Apartment dogs

Hay mucha gente que es partidaria de no tener un perro en una casa pequeña, porque este animal debería tener un sitio amplio donde poder correr , jugar y más si es de un tamaño considerable. Pero entiendo que la gente de la ciudad o de otro sitio  que donde viven es donde viven, no tengan un espacio amplio o un patio donde el perro pueda acampar a sus anchas.

¡Más quisieran ellos tener una casa más grande! No sólo para sus perros sino para ellos. Partiendo de esta premisa, tendremos que seguir unas pautas si queremos que nuestro perro se sienta bien en una casa pequeña u apartamento. En ese caso, tendremos que saber qué perro tenemos, cómo podemos adaptar nuestro apartamento a él, qué muebles tenemos….

Cuando vayamos a elegir a nuestro perro

Tenemos que tener muy en cuenta el tamaño que va a adquirir nuestro pequeño cachorro y el temperamento o carácter que posee según la raza que escojamos. Bueno, lo ideal sería que para un apartamento elijamos un perro pequeño y relajado, pero eso la verdad es difícil porque casi todos los perros pequeños son muy nerviosos. También es verdad que existen perros muy grandes que se pasan el día panza arriba y sin dar ni un ruido, pero pensemos en que el pobre va a estar en un espacio muy limitado.

Lo que no es muy recomendable es tener a un animal ya sea grande , pequeño o mediano que sea muy nervioso, porque entonces, creedme, os vais a quedar sin muebles, sin zapatos y sin cualquier otra cosa que le apetezca devorar por los nervios y la ansiedad.

Dormir y callar

Una solución al problema de los nervios es sacarlo varias veces a pasear o a correr, para que el perro se desahogue y desfogue llegando así a casa más relajado que un bebé después del baño de por la noche. No se le va a ocurrir hacer ninguna maldad, os lo aseguro.

Otros aspectos a tener en cuenta serían el de acostumbrar al perro a tu apartamento y a que cuando tu no estés no debe ladrar, ya que ese sería un gran quebradero de cabeza pues puedes estar seguro de que tus vecinos se quejarán e incluso pueden llegar a denunciarte.

Hogar dulce hogar

También debes asignarle un sitio, o con una mantita o un cojín, tiene que saber cuál es su sitio porque si no se adueñará de tu casa, tu cama y tus sillones no estarán nunca solos si no eres capaz de educar en ese aspecto a tu perro. Lo mismo pasa con los horarios de salir a la calle. Tres veces al día sería lo ideal, aunque si hablamos de un perro nervioso tendrás que plantearte el sacarlo más veces o más tiempo.

 

El origen del Bichón Maltés

Seguro que habrás visto esos lindos perros blancos de bonito pelaje largo paseando por la calle con sus andares parsimoniosos y gustándose a sí mismos. Pues bien, esos perros sonde una determinada raza: el Bichón Maltés.

Pues bien, esos finos y elegantes animales, tienen un pasado no muy lejano, bastante alejado de lo que es hoy su acomodado presente. En la actualidad, sin llegar a convertirse en “pet toy“, esos perritos falderos que caben hasta en un bolso, se han adaptado tan bien a la vida doméstica, que parece increíble que pudiesen realizar las tareas que realizaban hace unos años.

Muchos años antes de empezar a formar parte de muchas familias a los largo y ancho del mundo, estos pequeños perros eran insaciables cazadores de ratas en los puertos del mediterráneo europeo.

Primeros ejemplares de Bichón Maltés

Los zoólogos no se ponen de acuerdo acerca del verdadero origen del Bichón Maltés, ni el temporal ni el geográfico. Bien es cierto que existen pinturas que retratan unos perros blancos de tamaño parecido hace ya unos 10.000 años, pero en lo que a tiempos modernos se refiere, se ha llegado al común acuerdo de que los primeros ejemplares aparecieron en la isla mediterránea de Malta. De hecho, en su propio nombre aparece ese gentilicio.

La relativa innacesibilidad de esta isla en tiempos antiguos, ha provocado un hecho casi insólito en las razas caninas actuales, que es la gran pureza de los genes del Bichón Maltés, debido a que ha tenido pocas injerencias de razas ajenas en sus líneas de descendencia. Éste es un motivo de enhorabuena para los amantes de estos especímenes.

