Agresividad entre perros

Hay dueños que tienen como mascota a un perro y que les cuesta salir a pasear por miedo a que su cánido se encuentre con un macho de su misma especie y se ponga agresivo y deciden salir a la calle a horas tardías cuando ya no hay gente por la calle. Existen dos razones por las que se puede dar esta circunstancia una por dominancia y otra por miedo. En este post me voy a centrar en la primera y también es la más complicada de eliminar. Lo mejor para evitar que se dé esta situación es sociabilizar al perro desde cachorro con todo tipo de perros, dejarle jugar el mayor tiempo posible y dejarle muy claro quien es el líder. Pero hay ocasiones que aunque se haya realizado está tarea al empezar la adolescencia se vuelven agresivos con otros machos.

La castración no siempre es la panacea, habrá muchos que al eliminar los genitales se vuelvan más tranquilos por la eliminación de la testosterona, pero no siempre resuelve el problema por lo que se tendrá que ser paciente y perseverante y realizar la siguiente tarea.

Procedimiento:

  • Hablar con alguien que se conozca que tenga  un perro macho y éste no tenga ningún problema de comportamiento y pedirle que le ayude.
  • En un espacio al aire libre neutral en el que no haya afluencia de perros y personas deberán comenzar a trabajar.
  • Lo primero será que el perro equilibrado se ponga a una distancia considerable, de su perro y obligarle a que su perro le mire. Seguramente se ponga como loco, inmediatamente obliguele a cumplir una orden como sentado, esto hará que al ejecutarla pierde la atención en el otro perro, en cuanto lo haga dele un premio como una golosina o caricia.
  • Es importante que mantenga la calma, es complicado pero tiene que intentarlo y más importante todavía no tire de la correa hacia atrás porque le está comunicando que debe ser más agresivo.
  • Según vaya mejorando vayan eliminando distancia hasta que puedan estar cerca. Lo siguiente será caminar en paralelo, los dueños estarán en el medio y el siguiente paso es que solo haya un dueño en el medio para finalizar con ninguno.

Esto lleva tiempo, mientras tanto el procedimiento durante los paseos será el siguiente, evitará ver perros de frente y cuando vea uno de acera a acera impidale mover la cabeza hacia él, la mirada siempre debe ir enfrente o hacia usted porque se lo está pidiendo. Puede parar y pedirle algo a su perro como sentarse, tumbarse… esto hará que pierda la atención focalizada en el otro perro.

Agresividad en los perros cocker

He tenido varias amigas que han tenido un perro de la raza cocker. Nunca me han dejado tocarlo alegando que tenía un carácter difícil debido a que se vuelven loco porque su cabeza no crecía apenas al crecer pero su cerebro sí.

Siempre he pensado que esto era una leyenda urbana y que lo que pasaba es que sus dueñas no tenían una buena disciplina hacia el perro. Que les consentían mucho o que justo ese perro tenía un carácter imposible. Pero ahora resulta que he estado equivocada toda la vida.

Muchos son los dueños que se enamoran de estos perros tras esa mirada tierna, aspecto de peluche que lo hace enternecedor. Pero el cocker esconde un carácter muy marcado y fuerte. El cual necesita de una gran disciplina ya que pueden terminar siendo muy agresivos.

Estudio sobre la agresividad

Se calcula que el 3´5% de los perros en España son de la raza cocker. Un estudio de la Clínica de  Etología del Hospital Veterinario de la Universidad Autónoma de Barcelona indica que el 15% de las consultas que se hacían a estos perros era debido a comportamientos agresivos por cocker.

Los motivos que conducían a este comportamiento se desconocían, hasta que en esta investigación resolvieron el misterio. Esta agresividad está motivada por los niveles de serotonina: en el sistema nervioso central se cree que la serotonina afecta a partes importantes de nuestra personalidad. La inhibición, la iré, la agresividad, el humor, el sueño

De hecho, se conoce esta supuesta locura como “el síndrome del cocker rojo”, se llama así porque se da sobre todo en cocker de este color. Caracterizado por cambios repentinos de carácter. Con niveles de agresividad que los hacen verdaderos monstruos, pero después vuelven a la normalidad.

