Cuando tenemos un cachorro en casa, es necesario dejarle claro que él es el último de la manada y que nosotros somos los machos o hembras alfa. El cachorro si estuviera en una manada de perros sería el último para todo. El establecer esa jerarquía es una precaución para evitar conflictos en la convivencia diaria, es posible que nuestro cachorro en la llegada al hogar se muestre un cánido tranquilo y que su comportamiento sea el adecuado, pero de nuestras acciones dependerá que ese perro mantenga el comportamiento y mantenga o cambie el comportamiento. Los perros y los lobos en su hábitat forman manadas y en ellas mantienen un riguroso orden de jerarquía. Esta el líder de la manada, llamado alfa, luego esta beta y por último esta omega que correspondería con el perro sumiso.
Acciones que debemos establecer para dejarle claro que es un perro omega.
- El perro siempre será el último en comer, en todas las comidas. Primero comeremos nosotros y una vez que hayamos finalizado completamente pondremos a disposición del cachorro su comedero con el alimento que le corresponda. Con esta forma de proceder no solo estaremos dejándole claro su posición, sino que también lograremos que el perro no este pendiente de nuestra comida y no pida.
- Salir de paseo. Si le llevamos con correa, no le dejaremos que se adelante, debe ir al lado o un paso por detrás nuestro, si nos fijamos en las mandas, el líder siempre es el primero y detrás están el resto de los componentes del grupo. Al principio puede ser costoso porque el perro tiene demasiada ansia de olisquear todo y de investigar, debemos ser pacientes y corregirlo poco a poco. Una forma de hacerlo es premiando, y lo haremos aunque sea mínimo el progreso, sí logramos que dé 3 pasos junto a nosotros, le daremos una gominola y haremos sonar el clicker para que poco a poco lo vaya interiorizando.
- Llegada a casa. Es posible que nuestro perro tenga una explosión de alegría y que no sea capaz de controlar sus impulsos por lo que se suba a nosotros o intente mordisquearnos las mangas. Debemos ignorar ese comportamiento, no acariciarle y dejarle que se tranquilice, cuando se haya calmado nos acercaremos a él a saludarle, si vuelve a saltar y mordisquear pararemos y repetiremos hasta que con nuestro saludo se mantenga tranquilo.
- Comportamiento a evitar del perro. Subirse al sofá, a la cama… Sí no le educamos cuando es un cachorro es difícil que luego lo acepte. Se le debe decir NO y bajarle, puede que insista, hay que mantenernos con seguridad en nuestra actitud de no ceder.