El Bichón Maltés en Grecia y en la Edad Moderna

Si ha existido una época histórica en la que el Bichón Maltés ha tenido especial importancia, fue en la antigua civilización griega y, por su influencia, en el posterior Imperio Romano. Según lo que narran los escritos, podríamos estar hablando del primer perro-juguete de la historia, dado que por su excelente carácter y docilidad, las mujeres los tomaron como animales de compañía a los que llevaban a todas partes.

Posteriormente, el la Edad Moderna, se empezaron a usar por todos los puertos del Mediterráneo europeo para cazar las ratas que se resguardaban en las bodegas de los barcos que transportaban mercancías. Eran ideales por su gran inteligencia, que les permitía ser adiestrados con facilidad, y por su pequeño tamaño, que les facilitaba el acceso a las pequeñas grietas existentes en la madera de las embarcaciones.

¿Perro o gato?

A la hora de elegir una mascota, en primer lugar deberíamos tener muy en cuenta qué es lo que nosotros podremos ofrecerle a nuestro nuevo amigo. Para ello tenemos que tener muy claro si lo que realmente queremos es tener una mascota ya que durante muchos años permanecerá en nuestras vidas.

Una vez que decidimos adoptar a un “amigo peludo” lo más común es que se trate de un perro o un gato. Son las mascotas que más podemos encontrar habitando en las casas de nuestro alrededor, pero a su vez se trata de animales muy diferentes entre sí, por lo que antes de decidirse por uno o por otro se ha de tener muy claro qué es lo que nosotros podemos ofrecerle a él y cuál se adapta mejor a nuestro estilo de vida.

Son bastantes los factores a los que atenernos como el tamaño de nuestra casa, el tiempo que tendremos para dedicárselo, si tenemos o no niños, etc.

Un perro necesita disponer de espacio para correr, para jugar, etc., se trata de un animal con mucha vitalidad y mucha energía por lo que necesita ejercicio diario. De mismo modo, el paseo puede ser muy beneficioso tanto para el perro como para el humano que lo saca a pasear.

Para quienes buscan un acompañante activo los perros son la mascota ideal. Es un animal muy fiel que responde a su dueño y que tras un correcto entrenamiento será capaz de acatar órdenes sencillas. Por regla general adoran jugar con la pelota, con palos, piedras… pero como realmente disfrutan es pasando tiempo con sus dueños.

Su mantenimiento es relativamente sencillo. Lo ideal es cepillarlo a diario para mantener su pelo brillante y reducir la caída del mismo. Es recomendable bañarlos una vez al mes para mantener su higiene sin llegar a producirles problemas en el pH, utilizando siempre, por supuesto, champú específico para su cabello.
El tamaño es una consideración importante al elegir un perro. Los mediamos y grandes, generalmente requieren más alimentación y ejercicios. Les gusta mucho que sus dueños los acompañen en sus juegos, por lo cual no son lo ideal para los ancianos o las personas muy sedentarias. Por el contrario a los perros más pequeños les gusta más tirarse en los sillones a descansar junto a sus dueños.

La edad es otro factor importante a considerar. Los cachorros son maravillosos, y nos ofrecen la ventaja de poder verlos crecer. Sin embargo, necesitan que se les dedique mucho tiempo, siendo a veces frustrante, con el entrenamiento y la educación. Los perros suelen entrar en la adultez cuando han alcanzado su primer año.

Los cánidos adultos también tienen sus ventajas. En ese momento ya podremos conocer su personalidad puesto que ya está definida y además suelen ser más tranquilos y obedientes.

 

Por otro lado los gatos se pasan la mayor parte del día durmiendo y pueden pasar más tiempo solos. Son más limpios que los perros.

Se trata de una mascota más tranquila y apacible y se entretienen muy fácilmente. No requieren tantos cuidados cotidianos como los perros y se adaptan muy fácilmente a los horarios de sus dueños.

Al igual que a los perros es recomendable cepillarlos una vez al día para mantener un pelo brillante y sin nudos. Al ser tan meticulosos dedican mucho tiempo a su higiene propia por lo que no es necesario bañarlos con tanta frecuencia. Asimismo se trata de animales que facilitan mantener la limpieza en el hogar puesto que al colocarles una cajita con arena, instintivamente defecarán en ella.

