Borzoi, la nobleza rusa en todo su esplendor

Cualquiera que esté ligeramente al tanto de lo que ocurre en el mundo (aunque no quiera, como un servidor) habrá oído hablar de unos problemillas que están teniendo allá por la costa norte del Mar Negro. Me he acordado de esta señorial raza que ha dominado durante siglos, al pie de sus amos, las infinitas estepas rusas. Vamos a hablar del Borzoi o galgo ruso.

El Borzoi desciende de una antigua estirpe de galgos árabes, o eso se dice, ya que se tiene constancia de su presencia en Rusia desde al menos el siglo XVII. Siempre fue un perro de caza, adiestrado especialmente contra el lobo siberiano, y el compañero inseparable de la aristocracia rusa, de la que adquirió, tal vez, ese porte altivo y elegante aunque algo exótico.

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Cachorro: el último de la manada

Cuando tenemos un cachorro en casa, es necesario dejarle claro que él es el último de la manada y que nosotros somos los machos o hembras alfa. El cachorro si estuviera en una manada de perros sería el último para todo. El establecer esa jerarquía es una precaución para evitar conflictos en la convivencia diaria, es posible que nuestro cachorro en la llegada al hogar se muestre un cánido tranquilo y que su comportamiento sea el adecuado, pero de nuestras acciones dependerá que ese perro mantenga el comportamiento y mantenga o cambie el comportamiento. Los perros y los lobos en su hábitat forman manadas y en ellas mantienen un riguroso orden de jerarquía. Esta el líder de la manada, llamado alfa, luego esta beta y por último esta omega que correspondería con el perro sumiso.

Acciones que debemos establecer para dejarle claro que es  un perro omega.

  • El perro siempre será el último en comer, en todas las comidas. Primero comeremos nosotros y una vez que hayamos finalizado completamente pondremos a disposición del cachorro su comedero con el alimento que le corresponda. Con esta forma de proceder no solo estaremos dejándole claro su posición, sino que también lograremos que el perro no este pendiente de nuestra comida y no pida.
  • Salir de paseo.  Si le llevamos con correa, no le dejaremos que se adelante, debe ir al lado o un paso por detrás nuestro, si nos fijamos en las mandas, el líder siempre es el primero y detrás están el resto de los componentes del grupo. Al principio puede ser costoso porque el perro tiene demasiada ansia de olisquear todo y de investigar, debemos ser pacientes y corregirlo poco a poco. Una forma de hacerlo es premiando, y lo haremos aunque sea mínimo el progreso, sí logramos que dé 3 pasos junto a nosotros, le daremos una gominola y haremos sonar el clicker para que poco a poco lo vaya interiorizando.
  • Llegada a casa. Es posible que nuestro perro tenga una explosión de alegría y que no sea capaz de controlar sus impulsos por lo que se suba a nosotros o intente mordisquearnos las mangas. Debemos ignorar ese comportamiento, no acariciarle y dejarle que se tranquilice, cuando se haya calmado nos acercaremos a él a saludarle, si vuelve a saltar y mordisquear pararemos y repetiremos hasta que con nuestro saludo se mantenga tranquilo.
  • Comportamiento a evitar del perro. Subirse al sofá, a la cama… Sí no le educamos cuando es un cachorro es difícil que luego lo acepte. Se le debe decir NO y bajarle, puede que insista, hay que mantenernos con seguridad en nuestra actitud de no ceder.

Protege a tu perro del sol: puede contraer cáncer o morir

Es verano y hace mucho calor, y como queremos que nuestros perros estén más fresquitos les cortamos el pelo muy corto creyendo que les hacemos un favor. Es un terrible error ya que su pelo bloquea la luz del sol y protege su piel contra los rayos ultravioletas: les estamos quitando la protección natural. Continua leyendo “Protege a tu perro del sol: puede contraer cáncer o morir”

Cuando el perro come de todo en la calle

Alguna vez o muchas veces han dejado a su perro suelto y lo primero que ha hecho ha sido irse a comer algo que hubiera en el suelo, esto puede ser un problema cuando come desperdicios que están en mal estado, están envenenados o es un animal muerto que le puede transferir algún tipo de enfermedad. Hay razas de perros que son más propensos a comerse todo lo que encuentran como por ejemplo los Alaskas o los Golden.

