Los gatos y la anestesia.

Hay muchos motivos por los que podemos vernos obligados a anestesiar a un gato: una limpieza de boca, una operación y en caso de los más ariscos incluso puede ser necesario para una revisión o para hacer cualquier tipo de prueba. Los gatos se comportan de forma muy diferente ante las anestesias. Incluso un mismo animal puede reaccionar de forma muy diferente según la ocasión.

Si es posible es bueno que el animal despierte en casa, en un lugar familiar y seguro. Evidentemente esto no podrá ser en caso de operaciones, pero si cuándo hablamos de temas menores. Ponerlo en su mantita favorita, en su cama o sobre el sofá si es dónde le gusta estar. Pero evita los lugares altos ya que se puede despertar bastante mareado y podría caerse.

Cada caso es único

Aún en el caso de que el gato haya guardado ayuno puede ser que vomite un poco de bilis o restos que queden en su estómago. También puede tener arcadas sin expulsar nada. No hay que preocuparse, es normal que esto ocurra. También es normal que tras despertar el gato esté “raro”, como “borracho” y se vaya para los lados o lloriquee sin motivo aparente.

No te preocupes si el gato tarda unas horas en querer comer o beber. Si le han puesto suero es posible que se orine encima antes de despertar por completo, cuenta con ello y protege el lugar dónde lo acuestes. Otras veces notará la boca seca y aunque beba moverá la lengua y se relamerá con frecuencia.

Dependiendo del carácter del animal puede ser que se muestre muy cariñoso y quiera gozar de las caricias y arrumacos de su dueño, pero también pudiera ser que busque estar solo. Respeta su decisión si no quiere estar con la gente, no ha tenido un gran día y ya mañana volverá a ser el de siempre.

El tiempo es relativo

El tiempo que el animal pueda tardar en recuperarse completamente de la anestesia va a depender de la cantidad que se haya administrado, del tipo de anestesia con el que hayan trabajado y también del día que tenga el gato. Ya que ante la misma dosis y clase de medicamento puede ser que una vez tarde varias horas en despertar y lo haga despacio y con un muy mal despertar  y otras veces en un par de horas sean de nuevo el gato de siempre.

Una primera mascota genial

Si nunca has tenido una mascota o si estás pensando en regalar a tus hijos una primera mascota, no lo pienses más. Un conejo enano es la mejor opción. No necesita sacarlos a pasear como a los perros, ni afilan las uñas como los gatos, se les puede acariciar y mimar, a diferencia de las aves y peces y a diferencia con otro roedores como los hámster, ellos no tienen una vida nocturna.

Estos animales rara vez arañan y son muy inteligentes y sociables. Si se le enseña bien pueden hacer sus necesidades su caja de arena o serrín.

Características físicas

Aunque se les considera roedores, en realidad pertenecen a la familia de los lagormorfos, que se diferencias porque los roedores solo tienen paletas superior e inferior y estos al lado de las paletas tienen otro diente incisivo.

Lo que les diferencia del conejo común es claramente su tamaño reducido, la cabeza pequeña (los machos la suelen tener más grande) y redonda, cuello ancho y patas cortas y finas. Pesando entre 0´6 a 1´5 kg. Más de este peso indica que nuestro animal está enfermo.

Podemos encontrarlos en muchas variedades de colores y pelaje distinto según la especie que sean. Siendo los más destacados: Angora, pelo más largo. Belier, orejas caídas. Y Arlequín, es más pequeño.

Forma de ser y comportamiento

Es un animal ideal para tener en el hogar como mascota. Es dócil, cariñoso y amistoso, fácil de manejar y sorprendentemente bastante limpio.

Todas estas características pueden verse alteradas si el ambiente no es el adecuado. Son realmente delicados y frágiles y una mala experiencia puede convertir a nuestro conejo en un animal miedoso y agresivo. Es muy importante que el dueño genere un clima agradable y con mucha paciencia fomente una confianza entre el animal y él.

