Cuando el perro come de todo en la calle

Alguna vez o muchas veces han dejado a su perro suelto y lo primero que ha hecho ha sido irse a comer algo que hubiera en el suelo, esto puede ser un problema cuando come desperdicios que están en mal estado, están envenenados o es un animal muerto que le puede transferir algún tipo de enfermedad. Hay razas de perros que son más propensos a comerse todo lo que encuentran como por ejemplo los Alaskas o los Golden.

Esta cuestión no es un problema de que el animal pase hambre, si se mira detalladamente a los lobos se pondrán dar cuenta del porque de este comportamiento. Los lobos solo comen cuando consiguen cazar y entonces aprovechan para comer todo lo que puedan, algo parecido les pasa al perro, en el momento que ve comida lo ingiere porque no sabe cuando va a volver a comer, a veces esto se supera estableciendo unas tomas de comida fijas, por ejemplo por la mañana y por la noche, el perro asocia y no tiene la necesidad de alimentarse cuando sale a la calle, otras veces no funciona por lo que la opción que queda es adiestrarle en deja/toma.

Enseñarle esta orden tiene su dificultad, porque es uno de los comandos más complejos, se tarda cierto tiempo en conseguirlo, pero como siempre con paciencia y constancia todo se logra.
Para comenzar con la orden deja/toma se cogerá una bola de pienso o un trozo de comida cualquiera, también se puede utilizar algo mecánico que no sean las llaves si se quiere más adelante enseñarle a traerlas. El utilizar un objeto metálico es porque la textura y la sensanción que les da no les gusta nada. Es necesario iniciar el aprendizaje en casa en un lugar en el que no haya estímulos (televisión, gente, juguetes…) Lo primero que se hará es mostrarle el trozo de comida en la mano, a continuación el perro intentará cogerlo, se cerrará la palma de la mano y se dirá la palabra deja o cualquier otra que se quiera, pero es necesario siempre utilizar la misma. Esto se repetirá varias veces, en el momento que se vea que el perro espera, aunque solo sea un segundo se le premiará con un trozo de comida diciéndole toma. Cuando este paso lo tenga asimilado se pasará a dejar el trozo de comida en el suelo, y el proceso es el mismo, es necesario tener el control del ejercicio por lo que se puede tener el pie preparado por sí hay que ponerlo encima para que no lo coja.
Cuando casa lo tenga superado, se hará lo mismo en la calle, primero en un lugar con poca gente y más tarde se le irá complicando añadiendo estímulos.

Inhibición de la mordida en los perros

El perro aprende a controlar sus mandíbulas a través del juego durante las primeras semanas de vida, cuando juega con sus hermanos aprende a autocontrolarse, cuando se pasa de fuerza el otro cachorro se queja y el que está mordiendo reduce la mordida o suelta, este es un aprendizaje que más tarde se consolida en la interacción con otros perros. Cuando esto no se produce es posible que se tenga problemas para darle premios directamente en la boca o para jugar con él, con objetos que consistan en utilizar la boca.

Si el perro no ha llegado al extremo de morder, el dueño puede reeducar este comportamiento, si ya se ha producido un ataque, entonces lo mejor es acudir a un profesional para que realice la intervención.

Para inhibir la mordida es necesario estar tranquilo, los perros sienten la energía de cada persona por lo que si se presentan nerviosos o poco confiados el perro lo va a notar y se le va a provocar excitación.

Una forma de inhibir la mordida es dándole la comida en la boca, para ello se colocará un trozo de comida en la palma de la mano, esta zona es complicada de pillar con los dientes. Lo mejor para realizar este aprendizaje es utilizar el clicker, en el momento en el que el perro coja el trozo de comida y lo haga correctamente se clickeará para reforzar de forma positiva el aprendizaje.
Es importante que antes este cargado el clicker, para ello si no se sabe como, les remito al artículo que escribí sobre esa temática o adquirir un buen libro sobre el aprendizaje con clicker.
Cuando tenga superado el coger la comida de la palma, se avanzará en el aprendizaje, para ello se colocará la comida entre los dedos, para que el coja el alimento de forma tranquila y suave.

 

 

 

 

 

 

 

Además se puede complementar este aprendizaje con el lavado de dientes, para hacerlo es necesario tener un cepillo específico para él y pasta de dientes también de perros. En lo que se refiere a los cepillos de dientes para perros hay dos tipos uno de mango largo y otro que se coloca en el dedo. Cuando se inicie al perro en el lavado de dientes se usará el de mango largo, para que en el supuesto de que cierre la boca pille el cepillo y no nuestra mano. Cuando tenga adquirido el hábito se puede hacer el cambio por el de dedo.

Estos son algunos consejos para trabajar la inhibición de la mordida en los perros, si tienen alguna duda sobre la respuesta del perro es mejor que no lo intenten y acudan a un profesional que les ayuda con el aprendizaje.

Educación en refuerzo positivo

Afortunadamente, cada vez podemos ver más perros acompañando a sus dueños a todas partes. La idea de que un perro sólo es para tenerlo en una parcela como perro guardián está prácticamente desterrada, al menos en las ciudades.

Esta concepción del perro como parte integrante de la familia también supone un mayor responsabilidad tanto para con los demás viandantes como para con nuestro propio perro. Por eso debemos darle una educación.

Esto no significa enseñarle a hacer monerías, sino darle unas pautas de comportamiento con las que él se sienta cómodo y descubra el placer de relacionarse con su entorno sin miedos ni estrés.

