Ante la llegada de un bebe a nuestras vidas, nos suelen asaltar dudas de si un perro es adecuado en nuestro hogar y de cómo se va a desarrollar la convivencia entre ese pequeño que esperamos y el cánido que vive en nuestra casa. Esa incertidumbre puede ocasionar miedos e inseguridades ante la posible aparición de los celos del perro hacia nuestro/a niño/a.
La mayoría de los canes tienen curiosidad hacia el bebe y no tienen ningún tipo de problema para adaptarse a la nueva situación que se presenta en el hogar. Si es cierto que existe un grupo minoritario de cuadrúpedos que pueden percibir a los pequeños como seres extraños, ya que no han visto ninguno anteriormente y presentan algunas dificultades en la convivencia ante esta situación, por lo que debemos actuar para prevenir conflictos y accidentes.
- Debemos recordar si nuestra mascota ha tenido un comportamiento hacía algún humano sea adulto o no, o alguna acción de caza hacia otros animales como (pájaros, conejos, gatos…).
Si la respuesta es afirmativa debemos consultar con nuestro veterinario o con un experto en comportamiento canino, que nos aconseje y nos oriente y si fuera necesario que establezca unas pautas de intervención para reeducar a nuestro perro y así reducir la posibilidad de un comportamiento agresivo hacia el niño/a.
De todas formas, también debemos tener en cuenta, que a veces los perros tienen un comportamiento afable hasta la llegada del bebe, en ese momento se produce un cambio de actitud en el cánido porque se le presta menos atención y puede tener como consecuencia la aparición de celos que provoquen una convivencia complicada. Ante esta situación deberemos de estar atentos para actuar inmediatamente.
Hemos hablado de los celos, pero ¿qué son los celos y porqué aparecen en nuestros perros? Los celos tienen que ver con la educación que ha recibido y brotan porque no les hemos dejado claro la situación que ocupan en nuestra unidad familiar. Los celos normalmente los desarrollan porque desde la llegada del perro a nuestro hogar le hemos dejado que desempeñase la función de líder. Hay que dejarle claro que nosotros somos los que lideramos nuestra familia, porque sino tendrá como desenlace que no aceptará las incorporaciones de nuevos miembros a la unidad familiar. Ante cualquier síntoma debemos buscar ayuda, pero no todo es negativo también existe la parte positiva de que tengamos un perro en casa cuando llegue nuestro pequeño, y es que entre ellos se va a generar un vínculo que va a ser favorable en todos los sentidos posibles, como por ejemplo el bienestar emocional, la compañía, el tener un amigo leal, un compañero de juegos, y desde el punto educativo, vamos a poder enseñar a nuestro hijo respeto, valores, tolerancia, empatía…
Por lo que podemos concluir, que siempre hay que estar atento antes las señales que manifieste el perro para actuar, pero que también debemos tener en cuenta los aspectos positivos y beneficiosos que produce este animal de compañía.