Desde pequeños empezar con la disciplina

Se recomienda que si se quiere tener un cocker desde el principio fundamentes tu educación en ejercicio, cariño y disciplina.

Son perros con muy vivaces, enérgicos, juguetones e inteligentes. Necesitan, como todos los perros, mucha actividad. En este caso con un plus, que es intentar cansarles para que sus niveles de agresividad bajen y creen más endorfinas que los hagan más dulces.

Está claro que aunque nuestro perro tenga un problema de comportamiento, digámoslo así, de serie. Desde pequeños tenemos que intentar controlarlos y educarlos correctamente. Evitar que nos de pena regañarlos con la máscara de criaturas tiernas que poseen.

Hay veterinarios que recomiendan en casos desmadrados poder medicar al perro mediante Prozac. Sería un tratamiento positivo siempre y cuando el motivo de agresividad sea por serotonina.

Solo nos queda la paciencia y cariño para poder lidiar con un problema que, hay que dar gracias, se aclara que no era culpa de muchos de sus dueños, sino de la naturaleza del perro. Algo que aunque llega tarde para algunos, debería aliviarte.

Conejos rebeldes

Cuando un conejo llega a casa, siendo cachorro, después de un tiempo de acomplamiento se dejan coger, les gusta que le demos mimos y con un poco de paciencia se logra que hagan sus pises y cacas en la bandeja destinada a esa función, pero que ocurre cuando llega la época de que todo eso se les olvida, no se deja coger cuando lo hacemos nos araña o peor aún nos intenta morder y el pis lo hace por todas las esquinas de la casa, en ese momento no significa que se le haya olvidado todo lo que le hemos enseñado sino que ha llegado a la adolescencia.

La etapa de la adolescencia es complicada para todos, para los humanos y para los animales no humanos, es una época en la que parece que todo lo que se le ha enseñado se le ha olvidado y no se puede hacer vida de nuestra pequeña mascota, pero solo habrá que tener un poco de paciencia y constancia.

Las características más habituales en está época además de las citadas anteriormente que son el pis y que no se dejan coger, son también el hecho de que intentarán montar todo lo que haya a su alrededor incluidos nosotros porque nos consideran un roedor más. Todos estos comportamientos se reducen e incluso se eliminan si se deciden por la castración, el comportamientos de los conejos está vinculado a las hormonas y están son las que dirigen lo que deben de hacer en cada momento, por lo que la castración lo que hace al eliminar su aparato reproductor es desaparecer las producción de hormonas y nuestro pequeño animal volverá a ser el de siempre.

En el caso que no se quiera optar por la castración, por estereotipos que se tienen sobre ellas o por que se le quiere cruzar con una coneja, entonces en este caso se deberá optar por coger una pistola de agua y muchos premios para conejos. Cada vez que realice una conducta negativa como hacer pis fuera de la bandeja se le enchufará con el agua sin mediar palabra y cuando realice una conducta positiva como dejarse coger sin arañar ni morder se le dará una “chuche“. Nunca se debe ser agresivo con él, porque lo único que se hará es intensificar el comportamiento negativo y que se vuelva más agresivo igual que reñirle, mientras que si se usa el agua es algo externo a nosotros el no lo identificará como que somos nosotros los que le estamos mojando.

Bunnies

La agresividad en los gatos

Los gatos expresan su agresividad al morder o arañar. Estas conductas vienen determinadas por la falta de socialización. La socialización es la época en la que los animales se acostumbran a otros animales, crean vínculo con los de su especie, se adaptan al entorno que les rodea. El periodo de socialización de los gatos transcurre entre las 2 y las 8 semanas, junto a la madre y al resto de los miembros de la camada. Durante este periodo el gato juega con sus hermanos/as y aprende diferentes conductas, si realiza una acción poco adecuada, la madre se encarga de reprenderle, de esta forma el cachorro aprende lo que está bien y lo que no, aprendiendo a controlar los arañazos y los mordiscos. El gato que es separado de la madre antes de tiempo sin vivir esa etapa de socialización, no tiene porque ser agresivo pero tiene muchas posibilidades de que desarrolle agresividad o conductas poco adecuadas para la convivencia.

