Nuestro primer acuario

Los acuarios suelen tener mucho colorido ya que los peces que allí viven suelen ser muy vistosos, con colores llamativos pero debemos tener en cuenta una serie de elementos antes de introducirlos al agua para evitar que nuestros peces puedan enfermar.

Lo primero que debemos de tener en cuenta es que, cada semana o quince días, vamos a tener que dedicarle unos 30 o 40 minutos al mantenimiento de un acuario entre 50 y 75 litros, cuanta más capacidad de agua tiene más tiempo deberemos dedicarle. Además debemos dedicarle todos los días unos minutos dos veces al día, para darles comida y encenderles y apagarles la luz. Sino estamos dispuestos a dedicarles este tiempo de atención, es mejor que no tengamos peces.

Una vez que hemos tomado la decisión de que nos vamos a responsabilizar de nuestros peces y su hogar, tendremos que pensar qué lugar de la casa es el más adecuado para ellos. Debemos pensarlo cuidadosamente para evitar trasladarlo de un lado a otro ya que una vez lleno es bastante aparatoso debido al peso que puede llegar a alcanzar. Debemos pensar que un acuario medio puede llegar a pesar 150 kg entre el soporte, el agua, los peces, y todos los elementos decorativos. También debemos tener en cuenta que deben estar en un sitio espacioso lejos de las ventanas y donde no exista mucho movimiento. Estos animales son muy delicados por lo que el ambiente que debe rodear al acuario debe ser tranquilo, si los peces se ponen nerviosos y se estresan, su pequeño organismo se vuelve vulnerable y existen muchas posibilidades de que enfermen, y un pez enfermo es complicado de recuperar.

Una vez elegido el lugar, procederemos a llenar el acuario. Debemos saber la cantidad de peces que van a vivir en el acuario y más o menos sus medidas, porque en función de ese dato se echará más o menos cantidad. La cantidad de agua va en proporción a la medida total de los peces, es decir, cada 3 cm habrá 5 litros de agua, entonces si tenemos 15 peces que miden 60 centímetros, tendremos que llenar el acuario con 100 litros de agua.

En lo que se refiere a la calidad del agua debemos tener en cuenta que el agua del grifo es apto para los humanos y no tanto para lo peces debido a las impurezas y sustancias que contiene como por ejemplo el cloro, hemos realizado un artículo anteriormente hablando de este tema llamado calidad del agua del acuario. También podemos consultar en la tienda donde compremos los peces y el acuario que es lo más indicado.

En lo que se refiere a los animales que vamos a introducir en el acuario, existen algunos que son compatibles y otros no. En esto también hay que tener cuidado, porque pueden ser de convivencia difícil, porque necesiten diferente tipo de agua, o porque se coman  unos a otros, todos estos aspectos hay que tenerlos en cuenta e informarse.

Por último la limpieza del acuario va a depender del filtro. Si tenemos uno, nos podemos despreocupar durante 15 días, sino cada semana deberemos asearle. Cuando hablamos de limpieza no solo nos referimos a las paredes sino que también a los objetos que hay en su interior y a la gravilla. En lo que se refiere a la gravilla, deberemos moverla (si tenemos un sifón mejor, pero sino con la mano bastará). Esto se realizá para movilizar el fondo y evitar que se acumulen restos de comida o excrementos, las paredes procederemos a limpiarlas con una esponja que no haya tocado el jabón, y los elementos decorativos los sacaremos para limpiarlos.

Como veis la tarea de tener peces puede parecer muy sencilla, pero es necesario tener en cuenta una serie de aspectos para que nuestros peces vivan felices.

Parques para perros

 

En las ciudades cada vez está más limitado el poder pasear a tu perro sin collar, porque hacerlo supone que te pare el policia y te ponga una multa, pero es verdad que nuestro perro necesita hacer ejercicio, está es una de las premisas más importantes para tener un perro feliz y necesita jugar con otros perros, por lo que cada vez es más habitual que se creen parques para perros.

Los parqués para perros son lugares vayados, donde existe césped y donde podemos soltar a nuestro perro sin problemas pero lógicamente allí va a ver más perros y esto puede suponer una fuente de conflicto, la razones de que se pueda producir tensión vienen dadas porque cada perro es de un dueño, y muy posiblemente o casi con total seguridad la mayoría de esos perro no ha sido socializado o no ha sido educado por lo que pueden surgir peleas.

