Los peligros navideños

Se acercan las fiestas navideñas y con ellas toda clase de nuevas experiencias para nuestros peludos. Mercados navideños, aglomeraciones de gente, villancicos sonando en los altavoces de las calles, petardos, etc.

Por lo general los grandes alborotos no son lo más adecuado para nuestros perros, por lo que no es aconsejable ir con ellos a pasear entre el bullicio. Hay que tener en cuenta que ellos se rigen por los estímulos olfativos y auditivos y sobrecargarles de ellos les puede suponer un estrés.

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Mascotas en apartamentos 1ª parte

Mascotas en apartamentos:elección de perros

Antes de elegir cualquier perro para satisfacer sus necesidades de estilo de vida debe considerar si el animal es apto para su hogar. Existen razas de perros que pueden vivir felizmente aún en un apartamento.

Los perros que viven en apartamentos deben tener algún tipo de ejercicio todos los días. 

Las razas pequeñas y “Toy” puede ejercitarse con un juguete persiguiéndolo por todo el apartamento.

Sin embargo, los perros más grandes deben visitar el aire libre todos los días para caminatas, carreras, o juegos; un apartamento está muy bien para dormir y comer, pero no para dejarlos allí todo el día.

Algunas razas de perros no deben ser considerados como animales de compañía, si usted es un habitante de apartamento no debe coger como opción:

Perros guardianes y agresivos;

Perros con extremada alta energía;

Perros que ladran mucho.

Consejos si tienes pensado coger una mascota:

Esta guía para elegir un perro contiene la información que debe considerarse y evaluar antes de elegir cualquier nuevo perro como mascota de apartamento.

¿Qué tan activo es el futuro dueño? ¿Cuáles son sus niveles de energía? Los niveles de actividad de las razas de perros varían, muchos perros requieren de largos paseos y ejercicio al aire libre (el aburrimiento y el mal comportamiento a menudo son el resultado de la falta de ejercicio).

¿Qué tamaño de perro se adapta a su estilo de vida y espacio? Los perros se dividen en tres grupos de tamaño de pequeñas, medianas y grandes.

Por lo tanto hay que preguntarse si el apartamento y el espacio es suficiente para un perro grande.
Si se es capaz de manejar un perro más grande durante el paseo. ¿Se podrá levantar o transportar un perro grande si es necesario?

Los perros pequeños también pueden estar llenos de energía y perros aburridos en el hogar puede causar todo tipo de problemas.

Otro aspecto importante a evaluar es el tiempo que se podrá dedicar al perro mascota. Además de ejercicio, los perros pueden hacer otras demandas en su tiempo.

Los perros entrenados, obviamente, requieren menos tiempo dedicado a la formación.

¿Necesita un perro que le gusta jugar o un “perro faldero” más dóciles?
Los niveles de ruido, es otro factor de gran importancia ya que por un tema de convivencia no suele ser correcto tener un animal muy ruidoso.

Muchos perros reaccionan a los ruidos desconocidos, algunos con sus ladridos o gruñidos y otros que pueden ser más tímido o reservado puede asustarse.

¿Tendrá que dejar el perro solo por períodos cortos? Algunos perros pueden hacer frente a esto; a otros, menos entrenado, les resulta difícil y pueden llegar a aburrirse.

 

Las cataratas en el perro

Muchas de las enfermedades habituales en el ser humano ocurren también en los perros. Un buen ejemplo de esto son las cataratas. Cuándo hablamos de cataratas nos referimos a un daño en el cristalino del ojo, que pierde su transparencia se cubre por una membrana blanquecina o azulada puede terminar por hacer perder totalmente la visión del ojo afectado.

No todas las cataratas son evolutivas, hay algunos tipos que permanecerán en el mismo grado por tiempo indeterminado, aunque ya habrán hecho perder al perro parte de su visión.

Es habitual que afecte a los dos ojos y aunque puede sucederle a cualquier perro, es más habitual con la edad y en determinadas razas  como el Cocker Spaniel, el Caniche, el Husky Siberiano o el Labrador entre otros.

¿Por qué se producen?

En muchos casos se producen por un problema genético del animal, por eso hay razas más propensas que otras en desarrollar cataratas. También se puede producir una catarata debido a un traumatismo, a una infección o por problemas metabólicos, como es el caso de la diabetes.

Hay cosas que es imposible prevenir, pero la diabetes en muchos casos es producto del sobrepeso y la mala alimentación y eso es algo que sí está en nuestras manos prevenir. Un perro con un peso saludable será un perro mucho más sano. Por supuesto jamás se le deben de dar dulces o restos de comida para humanos, que no suele ser saludable para ellos.