Esta cuestión no es un problema de que el animal pase hambre, si se mira detalladamente a los lobos se pondrán dar cuenta del porque de este comportamiento. Los lobos solo comen cuando consiguen cazar y entonces aprovechan para comer todo lo que puedan, algo parecido les pasa al perro, en el momento que ve comida lo ingiere porque no sabe cuando va a volver a comer, a veces esto se supera estableciendo unas tomas de comida fijas, por ejemplo por la mañana y por la noche, el perro asocia y no tiene la necesidad de alimentarse cuando sale a la calle, otras veces no funciona por lo que la opción que queda es adiestrarle en deja/toma.

Enseñarle esta orden tiene su dificultad, porque es uno de los comandos más complejos, se tarda cierto tiempo en conseguirlo, pero como siempre con paciencia y constancia todo se logra.
Para comenzar con la orden deja/toma se cogerá una bola de pienso o un trozo de comida cualquiera, también se puede utilizar algo mecánico que no sean las llaves si se quiere más adelante enseñarle a traerlas. El utilizar un objeto metálico es porque la textura y la sensanción que les da no les gusta nada. Es necesario iniciar el aprendizaje en casa en un lugar en el que no haya estímulos (televisión, gente, juguetes…) Lo primero que se hará es mostrarle el trozo de comida en la mano, a continuación el perro intentará cogerlo, se cerrará la palma de la mano y se dirá la palabra deja o cualquier otra que se quiera, pero es necesario siempre utilizar la misma. Esto se repetirá varias veces, en el momento que se vea que el perro espera, aunque solo sea un segundo se le premiará con un trozo de comida diciéndole toma. Cuando este paso lo tenga asimilado se pasará a dejar el trozo de comida en el suelo, y el proceso es el mismo, es necesario tener el control del ejercicio por lo que se puede tener el pie preparado por sí hay que ponerlo encima para que no lo coja.
Cuando casa lo tenga superado, se hará lo mismo en la calle, primero en un lugar con poca gente y más tarde se le irá complicando añadiendo estímulos.

Inhibición de la mordida en los perros

El perro aprende a controlar sus mandíbulas a través del juego durante las primeras semanas de vida, cuando juega con sus hermanos aprende a autocontrolarse, cuando se pasa de fuerza el otro cachorro se queja y el que está mordiendo reduce la mordida o suelta, este es un aprendizaje que más tarde se consolida en la interacción con otros perros. Cuando esto no se produce es posible que se tenga problemas para darle premios directamente en la boca o para jugar con él, con objetos que consistan en utilizar la boca.

Si el perro no ha llegado al extremo de morder, el dueño puede reeducar este comportamiento, si ya se ha producido un ataque, entonces lo mejor es acudir a un profesional para que realice la intervención.

Para inhibir la mordida es necesario estar tranquilo, los perros sienten la energía de cada persona por lo que si se presentan nerviosos o poco confiados el perro lo va a notar y se le va a provocar excitación.

Una forma de inhibir la mordida es dándole la comida en la boca, para ello se colocará un trozo de comida en la palma de la mano, esta zona es complicada de pillar con los dientes. Lo mejor para realizar este aprendizaje es utilizar el clicker, en el momento en el que el perro coja el trozo de comida y lo haga correctamente se clickeará para reforzar de forma positiva el aprendizaje.
Es importante que antes este cargado el clicker, para ello si no se sabe como, les remito al artículo que escribí sobre esa temática o adquirir un buen libro sobre el aprendizaje con clicker.
Cuando tenga superado el coger la comida de la palma, se avanzará en el aprendizaje, para ello se colocará la comida entre los dedos, para que el coja el alimento de forma tranquila y suave.