Para evitar esto hay que tener en cuenta una serie de aspectos:

  • Nuestro perro debe estar bien socializado, la etapa de las 6 semanas a las 16 semanas le debemos suministrar a nuestro cánido multitud de estímulos, entre esos estímulos debe estar el jugar con  otros perros, independientemente del tamaño, es muy habitual ver a dueños de perros pequeños cogerles ante otros perros más grandes para evitar problemas, el prevenir un problema de este tipo que realmente no lo es, será algo  circunstancial.
  • Nuestro perro debe acudir a la llamada, es muy importante que nuestra mascota acuda cuando le llamemos, eso ayudará a que si un perro tiene intenciones poco adecuadas con el nuestro podamos evitarlo.
  • Nunca llevaremos a un parque de perros, a un can que se encuentra débil, enfermo, lesionado… entre los cánidos existe una máxima solo sobreviven los más fuertes, y si nuestra mascota se encuentra enferma lo único que haremos es ponerle en peligro porque los demás perros van a ir a por él.
  • Tranquilidad. Cuando llevemos a nuestro can por primera vez a un parque de perros todos los que en ese momento se encuentran jugando pararán y se irán a por el nuevo, a olisquearle y a jugar con él. Puede parecer que todos van contra él pero lo único que están haciendo es un reconocimiento del nuevo integrante de la manada de juego.
  • Mantener la atención. El parque es un lugar relajado donde nuestro perro se le va a pasar bien con otros de su especie, pero nosotros no debemos desconectar de lo que sucede debemos mantenernos alerta porque como dije al principio cada perro es diferente y la mayoría no están socializados.

 

Montar en bici y pasear a nuestro perro

Hemos hablado en multitud de post que es importante que nuestro perro haga ejercicio y que suelte toda la energía para que cuando esté en casa sea un perro tranquilo y calmado. Entre las opciones que tenemos para que nuestro perro queme la energía que le sobra tenemos la de montar en bicicleta y mientras vamos peleando nuestra mascota nos siga el ritmo.

Hay personas que les gustaría hacer este ejercicio pero les da miedo porque el perro puede tirar de la correa y como consecuencia nosotros acabar en el suelo, que se cruce o simplemente que nos resulte complicado establecer la dirección en la que queremos ir.

Todas estás dificultades se han quedado en el pasado, el mercado de las mascotas está en continua innovación e inventan todo tipo de artilugios para que la vida con nuestras mascotas sea más sencilla. Para que el paseo en bicicleta sea tranquilo y no tengamos las dificultades antes señaladas han creado el walkydog.

El walkydog es una barra metálica que se ajusta a la barra donde va el sillín, tiene tres resortes que hacen que el perro aunque tire de forma repetida la barra lo absorbe sin problemas. Los resortes se pueden anclar todos a la bicicleta o solo uno o dos, dependerá de la fuerza de nuestro cánido y de sí tira mucho o no, está claro que sí ajustamos los tres anclajes a la bicicleta iremos más seguros.

Lo que podemos hacer ante de comenzar a pedalear es andar un poco, para que el perro se acomode al nuevo dispositivo y se acostumbre a ir al lado de la bicicleta. Al ir la barra anclada en el sillín nos permite llevar las manos libres para controlar el manillar y para dar la correcciones necesarias a nuestro perro.

El walkydog tiene otro accesorio que es low rider que se ajusta a la rueda trasera y está dirigido a los perros de gran tamaño que tienen mucha fuerza y que con el walkydog no tienen suficiente.

Este dos dispositivos nos permites hacer deporte y compartir un rato de ocio con nuestra mascota sin peligro además que nuestro perro lo agradecerá porque puede hacer ejercicio y quemar la energía que le sobra.

Haciendo un sondeo por internet de lo que puede costar este dispositivo no es excesivamente caro, cuesta alrededor de 40 euros y nos puede servir también en un momento determinado como correa corta.

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El comportamiento de los cobayos

Los cobayos son roedores, también se llaman conejo de indias, estos animales conviven con nosotros  como mascotas desde hace 500 años. El temperamento de estos pequeños roedores es muy afable, no tienen problema a la hora de que  los manipule un humano, eso sí habrá que acostumbrarlo desde el primer día que llegue a casa, si no se hace es posible que ponga algún tipo de impedimento a la hora de cogerlo, entre las acciones que realiza para demostrar su disconformidad está el moverse según se le tiene cogido, correr por la jaula y/o emitir sonidos que demuestran que no esta a gusto, a veces incluso puede mover las patas traseras para apartar nuestra mano. Estas acciones que realiza para mostrar su desacuerdo no son nada agresivas, es muy extraño que una cobaya llegue a morder, si lo hace es que esta muy cansada de nosotros o que no se la ha socializado nada, por lo general estos roedores son bastante pacientes y si tienen miedo su comportamiento más habitual será quedarse quieto como una estatua.

