Perro feliz

Muchos dueños de perro se piensan que su perro es feliz porque le adornan con ropa, porque le ponen el mejor collar pero a un perro le da bastante igual los adornos que se le coloquen. Un perro es feliz si se le dan respuesta a tres aspectos básicos ejercicio, obediencia y cariño y en este orden para lograr el equilibro perfecto.

Dar más importancia al cariño que a las otras dos o al abediencia es un error muy común. Otro error bastante repetitivo es pensar que por tener un terreno en el que el animal se pueda mover ya esta todo solucionado y no es así, y sino utilicemos la empatia por  un momento, la empatía es la característica que consiste en ponernos en el lugar del otro, nosotros seriamos felices si tuvieramos una casa con jardín y no nos permitieran salir de ahí, la respuesta seguramente será que no para ellos tampoco es suficiente no podemos olvidarnos que los perros son descendientes de los lobos, y esto recorren largas distancias en busca de comida por lo que en el ADN de los perros también esta impreso esa necesidad de moverse y salir a pasear.

Cual es la cantidad justa de ejercicio, la respuesta es más o menos una hora y media al día, sí es más tiempo  mucho mejor y puede ser caminar o que venga con nosotros mientras estamos realizando algún deporte como correr, andar en bici, patinar… es una forma muy sana de compartir nuestro tiempo de ocio con nuestro perro haciendo una actividad que nos guste y que al perro también le va a encantar.

En el aspecto de la obediencia, esta no solo consiste en que el perro se siente, tumbe y todas esas cosas que se enseñan de obediencia básica, es necesario establecer unas normas claras y concretas que al perro le hagan tener claro que puede y que no puede hacer. Es necesario que todos los miembros de la familia tengan claro cuales son esas normas para evitar que el perro se aproveche de la situación. Estas normas pueden ser no pedir mientras estamos comiendo, no subirse al sofá o no dormir en la cama entre otras muchas que se nos puedan ocurrir para el buen funcionamiento de la convivencia.

Por último afecto, este le podemos transmitir a través de caricias, jugando con el perro… en este aspecto normalmente no se tiene ninguna dificultad pero debemos tener claro que es el último aspecto para lograr tener un perro feliz.

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