 

 

 

 

 

 

 

Además se puede complementar este aprendizaje con el lavado de dientes, para hacerlo es necesario tener un cepillo específico para él y pasta de dientes también de perros. En lo que se refiere a los cepillos de dientes para perros hay dos tipos uno de mango largo y otro que se coloca en el dedo. Cuando se inicie al perro en el lavado de dientes se usará el de mango largo, para que en el supuesto de que cierre la boca pille el cepillo y no nuestra mano. Cuando tenga adquirido el hábito se puede hacer el cambio por el de dedo.

Estos son algunos consejos para trabajar la inhibición de la mordida en los perros, si tienen alguna duda sobre la respuesta del perro es mejor que no lo intenten y acudan a un profesional que les ayuda con el aprendizaje.

Educación en refuerzo positivo

Afortunadamente, cada vez podemos ver más perros acompañando a sus dueños a todas partes. La idea de que un perro sólo es para tenerlo en una parcela como perro guardián está prácticamente desterrada, al menos en las ciudades.

Esta concepción del perro como parte integrante de la familia también supone un mayor responsabilidad tanto para con los demás viandantes como para con nuestro propio perro. Por eso debemos darle una educación.

Esto no significa enseñarle a hacer monerías, sino darle unas pautas de comportamiento con las que él se sienta cómodo y descubra el placer de relacionarse con su entorno sin miedos ni estrés.

Perros reactivos y dueños negativos

Un perro que empieza a ladrar en cuanto alguien pasa a su lado o ve un perro o ante cualquier otro estímulo que no suponga una amenaza real es un perro con un problema de ansiedad, lo que se llama un perro reactivo.

Ante este comportamiento, lo que la mayoría de las veces vemos es que los dueños les gritan, les tiran de las correas, o, incluso, les llegan a pegar. Esta actitud de los dueños es muy negativa, porque aunque consigan que el perro se calle, lo hará por miedo no porque hayan solucionado el problema.

Averiguar la razón es fundamental

Siempre hay que acordarse que un perro no hace algo por fastidiarnos, lo hace porque tiene un problema. Y nuestra labor como sus cuidadores es encontrar la raíz del problema y solucionarla.

Pero solucionarla no es evitar que se produzca, sino solucionar el problema que hace que el perro reaccione así. Para ello hay que recurrir a un especialista en conduzca canina, siempre.

Buscar ayuda para curarlo

Igual que nosotros acudiríamos a un profesional para tratar los problemas psicológicos de uno de nuestros hijos, así deberemos actuar con nuestro perro. Primero habrá que consultar con el veterinario para averiguar si puede ser que tenga alguna dolencia.

Si nuestro perro goza de buena salud, entonces es la hora de buscar ayuda de un especialista…. no un adiestrador, sino un especialista en conducta canina.

Especialistas hay muchos y es muy difícil saber cuál elegir. Además, hay varias escuelas de pensamiento. El refuerzo en positivo está basado en el pensamiento de que la mejor manera de educar a un perro es reforzando sus experiencias positivas.

Está claro que a cualquiera nos gustan más los premios y los halagos que los gritos y tirones. Todos haremos con más gusto algo si sabemos que al final conseguiremos un premio que si la meta es sólo no ganarnos un grito.

Cambiando su visión del mundo

De esta manera, con el refuerzo en positivo se busca que los perros asocien las experiencias que les estresan con algo bueno para ir haciendo que baje cada vez más la ansiedad que les produce.

Por ejemplo: un perro que ladra a otros perros no conseguiremos que lo deje de hacer por ponerle un collar de castigo, sólo conseguiremos que cuando se ponga a ladrar al otro perro por miedo se haga daño con el collar y asocie “perro desconocido = dolor” y cada vez se ponga más agresivo.