Asegúrate también de que tu animal hace suficiente ejercicio, de este modo quemará las calorías sobrantes y se sentirá mucho más tranquilo

¿Cómo puedo detectarlas?

Normalmente las cataratas no se notan hasta que aparece la famosa membrana opaca que cubre el cristalino. En ese momento ya es seguro que el animal lleva muchos meses, incluso más de un año, sufriendo la enfermedad.

Observar bien a nuestro animal y detectar a tiempo un problema de visión es la única manera de darnos cuenta con anticipación de que hay un problema. Hoy por hoy las cataratas en el perro se pueden operar si se trata de un animal sano y no muy mayor. El 90% de los perros intervenidos recuperan su visión y pueden llevar a cabo una vida normal.

La operación puede ser de dos tipos, uno de ellos es similar a la de los humanos y consiste en instalar una lente que hará las funciones del cristalino sano. La otra, más habitual por ser mucho más económica, consiste en extraer el cristalino pero sin colocar nada en su lugar. El perro tendrá la suficiente visión como para hacer una vida normal.

No conociste a Zar

Como pretendo que este blog tenga un mínimo de estilo y elegancia, no me voy a parar a decirte que creo que eres un hijo de la grandísima puta (¿qué tendrán los exabruptos que en cuanto gritas “cabrón” en una plaza atestada de gente vuelve la cabeza hasta el que no lo es?).

De entre todos los que han vuelto la cabeza, entre curiosos e indignados, me dirijo a ti. Sí, a ti, cuya cara no conozco, pero que eras el antiguo de dueño de Zar. Bueno, yo lo llamé Zar, aunque en la protectora de animales, donde casi se muere de la neumonía, lo llamaban Beethoven. Así de simpático y lindo era.

Cuando llegó a casa, Zar, Beethoven o Chucho, como imagino que lo llamarías, era un animal lleno de heridas, visibles e invisibles: además de las cicatrices, de los callos en los huesos (tenía la cola rota y par de costillas mal soldadas), además de los parásitos que lo estaban, literalmente, matando, era un perro destrozado por dentro.

Heridas ocultas

Supongo que, como ser sin alma que eres, no te importará demasiado, pero el pobre animal entraba en pánico cada vez que oía el motor de un coche grande o el ruido de la persiana de un garaje. Es más: no soportaba la presencia de otro ser humano salvo la mía, llegando a orinarse de pánico cada vez que se le acercaba alguien.

Recuerdo que tuve que improvisar pañales con bolsas de la compra para que no ensuciase los rellanos de la escalera, puesto que también sufría ataques de terror al salir a la calle. Sí: sólo unas dosis de paciencia dignas del santo Job lograron arreglar en parte tus estragos.

Una cadena demasiado larga

Sin embargo, Zar me demostró, todavía muy débil, febril, y obligado a salir para que le diera el aire, que, de haber sido preciso, habría dado la vida por mí. Pero esa es, aunque también esta que te estoy contando, otra historia.

La verdad es que, cuando Zar llegó a casa, me hice con una cadena (sí: de esas de ferretería) como cinco metros más grande de lo necesario. Eran dos los motivos: de un lado, jugar con las distancias de modo que el perro pudiera acercarse o alejarse de mis piernas según se fuera sintiendo más o menos seguro.

El otro motivo era el de hacerte tragar tres metros de cadena envueltos en mi puño si alguna vez te encontraba. Pero, tranquilo: por cobarde y mierdas que seas, no te va a pasar nada por mi parte. Ya tienes suficiente castigo: no conociste a Zar.

El mejor perro del mundo

Aunque creo que todos los amos dirían lo mismo, voy a hablar del mejor perro del mundo. Cuarenta y dos kilos de cariño, lealtad y nobleza antepuestas, de ser necesario, a su propia vida. Una cabeza enorme en comparación con el cuerpo, musculoso y duro como si fuera de mármol, sujeto por unas patas cuyas zarpas eran más grandes que el centro de la palma de la mano. Y ojos de niño inocente.

Los ojos. Los ojos de un rottweiler que me enseñó a ser persona antes que gente, a cuidar y a querer sin esperar nada más allá de lo más básico a cambio. Siempre he considerado que con las razas grandes hay que ser muy firme y, de ser necesario, corregirlos con un cachete. Rara vez llegaba a tal extremo, pero Draco, que ahora tendría, de vivir, catorce años, nunca me respondió con un mal gesto.

Berlin #2

El perro llegó a un piso de estudiantes con apenas cuatro meses y, superado algún que otro miedo de los chicos, se convirtió en la mascota, no ya de a casa, sino de todo el edificio. Así era: sociable, noble. Bueno.