Para evitar tener una cobaya arisca, es necesario tocarla y hablarla desde el primer momento que llega a casa, es posible que los primeros días no se mueva en absoluto pero necesita coger confianza. Además se la puede peinar, sobre todo si es de pelo largo se la debe cepillar diariamente para evitar que se la hagan nudos y es un buen momento para estrechar lazos con nuestra mascota.

Otra forma de conseguir su confianza es aprovechar el momento en el que la dejamos salir por la habitación para estar presentes, al principio no nos acercaremos a ella, según vayan pasando los días se puede reducir el espacio progresivamente hasta tocarla, al principio no se dejará coger con facilidad porque está a gusto fuera de la jaula, según vaya asociando que va a tener más momentos de libertad será más sencillo que se deje coger.

Con la alimentación se puede incrementar el vinculo, sobre todo con las verduras, frutas y hortalizas, esto las gusto mucho y podemos aprovechar para darle algún trocito cerca de la boca.

Por último decir que las cobayas son animales sociales, esto quiere decir que viven en grupos, por lo que la podemos dar una compañera/o de su especie o de otra siendo roedor, por ejemplo con  un conejo harán manada entre ellos y hará que se sienta más a gusto. Lo que sí es importante es evitar la convivencia de varios cobayos juntos, los machos tienden a pelear por la hembra y cuando lo  hacen  se muerden los genitales, lo que ocasiona muchos problemas en el hogar.

 

Crecimiento del perro y del cachorro II

En el anterior artículo se han establecido algunas bases sobre el autocontrol y las características de los cachorros y los adolescentes. En este vamos a continuar con el apartado de la socialización y la prevención de la agresividad.

Establecimos que era necesario socializar al perro para evitar problemas de comportamiento y que desarrolle conductas disruptivas en la convivencia. Hay que tener en cuenta que los perros son seres sociales, son descendientes directos del lobo y estos viven en manadas, si no permitimos que nuestro perro aprenda a comunicarse y a relacionarse nunca será capaz de vivir en manada, y en el hogar es participe de la manada que compone con los humanos.

Hemos hablado del aprendizaje gradual, del  entretenimiento, la diversión, concentración y como todo esto se debe realizar de forma paulatina. Volvemos al ejemplo del niño de 5 o 6 años ¿le podemos exigir autocontrol? ¿Podemos conseguir que aprenda normas de un días para otro? La respuesta es no, debemos ser pacientes con nuestra mascota también. El uso de la agresividad tirando de la correa, poner el dedo índice de forma amenazante o gritando todo el día no servirá para que nuestro perro aprenda antes sino para que nos coja miedo  y se ponga a la defensiva. Para que aprenda es necesario:

  1. Realizar una intervención temprana, comenzar a los 4 meses con la educación básica.
  2. Mantener la correa floja, si tensamos la correa lo único que lograremos es transmitir tensión y agresividad a través de ella, tened en cuenta que la correa es el instrumento que tenemos para comunicarnos con nuestro perro.
  3. Es necesario mantener la calma, si nosotros no somos capaces de autocontrolarnos como podemos exigir a nuestro perro que se autocontrole.

Si no cumplimos con estos aspectos nuestras reacciones tenderán hacia la agresividad y le exigiremos más de lo que puede dar, el resultado será que nuestro perro gruñirá y nos enseñara los dientes.

Por lo que podemos concluir que es importantes que seamos capaces de respetar los ritmos de nuestro perro y que seamos capaces de expresar tranquilidad y tener paciencia a la hora de enseñar normas de convivencia y autocontrol a nuestra mascota. En vez de gritar cuando hace algo mal, la respuesta correcta a ese comportamiento es darle la espalda e irnos hacia el lado contrario, esto es lo que hacen los adultos cánidos cuando sus cachorros no hacen algo bien. Otra de los comportamientos a desarrollar es el refuerzo positivo, es necesario premiar a nuestro perro cada vez que haga algo bien para que asimile y vaya interiorizando el comportamiento.