Cómo alimentarlo

Pertenece al grupo de animales herbívoros. Lo ideal es darle un pienso granulado especial y complementar su dieta con pequeños trozos de verduras y vegetales, como lechugas, zanahorias, frutas y manzanas, intentando que no tengan el hueso, pues puede dañar los dientes del conejo.

Esta dieta tiene que ir acompañada con algo de ejercicio, por lo que es aconsejable dejarlo corretear unas horas al día.

Los cuidados

Estos animales viven una media de 8 a 10 años. Debe vivir en una jaula bastante amplia con rejillas, con una caseta o refugio para esconderse, un comedero y un bebedero especial para esta clase de animal.

Hay gente que recomienda bañarlos, pero es más aconsejable usar toallitas de bebes, así evitas que le entre agua por las orejas y coja una otitis.

Leído esto, es imposible que ahora mismo no tengas ganas de tener uno, ¿verdad?

El fuerte carácter de los gatos

Ya en el antiguo Egipto, los gatos eran considerados como un animal sagrado, cuyo porte y elegancia no podía ser más que obra de los dioses, para que los seres humanos pudieran gozar en su vida terrenal, de las gentilezas de algo tan sublime.

El amor de los egipcios por los gatos, ha perdurado durante miles de años, y ha llegado hasta nuestros días tan vivo como por aquel entonces. Lógicamente, en la actualidad ocupan un rol de mascota, totalmente subordinado al resto de la familia, pero siguen manteniendo ciertos privilegios con respecto al resto de animales domésticos.

Cabe recordar, que según los más recientes recuentos en toda Europa, sitúan al gato como uno de los animales domésticos más presentes en los hogares. De hecho, existen países como Rusia, en los que resulta altamente extraño encontrar una sola familia que no conviva con un felino.

El carácter de los gatos

 

Quizás la mayor duda que existe entre los amantes de los animales sea la de por qué le gustan tanto los gatos a las personas, si su carácter es mucho más arisco que el de otras mascotas.

Pues bien, parece lógico pensar que es, precisamente, esa personalidad que demuestran estos pequeños felinos domésticos, la que provoca esa predilección hacia ellos por parte de los seres humanos.

Los gatos son, sin ningún tipo de duda, las mascotas menos dependientes de sus amos, ya que son capaces de pasarse todo el día sin prestarles caso si no demandan nada de ellos. Eso sí, en el momento en el que necesiten cualquier cosa, intentarán llamar su atención de cualquier forma.

Los gatos han aprendido en estos miles de años de convivencia con el ser humano, a conseguir todo lo que necesiten de él. Si quieren comer, salir a pasear o tan solo buscan un poco de cariño, rozarán las piernas de sus amos con la cola erguida y con su ronroneo característico.

Un gato es un felino salvaje domesticado

 

Son muchos años en compañía de las personas, pero aún así, los gatos domésticos aún conservan gran parte de sus instintos, aunque ciertamente atrofiados por la falta de necesidad.

Sea como fuere, son las mascotas más cariñosas y salvajes al mismo tiempo, ya que pueden estar durmiendo en el regazo de su dueño y al poco tiempo intentando cazar un insecto o jugando con cualquier objeto.

Todos y cada uno de sus gestos, lógicamente a escala, recuerdan a los de los grandes felinos de la Sabana africana que vemos en los documentales de la televisión.

 

En el coche con nuestro perro

A la hora de escoger un coche, igual que tenemos en cuenta si hay niños en la familia hay que incluir entre las variantes si tenemos un perro que va a viajar en él.

La seguridad de nuestro perro es nuestra propia seguridad. Un perro mal asegurado en un vehículo puede ocasionar un accidente o convertirse en un proyectil en una frenada brusca.

Igual que nuestros hijos tienen un lugar y una forma de asegurarse nuestros perros deben tener su propio espacio y cinturón de seguridad.