Una educación sencilla pero imprescindible

La inteligencia y deseo de complacer de Draco eran tales que hicieron que aprendiera a dar la pata en cinco minutos, a sentarse en otros tantos y a tumbarse –esto último ayudado por restos de chuletones de un restaurante- en apenas diez.

En la calle, pronto pudo salir a pasear sin correa: con un “¡Al pie!” se situaba a tu lado y no se adelantaba más de un metro. Y la prueba de que los animales son muchas veces más inteligentes que las personas es que, allá por donde íbamos, siempre había alguien que se apartaba, con mala cara. Vale: lo entiendo: un animal de ese tamaño impone, por pacífico que se muestre.

La jauría, la familia

Pero es que cuando llegábamos al parque, Draco jugaba con cualquier perro (con cualquier cosa en realidad). Encontró, merced a su tamaño, un lugar en la jauría en muy poco tiempo. El líder era otro rottweiler: Masai, detrás, un husky cuyo nombre no recuerdo, luego, Draco.

Recuerdo lo que me reía cuando los perros pequeños se le colgaban de la cara para jugar o para agredirlo y él, tranquilo, caminaba unos metros. Cuando se aburría del juego, con una pata, suavemente, los apartaba

¿La raza o el amo?

Podría seguir hablando durante horas y horas de cómo me enganchaba el mosquete a la presilla del pantalón y hacía que él me sacara de paseo, con la correa en la boca; de cómo, cuando me hacía daño por jugar con él (el daño me lo hacía yo: él era extremadamente cuidadoso), Draco paraba, se sentaba e intentaba lamerme…

Y todavía hay quien tiene la osadía de hablar de razas peligrosas en lugar de hacerlo de amos hijos de mil padres.

Los perros y el acicalado.

Es bonito ver a un perro limpio, aseado y que le brille el pelo, para conseguir todo esto, hay que dedicarle un tiempo todos los días a acicalarle, no solo para que su aspecto sea vistoso sino también para crear un vínculo con nuestra mascota, que le genere menos estrés ir al veterinario… El momento del aseo, es un momento de relax para los dos en el que se crea una unión y una complicidad.

Los perros no necesitan que se les de un baño todos los días, su piel y pelo no lo aguantarían, les debemos bañar cada dos o tres meses utilizando champús y jabones específicos para ellos, no escatiméis en el dinero, porque la elección del champú es importante para lograr que el pelo de nuestro perro este sano y brille. Cuando le bañemos, debemos de tener todos los útiles que vayamos a usar preparados antes de empezar, porque si le dejamos solo en el baño porque se nos ha olvidado algo las consecuencias pueden ser negativas, desde que se produzca algún accidente por intentar salir del baño, o simplemente salga y lo ponga todo patas arriba…

Una vez que ha salido del agua, hay que secarles el pelo para evitar que enfermen, Hay razas que con una pasada de toalla es suficiente para secarles el pelo, pero existen otros que no, que es necesario secarles el pelo, habitualmente cogemos nuestro secador de pelo para hacerlo pero hay que tener cuidado porque le podemos quemar. En el mercado existen unos aparatos que son como los secadores que se llaman expulsores, estos aparatos lo que hacen es lanzar el agua hacia afuera del pelo y del cuerpo, no desprende calor, el inconveniente que pueden tener es el ruido que hacen que pueden asustar al perro.

Cuando sale de su baño podemos aprovechar para cortar las uñas, porque se habrán ablandado, para ello usaremos un corta uñas específico para perros. Utilizar un corta uñas de personas o un alicate no específico supone que tengamos que hacer varios cortes a la misma uña o que tengamos que poner posturas incómodas que hagan que el perro se ponga nervioso o intente escaparse. Un corta uñas para perro hace un corte y ya esta. No debemos cortar al ras las uñas porque son muy sensibles y sangran bastante. Las uñas blancas no tienen ninguna dificultad se ve perfectamente donde debemos realizar el corte, las complicadas son las de colores oscuros, aquellas que son marrones o negras, éstas si que tienen más dificultad porque no se ve bien donde llegan. Si os da miedo, es mejor que le lleváis al veterinario o al peluquero que se encargará de cortárselas sin problema.

Por último, el cepillado se debe realizar todos los días, con un cepillo apropiado para el pelo de nuestra mascota, evitaremos los de metal porque hacen y daño y pueden terminar haciéndole una herida en la piel.