El tamaño del animal no es un factor muy importante en este caso. Lo que más debemos de tener en cuenta es la cantidad de pelo que tenga, que irá en función del gusto personal.

Por todo ello la elección de nuestra mascota es una decisión muy importante puesto que será un miembro más de nuestra familia durante muchos años.

El equilibrio de nuestro perro a través de nuestros cuidados

A la hora de llevar un perro a casa, no solo nos tenemos que preocupar por darle de comer, beber, asearlo, llevarle al veterinario o vacunarlo. Esto es importante pero también debemos dar respuesta a sus necesidades emocionales para tener un perro sano tanto física como psíquicamente.

Para poder responder a todas sus necesidades lo primero que haremos será observarle, para dar las respuestas más adecuadas. En muchas ocasiones nos quejamos de nuestro perro, porque nos muerde las zapatillas, mordisquea el sofá, revuelve los armarios… todo esto son acciones típicas de un perro que está aburrido y al cuál no se le han satisfecho sus instintos sociales, cazadores de juego…

Estos hábitos poco saludables para la convivencia los podemos transformar a través de juegos y actividades. Por ejemplo cuando le damos de comer, le echamos la comida en el plato, y no nos preocupamos de más, en vez de echarle toda en su cuenco podemos retirar una parte y esconderla por la casa o en juguetes para que desarrolle su instinto de rastreo y reduzca la necesidad de caza.

Los momentos más propicios para destrozar objetos de la casa, es cuando les dejamos solos en el hogar. Para evitarlo podemos dejarles juguetes en los cuales se introduce comida y que tienen que desarrollar ciertas destrezas para conseguir sacarlo del objeto.

Los perros son animales sociales y hay que dedicarles tiempo y también enseñarles que la ausencia es temporal y que siempre volvemos. Además esa sociabilidad también es respondida cuando le sacamos al parque y le dejamos relacionarse y jugar con otros perros. Otra actividad para controlar el instinto cazador es permitirle en el parque o en el campo que escarbe en busca de pequeños animales.

En nuestra relación con el perro también es necesario que exista una comunicación. Ésta se puede enseñar a través de la obediencia básica, son palabras o pequeñas frases  que sirven de instrucción al perro, y que las asocia a una determinada acción, por ejemplo sentarse, tumbarse, junto, vamos al parque…

Por último es necesario dejarle claro lo que está bien y lo que no, las acciones positivas las premiaremos de forma inmediata para que lo asocie y lo que no consideremos apropiado le corregiremos siempre con paciencia y cariño. Siendo constantes en las enseñanzas enseguida conseguiremos que la convivencia sea positiva.

Todo lo que hemos expuesto en este artículo, son aspectos a tener en cuenta en nuestra convivencia diaria con nuestra mascota perruna para evitar conflictos o malestares en el perro y en nosotros perfectamente evitables en el inicio de la convivencia y más complejos de modificar cuando lleva tiempo en casa.

 