Separación entre asientos y maletero

Si tenemos perro o pensamos tenerlo y vamos a comprarnos un coche, lo ideal es contar con un maletero abierto que tenga instalado un sistema de separación entre él y la parte de los pasajeros, para que nuestro perro no pueda acceder desde el maletero a los asientos.

En el caso de que nuestro nuevo compañero peludo llegue a nuestra familia cuando ya tenemos un coche es la hora de escoger la mejor manera de instalar una red de seguridad u otro tipo de barrera.

Espacio para moverse

Aunque nuestro perro viaje en el maletero deberemos asegurarle convenientemente para que no salga despedido en cualquier frenazo o accidente. Podemos instalarle en un transportín, una jaula o asegurarle con un cinto al coche.

No olvidemos que deberemos dejarle espacio suficiente para que pueda estar sentado o tumbado, ya que no hay nada peor que obligarlo a estar todo el tiempo en la misma posición sin poder moverse.

En la zona de asientos siempre atado

Si nuestro coche no dispone de maletero abierto, nuestro perro deberá viajar con nosotros en la zona de asientos. Es muy importante dejar claro que no podemos viajar con él a nuestro pies sin llevarlo anclado. Aparte de incumplir una normativa de tráfico estaremos poniendo en peligro a todos los pasajeros.

La forma segura de viajar con nuestro perro es asegurarle a uno de los cinturones de seguridad. Se puede hacer fácilmente utilizando una correa de extensión adaptable que tiene un gancho en un extremo y un anclaje de cinturón de seguridad en el otro. Este extremo encaja a la perfección en los dispositivos de los coches.

Arnés y cinturón, lo más seguro

El extremo del gancho deberá sujetar al perro a través de un arnés. Es muy importante no sujetarlo al collar, ya que en caso de que tengamos algún susto toda la fuerza de la frenada se aplicará en su cuello y le podría ocasionar lesiones graves.

Recordad: arnés + cinturón de seguridad siempre.

Proyecto del perro amarillo

¿Alguna vez habéis visto pasear a un perro que lleva en su correa un lazo amarillo?

Eso quiere decir que es un perro que está en periodo de entrenamiento o tiene algún problema de comportamiento o de salud y se pide que le dejen más espacio para que se sienta cómodo.

Así pues, si veis a un perro con lazo amarillo, por favor, no os acerquéis a él y dejadlo tranquilo. Y si no nos queda más remedio que pasar por su lado, primero deberemos informar al dueño y él nos indicará la mejor manera de hacerlo.

Causas posibles

Esto no quiere decir que sea un perro agresivo ni peligroso, simplemente puede estar convaleciente de una enfermedad o estarse habituando a un nuevo entorno tras una mudanza o por haber sufrido algún trauma.

Otra de las causas más habituales es que sea un perro con inseguridad y que reaccione con miedo y ansiedad a otros perros o a movimientos bruscos.

Ayudándolo a ser feliz

Lo que se pretende con este aviso es evitar al perro esos momentos de estrés y así trabajar con él en el refuerzo positivo para conseguir que ese comportamiento se elimine y sea un perro más feliz.

Si vamos paseando a nuestro perro cuando vemos el lazo amarillo en otro perro, lo primero que deberemos hacer, sin alterarnos, es controlar que nuestro perro no se acerque al otro, ya que sin quererlo podemos provocar una respuesta de agresividad en señal de defensa.

Debemos de tener en cuenta que no es cuestión de que nuestro perro sea amistoso y no tenga problemas con saludar a cualquier perro, sino que al perro con el lazo amarillo puede no parecerle bien que un extraño venga a saludarle con alborozo.

El Proyecto del perro amarillo es un movimiento a escala mundial que quiere concienciar a los dueños de los perros para que cada vez más entiendan y respeten los problemas de nuestros animales.