Con las pautas que nos ofrecen los terapeutas caninos podremos ir mejorando la calidad de vida de nuestro amigo peludo, además de reconvertir esos miedos que presenta.

Paciencia y trabajo

Pero esto no es de un día para otro. Hay que estar dispuesto a ser paciente, a comprender que es un problema que tiene y que hay que curarlo.

Es sumamente importante recordar que es un perro y que su comportamiento negativo no está provocado por sentimientos puramente humanos como la venganza, el desprecio, los celos o cualquier otro nombre que queramos darle.

Los comportamiento negativos son reflejo de algo que no va bien y que hay que trabajar para curarlo, no para esconderlo bajo una dominación que le cause miedo… porque tarde o temprano un comportamiento que hemos retraído a base de gritarle o pegarle hará que se refleje de otra forma causándole mayor sufrimiento.

Premiar en vez de gritar

La tendencia actual entre los nuevos educadores y terapeutas caninos es educar a través de juegos que les resulten atractivos de realizar sin forzarles ni cansarles.

Los premios por el trabajo bien realizado o por no haber repetido una conducta negativa es el mejor aliciente que se puede utilizar.

Las escuelas de refuerzo positivo se pueden localizar por todas partes. Canescool y Mr. Mutt, en Madrid, son un claro ejemplo de este tipo de educación.

Aconsejan que desde pequeños se sociabilicen con otros perros y se eduque en positivo para que los perros crezcan sanos tanto físicamente como mentalmente.

Un perro no es un juguete, es un ser vivo que necesita nuestro respeto además de nuestro cariño. Y, por supuesto, una educación basada en esas premisas y no en el miedo y en el “yo mando”.

Esto no significa dejarle hacer lo que quiera, no, no es eso. Es enseñarle lo que deseamos que haga premiándolo por hacerlo.

Manipulación del perro

Cuando nuestro perro llega a casa por norma general es un cachorro al que hay que enseñar y establecer unas rutinas y hábitos para evitar problemas en el futuro entre las actividades diarias que hay que enseñar a nuestro perro está el que se deja peinar, tocar las orejas, ver los ojos, mirar la trufa…

Cuando se realizan estás manipulaciones lo mejor es que nuestro perro esté tranquilo pero para conseguir esa actitud es necesario acostumbrarlo y hacerlo todos los días, estos nos ayudará a que en el momento en el que tengamos que ir al veterinario, peluquero, u otro profesional que le tenga que tocar, no le suponga ningún problema como ansiedad o incomodidad porque está acostumbrado.

El mejor momento para hacer las manipulaciones es por la noche antes de acostarnos, para él será una rutina diaria. Los perros necesitan la rutina porque eso les da seguridad y saben a que atenerse les da estructura.

Es necesario cepillar a nuestro perro todos los días, sobre todo sí son de pelo medio largo, para quitar nudos y bolas de suciedad que se les queda pegados al pelo.
Además de cepillar es importante revisar los oídos, los ojos, las encías o las almohadillas de las patas, esto será una actividad de prevención para descubrir posibles anomalías y que puedan ser tratadas a tiempo por el veterinario.

Los dientes deben estar limpios de sarro, lo más aconsejable es lavárselos con cepillo y pasta de dientes especial para perros, al principio el perro puede mostrar disgusto ante el nuevo sabor pero sí somos constantes no pondrá ningún problema e incluso le terminará gustando. Otra forma de eliminar el sarro, es darle pan duro o huesos que venden en las tiendas de animales que tienen piel de buey. Debemos de mirar el color de las encías de nuestro perro, podemos presionarlas y veremos el tono rosado, a través de las encías podemos ver el estado de la piel de nuestro perro.

Los oídos tienen que estar limpios, sin cera y sin olor, Hay que limpiarlos a menudo con toallitas de bebés. No se los limpiéis con algodón por las fibras que pueden quedar dentro o con bastoncillos porque se le puede dañar. Observar los oídos es importante en todos los perros pero sobre todo en aquellos que tienen las orejas caídas porque son propensos a padecer otitis.

