargo, ven un hámster y están deseando cogerlo entre las manos? Pues el fenómeno del anolis es muy parecido: pueden darte mucho repelús, pero es ver a este lagarto y entrarte ganas de jugar con él.

El anolis es un lagarto de cuerpo esbelto de hasta 15 centímetros, con un cola que llega a alcanzar le misma longitud que el cuerpo. Son dos los rasgos distintivos más claros del anolis: el primero de ellos es que los machos poseen un pliegue rosado en la garganta, similar a una papada, con el que atraen a las hembras.

La otra característica, común a ambos sexos es que la piel cambia de color desde el verde intenso al marrón parduzco según sea su humor, la temperatura del ambiente o la intensidad de la luz. Es por ello que se le llama falso camaleón, camaleón americano o camaleón de Carolina, aunque sus genes lo asemejan más a una iguana que a un camaleón.

Un animal de costumbres y necesidades sencillas

Con una esperanza de vida en cautividad de unos cinco años, esta especie es originaria del continente americano (sudeste de Estados Unidos y el Caribe). Son animales insectívoros, de modo que lo ideal es alimentarlos con insectos –variados, si es posible- y, de vez en cuando, también pueden comer unos trocitos de fruta e incuso unas gotas de miel disueltas en agua.

Si queremos que nuestro anolis esté cómodo, le proporcionaremos un terrario de al menos 40x40x60 si se trata de una pareja o 50x50x100 centímetros si son tres los animales que van a convivir.

Equiparemos el hábitat con una lámpara de tipo UV, lámparas halógenas de 40 vatios, pulverizador y humidificadores, vegetación viva, un trozo de alcornoque y un sustrato de turba, arena y trozos de madera.

La temperatura del terrario durante el día debe estar entre los 24 y los 28 grados, mientras que por la noche oscilará de los 18 a los 25, con una humedad ambiental del 70%.

Unos lagartos tranquilos

Los anolis conviven bastante bien con otros lagartos pacíficos, del tipo del phelsuma. La única particularidad que presentan estos reptiles es que para que puedan beber tendremos que pulverizarles el terrario cada día.

A propósito: los anolis hibernan durante dos o tres meses, motivo por el cual tendremos que bajarles la temperatura a 20 grados, más o menos; dejaremos que les dé la luz 8 horas al día, observaremos como reducen la cantidad de comida que consumen y  bastará con pulverizar el terrario un par de veces por semana.

En cuanto a la cría de estos reptiles, es muy sencilla: casi es suficiente con que un macho y una hembra se encuentren en el ambiente adecuado entre mayo y septiembre. Eso sí: en cuanto nazcan, apartaremos a las crías a otro terrario, si queremos evitarnos disgustos.