A veces nuestra mascota felina desarrolla conductas agresivas de repente y sin aparente justificación, es posible que se deba a que nuestro gato ha enfermado y está desarrollando alguna dolencia que está vinculado con su sistema nervioso.

Otro factor de agresividad es el que se desarrolla durante el juego, se produce con el movimiento de nuestras manos o con el de los pies. Esto se debe a que no tiene otro animal con el que jugar o no tiene juguetes para controlar esos impulsos. Lo mejor para conseguir inhibir estas conductas es colocarle juguetes colgantes, elementos para desgastar las uñas y si esto no funciona y sigue atacándonos las manos y mordisqueándonos los pies, podemos utilizar otras estrategias como mojarles, o hacer un ruido que no les guste inmediatamente a la acción, y premiar aquellas conductas adecuadas para que poco a poco vaya controlando sus impulsos.

Otro factor que esta relacionado con la agresividad es el territorio. Los felinos marcan su territorio mediante feromonas y están muy vinculados a él. Este tipo de agresividad se da sobre todo entre machos, las causas: introducir un nuevo gato en el hogar; realizar obras en la casa; la existencia de una hembra… para solucionarlo deberemos ir al veterinario  para que nos aconseje.

El miedo también puede ser una causa de agresividad, esto se produce porque el gato no puede huir del estímulo que le ha provocado esa emoción, se siente atrapado y utiliza la agresión como instrumento de huida. Entre las causas que puede provocar esta situación está la presencia de otro animal, un castigo, un ruido… Para eliminarlo se debe desensibilizar al gato frente al estímulo de forma progresiva.


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Crecimiento del perro y del cachorro II

En el anterior artículo se han establecido algunas bases sobre el autocontrol y las características de los cachorros y los adolescentes. En este vamos a continuar con el apartado de la socialización y la prevención de la agresividad.

Establecimos que era necesario socializar al perro para evitar problemas de comportamiento y que desarrolle conductas disruptivas en la convivencia. Hay que tener en cuenta que los perros son seres sociales, son descendientes directos del lobo y estos viven en manadas, si no permitimos que nuestro perro aprenda a comunicarse y a relacionarse nunca será capaz de vivir en manada, y en el hogar es participe de la manada que compone con los humanos.

Hemos hablado del aprendizaje gradual, del  entretenimiento, la diversión, concentración y como todo esto se debe realizar de forma paulatina. Volvemos al ejemplo del niño de 5 o 6 años ¿le podemos exigir autocontrol? ¿Podemos conseguir que aprenda normas de un días para otro? La respuesta es no, debemos ser pacientes con nuestra mascota también. El uso de la agresividad tirando de la correa, poner el dedo índice de forma amenazante o gritando todo el día no servirá para que nuestro perro aprenda antes sino para que nos coja miedo  y se ponga a la defensiva. Para que aprenda es necesario:

  1. Realizar una intervención temprana, comenzar a los 4 meses con la educación básica.
  2. Mantener la correa floja, si tensamos la correa lo único que lograremos es transmitir tensión y agresividad a través de ella, tened en cuenta que la correa es el instrumento que tenemos para comunicarnos con nuestro perro.
  3. Es necesario mantener la calma, si nosotros no somos capaces de autocontrolarnos como podemos exigir a nuestro perro que se autocontrole.

Si no cumplimos con estos aspectos nuestras reacciones tenderán hacia la agresividad y le exigiremos más de lo que puede dar, el resultado será que nuestro perro gruñirá y nos enseñara los dientes.

Por lo que podemos concluir que es importantes que seamos capaces de respetar los ritmos de nuestro perro y que seamos capaces de expresar tranquilidad y tener paciencia a la hora de enseñar normas de convivencia y autocontrol a nuestra mascota. En vez de gritar cuando hace algo mal, la respuesta correcta a ese comportamiento es darle la espalda e irnos hacia el lado contrario, esto es lo que hacen los adultos cánidos cuando sus cachorros no hacen algo bien. Otra de los comportamientos a desarrollar es el refuerzo positivo, es necesario premiar a nuestro perro cada vez que haga algo bien para que asimile y vaya interiorizando el comportamiento.