Líder de la manada II

En el anterior artículo dí las primeras pinceladas sobre la importancia de tener un perro equilibrado y la necesidad de que nosotros seamos los líderes. A continuación voy a seguir detallando aspectos que debemos tener en cuenta para nuestro perro nos vea como el alfa en casa y el sea un seguidor y lo tenga claro.  Finalice la primera parte estableciendo el orden de llegada de la información al perro, primero olfato, vista y por último el oído, partiendo de esta estructura vamos a establece que siempre nuestro perro va a saber como nos encontramos por lo que el percibe, es decir si estamos tristes el lo va a saber a través del olfato y de la vista si estamos alegres iguales, por eso es necesario que el nos vea como personas fuertes que tenemos claro en cada momento lo que vamos hacer y como lo vamos hacer.

Otro aspecto es el tema de la vista nuestras acciones también le van a dar información por ejemplo cuando llegamos a casa nuestro perro se pone a saltar, se nos sube encima, esto hay que evitarlo porque es una forma de dominancia y de sobre excitación, para prevenirlo lo que vamos hacer es no prestarle atención cuando traspasamos el umbral de nuestra casa, es complicado pero necesario, en el momento que le veamos relajado es cuando debemos saludar a nuestro cánido si vuelve a saltar pararemos inmediatamente para no reforzar ese comportamiento.

Otro aspecto a tener en cuenta es cuando salimos de paseo, el perro nunca debe salir primero, debemos ser nosotros quien salgamos primero es una forma de transmitirle vamos a la calle pero yo dirijo el paseo. En el transcurso de este siempre debe ir al lado o por detrás. En una manada de lobos nunca veremos a ningún lobo superar al líder este siempre va por delante y es el que decide hacia donde va la manada, con el perro debe ser exactamente igual, el querrá parar y que olisquear nosotros decidiremos los momentos. También habrá momentos que podrá ir delante porque le dejemos  retozar en el césped o ir más relajado esos momentos serán los que nosotros decidamos nunca cuando el quiera.

Otro momento  para establecer nuestro liderazgo es la hora de la comida, el nunca comerá al mismo tiempo que nosotros ni pedirá comida mientras estemos comiendo. Una vez que hayamos finalizado procederemos a servirle la comida, cogeremos el cuenco y nunca lo pondremos a su disposición cuando este excitado, sino cuando se muestre relajado, nosotros también marcamos ese momento.

Llamando a nuestro perro

Es frecuente que cuando salimos a pasear al campo o al parque veamos a personas paseando con sus mascotas, pero es curioso que muchos de estos individuos no se atreven a dejarles sueltos por miedo a que sus perros no vuelvan, algo que no es muy adecuado para el bienestar del can, ya que corretear suelto, le permite relacionarse con otros perros, correr, jugar, olisquear… lo que es muy positivo para su bienestar físico y mental.

¿Pero porqué nuestro perro no acude a la llamada?

Existen diferentes razones por las que nuestra mascota no acude cuando la llamamos. La principal suele ser la falta de vínculo con él, bien porque no dedicamos tiempo a relacionarnos o jugar con él, o porque tiene asumido que cada vez que se acerca a nosotros/as le regañamos y nos tiene asociado a algo negativo, por lo que nuestro perro no va a dejar de hacer cosas que le gustan por venir con nosotros/as cuando el estímulo que le estamos mandando es negativo.

Otra razón de no acudir a la llamada, es porque no la tienen interiorizada, para lo cual, es necesario enseñarle que cuando pronunciamos una palabra el tiene que dejar de jugar, relacionarse con otros perro, olisquear… y acudir donde nos encontramos.

¿Cómo realizar ese aprendizaje?

Lo primero que debemos de tener presente al iniciar este aprendizaje es que debe de ser progresivo, comenzaremos en casa para más tarde pasar a espacios abiertos como la calle, el parque, el campo…

Debemos establecer una palabra que al perro le sirva de consigna y la asocie a que tiene que acudir, es decir, que la vincule a la llamada. Para ello podemos utilizar palabras como “aquí”, “ahora”. Es necesario no utilizar palabras que estén muy presentes en nuestro vocabulario habitual como “ven” porque le podemos confundir.

Una vez establecida la palabra de consigna, iniciaremos el aprendizaje en una habitación donde no haya estímulos externos como la televisión u otras personas. Cuando acuda al “aquí” le premiaremos con una golosina perruna, cuando lo consigan iremos haciendo más compleja la llamada, por ejemplo añadiendo estímulos o llamándole desde otra habitación de la casa, siempre reforzando positivamente el comportamiento para afianzarlo.

Una vez conseguido en el hogar pasaremos a realizarlo en un lugar al aire libre que no esté transitado. El aprendizaje aquí será como retroceder un poco porque es un espacio nuevo, pero serán más rápidos los avances. Para ello, al principio le colocaremos una correa de 5 metros o más, cuando haya adquirido el aprendizaje y estemos seguros de nuestro perro, le soltaremos.

Hay que recordar que siempre hay que reforzar la conducta de nuestro perro de forma positiva, al principio le daremos comida o golosinas y luego pasaremos al reforzamiento social. Todo se aprende y se consolida si el estímulo que nos ofrecen es el adecuado.

Aspectos a tener en cuenta en la educación de nuestro gato I

Los gatos como cualquier otra mascota se la debe educar para que la convivencia con él sea lo más adecuada posible. Hay que partir que los gatos pertenecen a la familia de los felinos por lo que son independientes y muy territoriales, sí que es cierto que los gatos durante años se les ha considerado un animal de compañía y esa domesticación ha provocado que sus instintos básicos se modifiquen haciendo que sean más cariñosos aunque dependerá mucho de la raza.

Hay comportamientos que son propios de los gatos que no podremos eliminar si queremos tener una mascota sana pero que podemos canalizarlos de una forma saludable para evitar que nos destroce la casa.

Lo primero un aspecto importante es el juego. Existen multitud de juguetes en el mercado idóneos para ellos. Las características que deben de tener es que sea manejable, un juguete manejable para un gato es aquel que pesa poco, que puede coger fácilmente con las zarpas y que se mueve en el espacio. Hay muchos dueños que compran o crean juguetes para su gato les dejan a su alcance pero nunca juegan con ellos. Esto es un error habrá momentos en que le dejemos solo jugando, pero otros en los que deberemos implicarnos y jugar con él, esto es importante para crear un vínculo con nuestro felino. También el juego tiene como finalidad el que sus instintos de caza los controle mediante el juego y no busque nuestras manos, tobillos y demás partes de nuestro cuerpo para arañar y morder.

Todos los gatos tienen la necesidad de afilarse las uñas, esto es una forma también de marcar territorio, sí no le damos una estructura donde hacerlo, ellos buscaran donde y utilizarán las cortinas, el sofá, las alfombras, cualquier objeto que tengamos en casa y que les sirva para desgastar las uñas.

La escalada es una actividad que está entre las favoritas, lo mismo que lo anterior debemos de darle un lugar para que lo haga sino queremos que se suba a los armarios o a lugares altos que tengamos en la casa.

Cuando le dejamos solo es un momento en que la puede liar, uno de los objetos que podemos usar para evitar que haga travesuras es un elemento en el cual se introduce comida, con él estaremos trabajando dos cosas una mantenerlo ocupado y por otro lado también es una forma de controlar sus instintos de caza, es una forma positiva de conseguirlo porque la consecuencia es el refuerzo positivo, cuando mueve el objeto consigue comida.