¿Cómo saber si nuestro perro debería llevar un lazo amarillo?

Nosotros, más que nadie, deberíamos conocer el comportamiento normal de nuestro perro. Si está gruñón porque está pasando un postoperatorio o recuperándose de una dolencia, deberíamos salir a la calle con ese lazo y así ofrecerle la posibilidad de un paseo sin “amigos” pesados.

Si nuestro perro ladra constantemente ante la presencia de gente o de otros perros, sin duda tenemos un perro reactivo. Además de sacarle a pasear con el lazo amarillo, deberíamos conseguir la ayuda de un profesional que le ayude con un refuerzo positivo a ganar esa confianza que le falta y perder el miedo.

Parques caninos

Los parques caninos son lugares adaptados para que nuestros perros corran y jueguen con otros perros, pero no es un lugar donde voy y dejo al perro y me marcho, no funciona así, hay que estar en el interior del parque para los problemas que puedan surgir, porque nuestro perro puede ser muy sociable pero siempre nos podemos encontrar algún perro que busca problemas, una perrita que esta comenzando el celo, o un cánido enfermo o herido. Para acudir a un parque canino hay que tener algunas ideas claras para que nuestro perro y nosotros disfrute de ese momento de distensión.

Antes de acudir al parque debemos andar un poco con nuestro perro, para evitar la sobre excitación, que cuando llegue ya esté a unos niveles normales de energía, para ello podemos acudir andando o sí nos pilla lejos y tenemos que ir en coche, deberemos dar un paseo de 20 – 30 minutos con nuestro perro.

Nuestro perro tiene que estar sano de salud, sí ha pasado por alguna enfermedad de la que todavía no se ha recuperado o se siente débil porque se ha golpeado y cojea, es mejor que no vayamos al parque porque podemos tener un disgusto. En las manadas de perros o de lobos no admiten un miembro débil, y le atacan, sí vamos al parque y nuestro perro tiene algún problema de salud el resto lo detectarán y le podrían atacar.

Cuando entremos en el parque debemos entrar con tranquilidad, va haber muchos perros que se van acercar a olisquear, es su forma de saludarse, no debemos ponernos nerviosos porque eso hará que nuestra mascota también se altere. Una vez que le soltemos, sí es la primera vez que vamos todos los perros irán detrás del nuestro, es su forma de establecer que lugar ocupa en la manada, es posible que para ello le sometan, es decir le pongan panza arriba, eso les estará comunicando que es sumiso.

Que nuestro perro se lleve bien con el resto dependerá del grado de socialización, es decir de la semana 8 hasta la 16-20, durante ese tiempo a cuantos estímulos les hemos expuesto. Una de las cosas que puede suceder es que se ponga a ladrar continuamente, no porque quiera atacar sino por miedo de que no sabe como relacionarse.

Cuando el perro es adulto también pueden surgir problemas sino hemos castrado a nuestra mascota, porque se vuelven muy territoriales con otros machos.

Sí tenemos todo esto en cuenta no tendremos ningún problema con nuestro perro dentro del parque.

Líder de la manada II

En el anterior artículo dí las primeras pinceladas sobre la importancia de tener un perro equilibrado y la necesidad de que nosotros seamos los líderes. A continuación voy a seguir detallando aspectos que debemos tener en cuenta para nuestro perro nos vea como el alfa en casa y el sea un seguidor y lo tenga claro.  Finalice la primera parte estableciendo el orden de llegada de la información al perro, primero olfato, vista y por último el oído, partiendo de esta estructura vamos a establece que siempre nuestro perro va a saber como nos encontramos por lo que el percibe, es decir si estamos tristes el lo va a saber a través del olfato y de la vista si estamos alegres iguales, por eso es necesario que el nos vea como personas fuertes que tenemos claro en cada momento lo que vamos hacer y como lo vamos hacer.