 

Comando: Mira en el perro

Los comandos u órdenes son palabras o gestos que se utilizan para que el perro haga lo que se le esta pidiendo, es decir si se le dice mira debería de girar la cabeza hacia la posición que ocupamos, si se le dice sienta, deberá sentarse en el suelo. Se le puede enseñar muchos comandos al perro siempre con paciencia y constancia. Antes de comenzar a enseñar una orden a la mascota es necesario que se piense que se quiere conseguir con ello y hay que ser lo más específico posible. En muchas ocasiones el error es expresar una palabra y comunicar otra cosa con nuestro cuerpo, los perros no entienden el lenguaje verbal, ellos asocian y son unos expertos en reconocer la expresión corporal.

La orden de mirar es la primera que se debe enseñar al perro, antes de enseñarle a sentar, tumbar o cualquier otro truco que se le quiera enseñar, esto es así porque una vez que tiene interiorizado el comando mira es más fácil que aprenda todo lo demás porque estará pendiente de su dueño.

La forma más sencilla de enseñar al cánido es con el clicker y con un premio, posiblemente con el que mejor aprenderá será el de la comida. Para comenzar el aprendizaje se deberán de colocar frente a él, sin ruidos ni distractores alrededor. Una vez que se encuentre frente a él, se colocará el premio en el puente de la nariz y dirá el nombre del perro y MIRA. Las primeras veces que se intente con casi total seguridad el mira durará un segundo escaso, se deberá premiar, para que vaya asociando que cuando realiza ese comando consigue algo positivo a cambio.

Es necesario repetirlo muchas veces pero tampoco se debe realizar durante un tiempo prolongado, lo mejor es hacerlo durante 5 o 6 veces seguidas y después parar, repitiéndolo a lo largo del día. Según se vaya trabajando este concepto mejor resultará, cada vez mantendrá mas la atención. Una vez que se ha conseguido se aumentará la dificultad, se pasará a trabajarlo en una habitación distinta, con personas alrededor, con juguetes cerca y por último en la calle. Cuando se trabaja en la calle se comenzará en lugar tranquilo en el que se encuentren solos para reducir al máximo los distractores cuando se haya conseguido se incrementará la dificultad.

Es posible que en casa lo tenga totalmente adquirido y en la calle cueste en exceso conseguirlo, no hay que desesperar y hay que ser constantes y darle tiempo para que lo interiorice.

Los mejores cazadores

Pronto comenzará la época en que los cazadores se levantes muy pronto por la mañana para ir a cazar a sus presas. En el norte, jabalíes, palomas, perdices… son algunos de los animales que pierden la vida a mano de los cazadores. Muchos aficionados a este deporte, algunos lo llaman matanza, se hacen cada año con los mejores perros para ayudar a sus dueños a encontrar la presa más preciada. 

Se puede decir que es un deporte bastante caro, no solamente porque el material que se utiliza lo es, sino porque se da mucha importancia al acompañante, al perro. Hay razas que son más apropiadas que otras para acompañar a un cazador en su jornada. Nadie se imagina a un chihuahua en una día de cacería.

Uno de los perros más adecuados para la caza es el Beagle. Es un perro que no hace falta entrenarlo para rastrear, simplemente esa característica es innata en el. Es muy bueno para  cazar porque ademas de ser un rastreador nato, es un perro con mucha energía, que ha sido criado sobre todo para cazar conejos, codornices o faisanes.

el cazador con su perro
el cazador con su perro

Springel Spaniel inglés

Su principal virtud es que es muy bueno en asustar a las aves para que salgan del escondite y así, que sus dueños puedan disparar con mucho acierto. Aunque son pequeños, tienen una piernas muy fuertes y por lo tanto, con ayuda de su desbordante energía, pueden aguantar fácilmente un largo día de caza.

Otra de las virtudes de este animal es que su boca recoge las presas con mucha suavidad. Así, si se quiere recuperar ese animal, no hay problema, el perro no le causará ningún mal. Por esa delicadeza, por esa suavidad y por el entretenimiento que aporta, muchos cazadores eligen este acompañante para sus jornadas de cacería.

Setter inglés

Se puede decir que este can es de alta cuna porque en su origen eran perros de caza de la clase alta inglesa. Su gran virtud está en que son muy buenos rastreadores y también se mueven perfectamente en el agua. Además, son perros silenciosos, localizan a la presa por el sentido del olfato y esperan la llegada de su amo sin espantar al ave.

Con este perro son todo ventajas, porque además de hacer bien su trabajo son canes fáciles de domesticar y son poseedores de una gran energía. Como les gusta el movimiento y realmente lo necesitan, si no realizan este tipo de deporte, el amo tendría que realizar grandes caminatas para mantenerlo en forma.