Los comandos en la obediencia del perro

Cuando queremos adiestrar a nuestro perro deberemos de establecer unos comandos para que la tarea resulte más sencilla. Lo primero es definir qué es un comando, este sustantivo se refiere a una orden o una tarea. Por lo tanto comando es cada orden que damos a nuestro perro, cuando queremos que haga una determinada acción, hay algunas que son de forma instintiva y que el perro enseguida asociará, como son jugar, salir o comer y otras deberemos repetirlas muchas veces hasta que las asocie a la acción que queremos que haga.
Entre esos comandos están, ven, sienta, túmbate, junto, libre, gira, pata… todos los que se nos ocurran para cada actividad. Es importante, antes de empezar con el adiestramiento que establezcamos las palabras que vamos a utilizar y siempre usemos las mismas.
Hay personas que le dan las órdenes en otros idiomas como el inglés o el alemán, eso es una cuestión de cada uno, pero no por hablar en otro idioma el perro nos va a entender mejor. Los perros no saben de idiomas y no saben lo que significa cada palabra sino se lo enseñamos previamente y le premiamos cada vez que se asemeje a lo que queremos, el irá asociando, pero el perro no sabe de idiomas humanos.
Lo importante cuando establecemos un comando, es nuestro tono de voz, debe ser firme y tranquilo, no por gritar más nuestro perro nos va hacer más caso, todo lo contrario solo oye ruido y nos evitará. Tener en cuenta que la audición de un cánido es tres veces mejor que la del humano, así que sí le decimos sienta en un tono de voz bajo también nos va a escuchar. Cualquier perro es capaz de interpretar el lenguaje no verbal del humano, de hecho en muchas ocasiones expresamos más por lo que decimos a través de nuestro cuerpo que por lo que expresamos por la voz.
Las palabras que utilicemos para ordenar acciones pueden venir acompañados de señales visuales, esto ayudará a reforzar las acciones que queremos que nuestro perro ejecute. Es importante utilizar siempre las mismas palabras y las mismas señales.
Cuando sean acciones en movimientos nombraremos al perro, comando/señal y refuerzo positivo, sí la acción que requerimos de nuestra mascota es en estático eliminaremos el nombre y todo lo demás igual.
Es importante ser pacientes y constantes, al principio puede que no consigamos el objetivo marcado pero a través de la repetición y la constancia lograremos que nuestro perro ejecute las acciones sin problema.

Proyecto del perro amarillo

¿Alguna vez habéis visto pasear a un perro que lleva en su correa un lazo amarillo?

Eso quiere decir que es un perro que está en periodo de entrenamiento o tiene algún problema de comportamiento o de salud y se pide que le dejen más espacio para que se sienta cómodo.

Así pues, si veis a un perro con lazo amarillo, por favor, no os acerquéis a él y dejadlo tranquilo. Y si no nos queda más remedio que pasar por su lado, primero deberemos informar al dueño y él nos indicará la mejor manera de hacerlo.

Causas posibles

Esto no quiere decir que sea un perro agresivo ni peligroso, simplemente puede estar convaleciente de una enfermedad o estarse habituando a un nuevo entorno tras una mudanza o por haber sufrido algún trauma.

Otra de las causas más habituales es que sea un perro con inseguridad y que reaccione con miedo y ansiedad a otros perros o a movimientos bruscos.

Ayudándolo a ser feliz

Lo que se pretende con este aviso es evitar al perro esos momentos de estrés y así trabajar con él en el refuerzo positivo para conseguir que ese comportamiento se elimine y sea un perro más feliz.

Si vamos paseando a nuestro perro cuando vemos el lazo amarillo en otro perro, lo primero que deberemos hacer, sin alterarnos, es controlar que nuestro perro no se acerque al otro, ya que sin quererlo podemos provocar una respuesta de agresividad en señal de defensa.

Debemos de tener en cuenta que no es cuestión de que nuestro perro sea amistoso y no tenga problemas con saludar a cualquier perro, sino que al perro con el lazo amarillo puede no parecerle bien que un extraño venga a saludarle con alborozo.

El Proyecto del perro amarillo es un movimiento a escala mundial que quiere concienciar a los dueños de los perros para que cada vez más entiendan y respeten los problemas de nuestros animales.

¿Cómo saber si nuestro perro debería llevar un lazo amarillo?

Nosotros, más que nadie, deberíamos conocer el comportamiento normal de nuestro perro. Si está gruñón porque está pasando un postoperatorio o recuperándose de una dolencia, deberíamos salir a la calle con ese lazo y así ofrecerle la posibilidad de un paseo sin “amigos” pesados.

Si nuestro perro ladra constantemente ante la presencia de gente o de otros perros, sin duda tenemos un perro reactivo. Además de sacarle a pasear con el lazo amarillo, deberíamos conseguir la ayuda de un profesional que le ayude con un refuerzo positivo a ganar esa confianza que le falta y perder el miedo.

La convivencia entre un perro y un gato

A la hora de establecer una convivencia entre estas dos especies, debemos tener presente que ambas son predadoras, es decir que cazan para alimentarse. Todos hemos visto algún gato detrás de un pájaro o de una mosca, intentándoles coger, aunque el felino estuviera en una casa con todas las necesidades alimentarias cubiertas, esto no es más que una respuesta a sus impulsos. Estos impulsos de cazador de los canes y los felinos se pueden controlar y reducir a través de una buena socialización y poniendo a su disposición juguetes que hagan que esas respuestas instintivas cazadoras queden satisfechas.