Otro aspecto es el tema de la vista nuestras acciones también le van a dar información por ejemplo cuando llegamos a casa nuestro perro se pone a saltar, se nos sube encima, esto hay que evitarlo porque es una forma de dominancia y de sobre excitación, para prevenirlo lo que vamos hacer es no prestarle atención cuando traspasamos el umbral de nuestra casa, es complicado pero necesario, en el momento que le veamos relajado es cuando debemos saludar a nuestro cánido si vuelve a saltar pararemos inmediatamente para no reforzar ese comportamiento.

Otro aspecto a tener en cuenta es cuando salimos de paseo, el perro nunca debe salir primero, debemos ser nosotros quien salgamos primero es una forma de transmitirle vamos a la calle pero yo dirijo el paseo. En el transcurso de este siempre debe ir al lado o por detrás. En una manada de lobos nunca veremos a ningún lobo superar al líder este siempre va por delante y es el que decide hacia donde va la manada, con el perro debe ser exactamente igual, el querrá parar y que olisquear nosotros decidiremos los momentos. También habrá momentos que podrá ir delante porque le dejemos  retozar en el césped o ir más relajado esos momentos serán los que nosotros decidamos nunca cuando el quiera.

Otro momento  para establecer nuestro liderazgo es la hora de la comida, el nunca comerá al mismo tiempo que nosotros ni pedirá comida mientras estemos comiendo. Una vez que hayamos finalizado procederemos a servirle la comida, cogeremos el cuenco y nunca lo pondremos a su disposición cuando este excitado, sino cuando se muestre relajado, nosotros también marcamos ese momento.

Amos contentos, mascotas felices (I)

Cuando un animal está a gusto con su dueño, se nota, se siente. Pero no siempre se da el caso, a veces los amos no están totalmente satisfechos con sus mascotas porque no obedecen, porque no se han adaptado bien a ellos, porque no han conectado bien desde el principio…

Pero no siempre ocurre así, en ocasiones ocurre todo lo contrario. A pesar de los esfuerzos, el animal no se acaba de sentir cómodo con sus dueños. A veces es porque no se les ofrece la atención que necesitan, porque no se cubren sus necesidades… y no acaban de encontrar su lugar. Es verdad que eso suele ocurrir en la minoría de los casos.

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Iguanas verdes

Las iguanas son reptiles, eso quiere decir que son de sangre fría, lo que significa que no es una mascota típica como puede ser un gato, perro, conejo, hámster… no son excesivamente achuchables y es complicado domesticarla y hacerla que se acostumbre a los humanos. Los reptiles tienen un cerebro basado en los instintos, eso quiere decir, que se mueven en función de lo que necesitan como comida, agua, calor del sol… no necesitan cariño. Los mamíferos es complicado que sobrevivan sin la madre, en cambio los reptiles no, porque se basan en necesidades primarias que son capaces de satisfacer por sí mismos.

Antes de decidir tener una iguana como mascota, hay que saber una serie de cosas. La primera es son animales muy sensibles, y que se estresan con mucha facilidad (con la presencia humana, el ruido, otro animal…).

Son animales delicados, pueden padecer multitud de enfermedades, algunas de ellas nos las pueden contagiar como por ejemplo la salmonella y otras de origen bacteriano. El problema de que enfermen no solo es que tienen una salud delicada sino que además es complicado encontrar un veterinario que sepa sobre estos reptiles ya que la mayoría no están especializados en estos animales.

La domesticación de una iguana es bastante complicada, supone tiempo, esfuerzo y dedicación. Hay que tener en cuenta que a estos animales el contacto les da igual, no tiene esa necesidad como puede tenerla un perro, ellas pueden pasar tranquilamente sin que las cojamos. Pero a veces es necesario cogerlas para limpiarlas el terrario, por ejemplo, y sino están acostumbradas tenemos muchas posibilidades de llevarnos un coletazo y no son nada agradables ya que zurcen bastante.

