Collar eléctrico: tortura

Este instrumento es utilizado por personas que se denominan así mismos  educadores de perros.  Estos artilugios provocan descargas eléctricas en el Sistema Nervioso Central de nuestra mascota. El conocimiento sobre la descarga que aplicamos a nuestro perro cada vez que damos al botón es una incógnita, los fabricantes de estos instrumentos de tortura no ponen ninguna etiqueta ni envoltorio con el voltaje que administra el collar, pero sí que ponen frases tipo, educación del perro, reducir el ladrido del perro…

Tener un animal, significa ser un poco sensible y un poco empático ( saber ponerse en la piel del otro) estas cualidades no hace falta tenerlas desarrolladas completamente, pero es necesario que hagan parte de nuestras cualidades positivas, para que nos demos cuenta que los collares eléctricos son elementos que provocan daño y dolor en nuestro noble amigo.

Todos en algún momento hemos sido víctimas de la electricidad estática, hemos recibido un chispazo al tocar a otra persona, o al tocar una barandilla… o también hemos sufrido un calambrazo al enchufar un aparato eléctrico a la corriente de luz. Estas sensaciones no son agradables. Sí afirmamos que no nos gusto podemos hacernos estas preguntas ¿ Porqué tienen que ser agradables para nuestras mascotas? ¿Qué es lo que han hecho tan grave para que les demos un castigo tan horroroso?.

La educación de una mascota debe ser a través del cariño, los humanos también somos animales racionales y aprendemos todo mejor con estímulos positivos, a los animales les pasa igual que a nosotros, sí tienen una consecuencia positiva el aprendizaje se producirá antes, y sí les tenemos que corregir, lo haremos desde el cariño y la comprensión, al final nuestro perro tendrá asimilado el aprendizaje sin sufrimiento.

Los collares electricos solo tienen consecuencias negativas, éstos producen una descarga eléctrica que puede afectar negativamente a los músculos, el corazón o al cerebro y el daño será mayor o menor en función del voltaje que le suministremos, incluso estos daños pueden ser irreversibles. Pero no solo a nivel físico le afecta, a nivel psicológico y emocional  también le afecta. El recibir descargas de forma continuada produce en el perro estados de angustia, stress, nerviosismo, apatía…

Es necesario reflexionar, y llegamos a la conclusión de que sí queremos a nuestra mascota y la queremos educar, en vez de realizar un desembolso económico en un instrumento de tortura hagámoslo en Al final si utilizamos esta vía de aprendizaje positivo, nuestro perro no solo será un cánido educado  sino que será feliz y psicológicamente equilibrado.

La receta una mascota

En muchas ocasiones se regalan animales a personas que sufren de depresión, tienen problemas de movilidad, necesitan compañía, a niños… Esta claro que regalar un animal supone un beneficio para la persona que lo tiene, numerosos estudios han hablado del bienestar físico y psíquico que supone, que baja la presión arterial, es una forma de enseñar empatia y  responsabilidad a los niños. Pero la pregunta sería todos los animales ofrecen estas ventajas y todos los animales están en disposición de dar esos beneficios. La respuesta es NO pero no por el animal, sino por la persona que lo cuida.

Un ejemplo sería al niño que se le regala un cachorro, nos da igual la raza de perro, es complicado que el niño aprenda a respetar, si esta observando que el resto de los miembros de la familia le educan a base de castigos, le pegan o utilizan un collar eléctrico. Es difícil que un niño aprenda responsabilidad cuando se nos olvida darle de comer, vamos a la tienda y compramos el pienso más económico, o cuando llega el verano le abandonan en medio de la nada. Un perro puede enseñar muchas cosas pero sí el entorno no colabora en ese aprendizaje es complicado que el niño pueda interiorizar esas cualidades.

Otro ejemplo, podría ser la persona anciana que como esta solo le regalamos un perro de la protectora. Lo primero por norma general no sabemos que le ha sucedido ha podido ser maltratado, por lo que posiblemente se relaciona con esa persona o con miedo o con agresividad, lo que tiene como consecuencia que la persona mayor tenga que estar constantemente pendiente del animal para evitar problema, ¿esto es una ayuda para la persona?, no.

Los perro o cualquier otro animal para que puedan ser un beneficio para la persona tienen que estar en equilibrio, y para ello es necesario conocer como se comportan, como educarlos, que es lo que necesitan… y lógicamente que el entorno sea el adecuado. No piensen que con un educador o cuando ya ha aparecido el problema es suficiente a veces puede serlo pero no siempre. No se deben adquirir animales para solucionar problemas, sino porque le gustan y quiere compartir su vida con uno, si hay algo que arreglar es mejor pedir consejo y dejarse aconsejar que animal es el más adecuado para nuestras necesidades. Los animales dan mucho pero nosotros también les debemos dar para recibir si no, es complicado.