La convivencia entre dos cachorros es mucho más sencilla, ya que ninguno de los dos tienen adquirido un rol dentro de la casa y durante los primeros meses de vida se adaptan mejor a los cambios y a las novedades.

El introducir un perro cachorro en un hogar donde ya existe un gato adulto, se debe realizar con precaución y analizando cuáles son las reacciones de nuestro gato con respecto a otros animales más grandes que él. Las respuestas más típicas son:

  • El gato pasa del perro, sigue haciendo su vida, sin tener en cuenta al perro.
  • Nuestro felino reacciona mal y se pone a bufar y a gruñir.
  • Otra reacción es que tienda a esconderse para evitar cruzarse con el perro.

 Iniciaremos la convivencia introduciendo al cachorro dentro de un transporting o sujetándolo nosotros en brazos, para saber cuál de las tres reacciones tiene el gato. Su reacción va a depender de la socialización que haya tenido y el rol que desempeñe en casa, si actúa como líder hay que hacerle ver que va a seguir siéndolo. Si hay un intento de ataque inmediatamente los separaremos y lo intentaremos en otro momento. El gato también puede tener una actitud curiosa acercándose a olfatear y a olisquear y en esa situación les dejaremos porque es su forma de relacionarse y conocerse.

Les observaremos, no les dejaremos nunca solos y si tenemos que salir de casa les dejaremos en habitaciones separadas.

Es importante que cada uno tenga su independencia en el alimento y en el descanso. Es decir cada uno debe tener su comedero y su bebedero porque sino pueden empezar los conflictos por el alimento. También es necesario que cada uno tenga su sitio de descanso.

Cuando existan interacciones positivas, debemos premiarlos justo en el momento en que se estén produciendo, para que asocien la situación a un beneficio y se reproduzca en el tiempo. En un principio el refuerzo positivo será una golosina, con el tiempo se puede sustituir con un refuerzo social como por ejemplo una caricia.

La integración de un perro en una casa que ya habita un gato, debe ser tranquila, sin imponer ni forzar la situación, porque eso sólo puede tener como resultado problemas. Es necesario que tengamos paciencia y respetemos el ritmo de adaptación de cada uno.

Los perros de los famosos

Las grandes celebridades internacionales también tienen mucho amor que dar. Y, como los demás seres humanos, los que caminamos al nivel de suelo, no de las estrellas, comparten mimos y cariñitos con sus perritos. Vamos a ver alguno de los casos.

La primera de las mascotas protagonista en casa de unos famosos se llama Jacques y comparte vivienda (quién pudiera) con Brad Pitt y Angelina Jolie. Es un bulldog blanco y café del que Johhny Depp dijo una ocasión que era el perro más apestoso que había conocido. Envidia cochina… o canina.

Otra pareja que vive en el olimpo de la fama y comparte su espacio con un perro es la compuesta por David y Victoria Beckham, un perro dulce y tan dócil que se deja hacer la manicura y ponerse camisetas de fútbol. Un santo, vamos.

¡Ay, Chihuahua!

Hablando de moda y de perros, ¿sabías que Paris Hilton ha tenido ocho perros en cinco años? El más conocido de ellos ha sido, sin duda, Tinkebell, un chihuahua (¿qué otra raza podría ir con ella?) para el que incluso llegó a sacar un libro The Tinkerbell Hilton diaries. Para combinar moda y mascotas, Paris llegaba a sacar, en 2008 una colección de ropa llamada “Little Lily”.

Aparte de la Heredera, otra famosa a la que le encantan los chihuahuas es Scarlett Johanson, tal es la raza a la que pertenecen sus Maggie y Pankake, compañeros inseparables en su ascenso a la fama y que llegaron a posar con ella.

Otra chihuahua (¿qué tendrán estos perros?), Lola, comparte juegos y carantoñas con Hilary Duff. Cuando sólo era un bebé, Lola tuvo que someterse a una operación de cerebro que la ex chica Disney costeó de su bolsillo. Tras la intervención, Lola es una perrita sana y feliz.