 

Juegos de inteligencia para perros

pet-goldA la hora de enseñar cosas nuevas a un perro y en función de su facilidad para aprenderlas se va a determinar si un perro es inteligente o no, pero la realidad es que la rapidez no es un factor único para determinar si un perro es listo o no. De todas formas se puede incrementar la inteligencia del perro independientemente de la raza que sea y de lo torpe o lo listo que se le considere.

Existen unos juegos en el mercado llamados de forma neutral sin especificar marcas “juegos de inteligencia” estos son especialmente beneficiosos para el animal porque se encargan de estimular la actividad mental a la que no siempre se la dan estímulos para que se desarrolle. Un perro no solo necesita tener sus juguetes a su disposición para entretenerse o hacer ejercicio para soltar energía y estar equilibrado sino que también necesita una tarea que le ofrezca un desafío y tenga que ingeniárselas para resolverla, con ello no solo se está mejorando la capacidad de su cerebro para que aprenda cosas nuevas sino que además le estamos ofreciendo la posibilidad de enfrentarse a situaciones nuevas y resolverlas sin que le provoquen ansiedad o miedo.

Estos juguetes presentan diferentes niveles de dificultad, van de un nivel sencillo a uno muy complicado, es importante comenzar por lo fácil para que no se frustre y según lo vaya superando  para ir incrementando la dificultad. Es importante no pensar que nuestra mascota lo debe de realizar bien desde el primer día, porque sería un error, lo único que estaríamos haciendo es crear unas expectativas falsas en el cánido y lograr que se frustre él y nosotros. El perro irá mejorando su destreza en la resolución de la tarea en función de nuestra paciencia y perseverancia.

La variedad de juegos que existen es muy variada, se puede elegir el que más nos guste y así poder compartir un momento de juego y ocio con nuestra mascota. Estos juegos se deben de realizar en una estancia tranquila de la casa para que la mascota no pierda la atención y la concentración. Lo más importante para que el perro se interese por la actividad es que tenga un premio, normalmente una golosina cada vez que haga bien la tarea, o levante el cubo que necesita…

Este tipo de ejercicio mental puede ser una buena forma de soltar energía para aquellos que necesitan mucho desgaste o que pasan muchas horas solos en casa.

Tu mascota siempre localizada

Uno de los miedos que todos los propietarios de mascotas tenemos es que estas escapen o se pierdan jugando. Es un temor real ya que son muchos los animales que cada año desaparecen de esta forma. ¿Te imaginas poder tener a tu gato o a tu perro siempre localizados? Pues la tecnología GPS ahora te ofrece esa posibilidad.

Un localizador GPS es algo ya muy común en nuestra vida. Muchos coches lo tienen incorporado de modo que si lo roban podemos saber el lugar exacto dónde se encuentra. Pero hasta ahora se trataba de dispositivos demasiado grandes que resultaban poco útiles a la hora de incorporarlos, por ejemplo, al collar de nuestro perro.

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© chalabala – Fotolia.com

Una pastilla de tres centímetros de diámetro

Retrievor es un dispositivo que aún no se encuentra a la venta, por ahora solo se puede conseguir a través del portal de Crowdfunding “Indiegogo”, dónde sus creadores están intentando conseguir los fondos para hacer realidad su proyecto.

Se trata de aparato de tan solo tres centímetros de diámetro y un precio de 220 euros que permite que el dueño del animal controle desde su teléfono móvil el lugar dónde se encuentra su mascota con un margen de error de tan solo tres metros. La cuota mensual es de 1.79 dólares y para todos los que apoyen el proyecto en la red de financiación, será gratuito durante el primer año.

Retrievor funciona con energía solar combinada con la que genera el movimiento del peludo, así que no hay que preocuparse de recargar el aparato. Sus creadores dicen que incluso es posible localizar la señal dentro de edificios, aunque con algunas limitaciones.

Estarás más tranquilo y tu animal más seguro

Este tipo de aparatos nos ofrecen a los propietarios una gran seguridad y evitan que muchos animales acaben vagando por las calles. El microchip garantiza que si lo leen se te llame para que vayas a por tu perro o gato, pero todos sabemos que en muchos casos las perreras no cuentan con estos dispositivos.

Además en el caso de paseos por el monte es muy fácil que el perro acabe perdido en una zona dónde es complicado que lo encuentre nadie a no ser que se sepa la localización exacta, como ocurre con el GPS del que hablamos.

Por cierto, aunque en mi caso lo he encontrado muy útil para las masotas, también se puede utilizar para niños o personas mayores con problemas de orientación ya que no se trata de un artículo exclusivo para uso animal.