Ya hemos hablado en otro post del peligro de que nuestro perro salga huyendo asustado del ruido de uno de los numerosos petardos y cohetes que se lanzan en estas fechas. Lo mejor para evitarlo es llevarlos atados y soltarlos solamente en las áreas caninas cerradas.
Si a pesar de nuestros cuidados ocurre lo peor y nuestro perro sale corriendo despavorido sin atender a nuestras llamadas hay que ponerse en marcha enseguida para localizarlo lo antes posible.
Aparte de la necesaria batida por la zona de la huida hay que tener en cuenta que el radio de alcanza puede ser muy amplio, ya que no podemos saber cuándo paró de correr. Por eso es fundamental ir ampliando el radio de búsqueda si no se lo encuentra por las calles cercanas.
Notificarlo en todas partes
Otra de las cuestiones a tener en cuenta es dar parte a Policía Local y a la perrera que se encargue de la recogida de los animales de la localidad. También es aconsejable notificarlo en el teléfono que viene con la tarjeta del chip para que sepan que se ha perdido.
Otro de los puntos importantes de información son las clínicas veterinarias y las protectoras. Lo ideal es poder contactar con todas las clínicas, aunque estén muy lejos del lugar de la fuga, pudiera ser que lo hubiera recogido alguien que viva en más lejos y lo haya llevado a un veterinario de su zona, y contactar con varias protectoras que ayudarán a su difusión.
Una imagen vale más que mil palabras
Es sumamente importante poder facilitar alguna foto o seña que lo identifique físicamente, porque a veces el chip no se lee bien o se le ha movido de lugar y puede considerarse un perro sin identificación.
Distribuir unos carteles por la zona con la foto de nuestro animal, la fecha en la que se ha perdido y un teléfono de contacto hará que muchos comerciantes lo pongan en sus comercios y que la gente pueda estar más pendiente si ven un perro parecido.
Insistir en las perreras de la zona
Nunca hay que dejar nada al azar, no hay que pensar que él solito encontrará el camino a casa, ni que ya llamarán de la perrera porque lo habrán dejado allí. Hay que insistir, llamar cada día para saber si ha entrado algún perro perdido que tenga las características del que se nos ha perdido.
Como he comentado un párrafo más arriba, el chip es muy caprichoso y sé de buena mano casos en los que el lector del chip no lo leyó al pasarlo. Esto puede no parecer importante, pero dependiendo la política que tenga la perrera en cuestión se puede llegar tarde para recuperar a nuestro peludo.