Mascotas que se dan la gran vida

Britney Spears también tiene una perrita, Hannah, que lleva una vida de auténtica reina. Pero no sólo eso: es que la excéntrica artista ha abierto un perfil en Twitter para su mascota, donde va publicando todas sus travesuras. Si quieres saber cuál es la última, sigue a Hannah en @hannahspears.

Y vamos a terminar cambiando de especie. Una de gatos. La parte humana la pone Katy Perry, que está tan unida a su felina mascota que cuando se divorció de Rusell Brand sólo quiso quedarse con Morrisey, uno de los tres gatos que la pareja compró mientras convivía. Un gato que, por cierto, tiene la paciencia de dejar que Katy le haga la manicura. Vida gata.

¿Qué hacer si mi perro se pierde?

Ya hemos hablado en otro post del peligro de que nuestro perro salga huyendo asustado del ruido de uno de los numerosos petardos y cohetes que se lanzan en estas fechas. Lo mejor para evitarlo es llevarlos atados y soltarlos solamente en las áreas caninas cerradas.

Si a pesar de nuestros cuidados ocurre lo peor y nuestro perro sale corriendo despavorido sin atender a nuestras llamadas hay que ponerse en marcha enseguida para localizarlo lo antes posible.

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Nuestro perro ante la llegada de un bebé

Ante la llegada de un bebe a nuestras vidas, nos suelen asaltar dudas de si un perro es adecuado en nuestro hogar y de cómo se va a desarrollar la convivencia entre ese pequeño que esperamos y el cánido que vive en nuestra casa. Esa incertidumbre puede ocasionar miedos e inseguridades ante la posible aparición de los celos del perro hacia nuestro/a niño/a.

La mayoría de los canes tienen curiosidad hacia el bebe y no tienen ningún tipo de problema para adaptarse a la nueva situación que se presenta en el hogar. Si es cierto que existe un grupo minoritario de cuadrúpedos que pueden percibir a los pequeños como seres extraños, ya que no han visto ninguno anteriormente y presentan algunas dificultades en la convivencia ante esta situación, por lo que debemos actuar para prevenir conflictos y accidentes.

  • Debemos recordar si nuestra mascota ha tenido un comportamiento hacía algún humano sea adulto o no, o alguna acción de caza hacia otros animales como (pájaros, conejos, gatos…).

Si la respuesta es afirmativa debemos consultar con nuestro veterinario o con un experto en comportamiento canino, que nos aconseje y nos oriente y si fuera necesario que establezca unas pautas de intervención para reeducar a nuestro perro y así reducir la posibilidad de un comportamiento agresivo hacia el niño/a.

De todas formas, también debemos tener en cuenta, que a veces los perros tienen un comportamiento afable hasta la llegada del bebe, en ese momento se produce un cambio de actitud en el cánido porque se le presta menos atención y puede tener como consecuencia la aparición de celos que provoquen una convivencia complicada. Ante esta situación deberemos de estar atentos para actuar inmediatamente.

Hemos hablado de los celos, pero ¿qué son los celos y porqué aparecen en nuestros perros? Los celos tienen que ver con la educación que ha recibido y brotan porque no les hemos dejado claro la situación que ocupan en nuestra unidad familiar. Los celos normalmente los desarrollan porque desde la llegada del perro a nuestro hogar le hemos dejado que desempeñase la función de líder. Hay que dejarle claro que nosotros somos los que lideramos nuestra familia, porque sino tendrá como desenlace que no aceptará las incorporaciones de nuevos miembros a la unidad familiar. Ante cualquier síntoma debemos buscar ayuda, pero no todo es negativo también existe la parte positiva de que tengamos un perro en casa cuando llegue nuestro pequeño, y es que entre ellos se va a generar un vínculo que va a ser favorable en todos los sentidos posibles, como por ejemplo el bienestar emocional, la compañía, el tener un amigo leal, un compañero de juegos, y desde el punto educativo, vamos a poder enseñar a nuestro hijo respeto, valores, tolerancia, empatía…

Por lo que podemos concluir, que siempre hay que estar atento antes las señales que manifieste el perro para actuar, pero que también debemos tener en cuenta los aspectos positivos y beneficiosos que produce este animal de compañía.