Los ojos tienen que estar limpios de legañas, sí nuestro perro es propenso a tener legañas amarillentas o verdes muy posiblemente tendrá conjuntivitis y es necesario llevarlo al veterinario.

La trufa que es la nariz del perro debe estar limpia de secreciones, fresca y húmeda, por el contrario sí esta seca existe la posibilidad de que nuestro perro tenga fiebre.

Comando: Deja

Este comando se debe enseñar al perro una vez que tiene controlada la orden mira y sienta. Este comando va a servir sobre todo cuando el perro está en la calle y tiene toda su atención en otro perro, comida y/o otro elemento que haga que pierda la atención en nosotros. Esta orden es muy importante sobre todo en aquellos perros que focalizan en otro perro ladrándolo o incluso pueda llegar a morderlo.

Este aprendizaje igual que otros que se han detallado en anteriores post se aconseja hacerlo con clicker. El clicker es un objeto que cuando se pulsa hace clic clic y sirve de refuerzo positivo porque después de ese sonido hay premio.

El inicio del aprendizaje del “deja” se debe iniciar en casa, en una habitación tranquila, en ella no debe haber juguetes ni distracciones para el perro. Se le va a dejar un trozo de comida en el suelo o un juguete y cuando el perro haga intención de ir a por ello le diremos deja y se le pondrá la mano delante. En el momento que deje de tener atención sobre el objeto o comida se clickeará se le dará premio y se dirá deja.

Una vez que se ha conseguido en la tranquilidad de la habitación, se aumentarán las distracciones, se podrá poner la televisión, la radio, se dejarán juguetes en el suelo, habrá personas… Una vez que se ha logrado se pasará a otras estancias de la habitación. Iniciando el aprendizaje en tranquilidad para ir aumentando los estímulos.

Una vez que se ha logrado, se pasará al siguiente nivel, que es conseguirlo en la calle, para ello, lo primero es ir a una zona tranquila, en la que no haya ruídos, ni persona ni animales. El procedimiento es el mismo, una vez conseguido se irá a una zona con más movimiento.

Lograr esto durante el paseo, se puede realizar el aprendizaje también, cuando vayamos caminando se dejará caer un trozo de comida o un juguete, se le dirá deja y se seguirá andando, en el momento que avance un poco el perro hacia delante se clikeará y se le premiará.

Una vez conseguido con objeto se avanzará en el aprendizaje diciéndole “deja” cuando vea perros y/o personas.

Durante todo el proceso es importante mantener la calma y respetar los ritmos del perro, en el momento que se vea que el perro se ha estancado se bajará el nivel de estímulos y se afianzará más ese punto del proceso.

 

Las pegatinas de tu perro

Te conozco. Cambias de cara y veces incluso de sexo, pero sé quién eres: a veces te presentas como un tiarrón de pelo en pecho, a veces como un chaval de quince años, y otras como como una mujer de rostro hermoso e inocente. Tus caras, tus cuerpos, tu voz pueden ser muchas, pero, cabrón, te tengo calado.

Sé que eres tú porque hay un rasgo que te identifica: cómo sales de paseo con tu perro. No me molesta que lo lleves suelto -al contrario: si el animal está bien educado, me parece de perlas-. Ni siquiera me parece del todo mal que lo bañes cada dos años y me deje un pestazo espantoso en la ropa cuando se me arrima para que lo acaricie (tengo una especie de imán para los perros).

Lo que me cabrea sobremanera es que, nada más llegar al parque, le des una palmada al animal y lo mandes a césped, a que se alivie de vejiga y de intestinos. No sería la primera vez que me tumbo en el césped (mal hecho: tampoco se permite) y me encuentro a centímetros de una pegatina. O encima de ella.