Existen una serie de ejercicios que podemos hacer todos los días, para lograr domesticar a nuestras iguanas, tened en cuenta que simplemente con que nos deje cogerla y tocarla ya se considera domesticada.

Entre los ejercicios que podemos hacer:

  • Cogerla del terrario, con la mano cerrada con firmeza, tocarla la cabeza, la espalda y el resto del cuerpo. Cuando pasen unos minutos cerraran los ojos, eso significa que está tranquila. Continuaremos acariciándola y abriremos la mano. Las primeras veces se nos escapara y nos tocará volver a empezar, pero hay que ser insistentes y al final lo lograremos. También hay que demostrarlas que eres tú quien manda y no ella, siempre con paciencia, porque su memoria recordatoria es bastante corta.
  • Otra actividad que podemos realizar con ellas, es ponerla un collar de los que venden específicos para ellos. Se lo pondremos y la colocaremos en un lugar en el que haga calor y vayamos a estar nosotros o hay a movimiento de gente para que se acostumbre.
  • Otra tarea para lograr que acepte nuestra presencia, es sacarle del terrario y ponerla en lugar cerrado como una jaula u otro sitio del que no pueda escapar y la pondremos a nuestro lado, mientras vemos la televisión, llevemos o hacemos cualquier otra actividad para conseguir que entienda que no la vamos a hacer nada.

Todo esto no es cosa de un día, debemos ser constantes e insistir mucho en ello para poder observar los avances.

Las tortugas: unos chicos duros

Es fácil que los pequeños de la casa se empeñen en tener una mascota, aun sin tener demasiado claro lo que esto implica. Antes de lanzarnos a comprar un perro del que tendrían que hacerse cargo los adultos o de adquirir hamsters a los que el chico iba, muy probablemente, a terminar descuidando, pensemos en unos animales en los que sólo una cosa es menor que sus exigencias: las molestias. Pensemos en las tortugas.

A pesar de la apariencia tranquila, indolente, de estos animales, requieren cuidados. No excesivos ni complicados, pero sí imprescindibles. Aunque son muchas las razas de tortuga, vamos a tratar de generalizar en la medida de lo posible.

Piggy Back

Empezaremos por lo más básico: el hábitat, que he de ser proporcional a su tamaño. En el caso de las más pequeñas, basta con un terrario de cría o un viejo acuario, pero, según crecen, van a necesitar más espacio. La idea es, todo caso, que tengan unas paredes que las resguarden de las corrientes de aire.

Calor, comida y agua

El suelo del hábitat puede variar, siempre y cuando incluya algo de agua para la bebida y el baño. Como, al igual que el resto de los reptiles, no pueden mantener su calor corporal, necesitarán de una fuente de calor externo para mantener una temperatura que les permita permanecer activas.

El calor y la luz del sol permiten que la piel de las tortugas fabrique vitamina D, necesaria para que el calcio de la dieta refuerce sus huesos y caparazón. Hablando de alimentos: si plantas vegetales decorativos, por los hábitos alimentarios de las tortugas, te quedarás sin ellos enseguida.

Un refugio para dormir

Volviendo al hábitat: en un rincón alejado de la fuente de luz puedes construir un refugio con piedrecillas que los quelonios usarán cuando el calor sea excesivo o deseen dormir. Y es que, además, muchas tortugas, allegar el otoño, deciden hibernar y es bueno que tengan donde hacerlo.

Por lo que se refiere a la comida en sí: las tortugas terrestres gustan de todo tipo de frutas y verduras, aunque de vez en cuando se comen con gusto un poco de carne, como hígado de ternera, caracoles o insectos, en este último caso, vivos. Lo que nunca debería faltarles es un bloque de calcio y comida preparada específicamente para ellas.

Ahora es cuando insistimos en que, en realidad, los cuidados que requiere una tortuga son pocos: simplemente, relee este artículo y verás que, al menos comparadas con otras mascotas, es así.