Normas elementales

No te voy a engañar: no soy un tipo educado, y mi escaso refinamiento no me permite desahogarme con un “¡Huy, caramba! Un perrito ha hecho sus necesidades aquí. Su dueño debería tener más cuidado”. No. Lo que sale de mi boquita se parece más bien a un “Me cagüen el desgraciao del tío y en todos sus antepasados hasta tiempos de Felipe II”. Eso.

Vamos a ver, tonto de babilla (o tonta de babillo, que también puede ser), muchos ayuntamientos regalan bolsas para estos menesteres. Y, si no es así, gastarte una bolsa no te va a arruinar. El animal, como animal que es, no sabe de normas de urbanidad. Tú, deberías.

¿Una especie evolucionada?

Se trata de demostrar que hace unos cuantos miles de años que tu especie bajó de los árboles y empezó a vivir en la tierra, compartiendo espacio con sus congéneres; se trata de que sepas respetar a unos vecinos que no tienen por qué ir por la calle esquivando, además de los baches y las zanjas, las minas que no recoges.

He tenido perro –bueno: él me tenía a mí, más bien- y sé lo que significa ¿Lo sabes tú? Es un ser vivo, con sus necesidades, también fisiológicas, que no sabe dónde debe satisfacerlas. Siempre he dicho que adoro a los perros. Y que odio a algunos amos.

La raza Pomerania

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La raza Pomerania obtuvo su nombre de una región del centro de Europa. Este perro es conocido también por el nombre de Spitz Enano, puesto que es descendiente de los perros de trineo Spitz, de un tamaño mayor y con grandes similitudes. En el siglo XIX estos canes de trineo fueron reducidos de tamaño a base de una crianza selectiva, pero no por ello perdieron su aspecto robusto y el pelaje habitual entre animales de montaña. Los Spitz son los perros de compañía con más antigüedad del mundo. Provienen de los primeros perros neolíticos que convivieron con el hombre en la Prehistoria europea. Los usaban para vigilar, tirar trineos, cazar y como mascota para los nómadas. Estos canes se esparcieron por toda Europa y evolucionaron según cada región a consecuencia de los distintos cruces, siendo el Pomerania la raza más pequeña de entre las cinco variantes alemanas de Spitz.

El Pomerania se encuentra en distintos colores, entre ellos negro, gris y crema. Su cabeza es parecida a la de una cría de zorro. En lo referente a la altura puede llegar hasta los 22 cm y su peso tiende a oscilar entre 1,5 y 3,5 kg. Su pelaje es largo, liso y espeso y su media de vida es de 14 a 18 años. Es un animal de carácter alegre, vivaracho, afectuoso, curioso, dócil, valiente e inteligente. A veces puede parecer distante con los desconocidos, pero en absoluto es agresivo. Es amante de las caricias y aprende rápido, por lo que aprovecha para enseñarle muchas cosas. Le gusta corretear, jugar y adora a los niños. Tiene buena relación con las otras mascotas y es un buen perro guardián y de compañía. Debes controlarle los ladridos desde bien pequeño, ya que en un futuro podrían resultar molestos para tu familia y vecinos. Puede vivir en un piso pequeño siempre y cuando tenga su dosis diaria de ejercicio.

Es una mascota que sale económica en cuanto a alimentación, puesto que solo consume entre 100 y 150 g. diarios de pienso. Eso sí, requiere de aseo y acicalamientos frecuentes para mantener su aspecto de bolita de algodón. Recomendamos los baños en seco (consúltalo con tu veterinario de confianza), mantener una higiene diaria de sus ojos y orejas y efectuarle revisiones dentales frecuentes. En cuanto al cepillado es suficiente con realizarlo un par de veces por semana, comenzando por la cabeza, dividiendo el pelaje y cepillándolo hacia delante para que vuelva a caer en su sitio.

Se trata de un perro saludable y muy cariñoso. ¡No dejes de adoptarlo!