Perros reactivos y dueños negativos

Un perro que empieza a ladrar en cuanto alguien pasa a su lado o ve un perro o ante cualquier otro estímulo que no suponga una amenaza real es un perro con un problema de ansiedad, lo que se llama un perro reactivo.

Ante este comportamiento, lo que la mayoría de las veces vemos es que los dueños les gritan, les tiran de las correas, o, incluso, les llegan a pegar. Esta actitud de los dueños es muy negativa, porque aunque consigan que el perro se calle, lo hará por miedo no porque hayan solucionado el problema.

Averiguar la razón es fundamental

Siempre hay que acordarse que un perro no hace algo por fastidiarnos, lo hace porque tiene un problema. Y nuestra labor como sus cuidadores es encontrar la raíz del problema y solucionarla.

Pero solucionarla no es evitar que se produzca, sino solucionar el problema que hace que el perro reaccione así. Para ello hay que recurrir a un especialista en conduzca canina, siempre.

Buscar ayuda para curarlo

Igual que nosotros acudiríamos a un profesional para tratar los problemas psicológicos de uno de nuestros hijos, así deberemos actuar con nuestro perro. Primero habrá que consultar con el veterinario para averiguar si puede ser que tenga alguna dolencia.

Si nuestro perro goza de buena salud, entonces es la hora de buscar ayuda de un especialista…. no un adiestrador, sino un especialista en conducta canina.

Especialistas hay muchos y es muy difícil saber cuál elegir. Además, hay varias escuelas de pensamiento. El refuerzo en positivo está basado en el pensamiento de que la mejor manera de educar a un perro es reforzando sus experiencias positivas.

Está claro que a cualquiera nos gustan más los premios y los halagos que los gritos y tirones. Todos haremos con más gusto algo si sabemos que al final conseguiremos un premio que si la meta es sólo no ganarnos un grito.

Cambiando su visión del mundo

De esta manera, con el refuerzo en positivo se busca que los perros asocien las experiencias que les estresan con algo bueno para ir haciendo que baje cada vez más la ansiedad que les produce.

Por ejemplo: un perro que ladra a otros perros no conseguiremos que lo deje de hacer por ponerle un collar de castigo, sólo conseguiremos que cuando se ponga a ladrar al otro perro por miedo se haga daño con el collar y asocie “perro desconocido = dolor” y cada vez se ponga más agresivo.

Con las pautas que nos ofrecen los terapeutas caninos podremos ir mejorando la calidad de vida de nuestro amigo peludo, además de reconvertir esos miedos que presenta.

Paciencia y trabajo

Pero esto no es de un día para otro. Hay que estar dispuesto a ser paciente, a comprender que es un problema que tiene y que hay que curarlo.

Es sumamente importante recordar que es un perro y que su comportamiento negativo no está provocado por sentimientos puramente humanos como la venganza, el desprecio, los celos o cualquier otro nombre que queramos darle.

Los comportamiento negativos son reflejo de algo que no va bien y que hay que trabajar para curarlo, no para esconderlo bajo una dominación que le cause miedo… porque tarde o temprano un comportamiento que hemos retraído a base de gritarle o pegarle hará que se refleje de otra forma causándole mayor sufrimiento.

Premiar en vez de gritar

La tendencia actual entre los nuevos educadores y terapeutas caninos es educar a través de juegos que les resulten atractivos de realizar sin forzarles ni cansarles.

Los premios por el trabajo bien realizado o por no haber repetido una conducta negativa es el mejor aliciente que se puede utilizar.

Las escuelas de refuerzo positivo se pueden localizar por todas partes. Canescool y Mr. Mutt, en Madrid, son un claro ejemplo de este tipo de educación.

Aconsejan que desde pequeños se sociabilicen con otros perros y se eduque en positivo para que los perros crezcan sanos tanto físicamente como mentalmente.

Un perro no es un juguete, es un ser vivo que necesita nuestro respeto además de nuestro cariño. Y, por supuesto, una educación basada en esas premisas y no en el miedo y en el “yo mando”.

Esto no significa dejarle hacer lo que quiera, no, no es eso. Es enseñarle lo que deseamos que haga premiándolo por hacerlo.

Manipulación del perro

Cuando nuestro perro llega a casa por norma general es un cachorro al que hay que enseñar y establecer unas rutinas y hábitos para evitar problemas en el futuro entre las actividades diarias que hay que enseñar a nuestro perro está el que se deja peinar, tocar las orejas, ver los ojos, mirar la trufa…

Cuando se realizan estás manipulaciones lo mejor es que nuestro perro esté tranquilo pero para conseguir esa actitud es necesario acostumbrarlo y hacerlo todos los días, estos nos ayudará a que en el momento en el que tengamos que ir al veterinario, peluquero, u otro profesional que le tenga que tocar, no le suponga ningún problema como ansiedad o incomodidad porque está acostumbrado.

El mejor momento para hacer las manipulaciones es por la noche antes de acostarnos, para él será una rutina diaria. Los perros necesitan la rutina porque eso les da seguridad y saben a que atenerse les da estructura.

Es necesario cepillar a nuestro perro todos los días, sobre todo sí son de pelo medio largo, para quitar nudos y bolas de suciedad que se les queda pegados al pelo.
Además de cepillar es importante revisar los oídos, los ojos, las encías o las almohadillas de las patas, esto será una actividad de prevención para descubrir posibles anomalías y que puedan ser tratadas a tiempo por el veterinario.

Los dientes deben estar limpios de sarro, lo más aconsejable es lavárselos con cepillo y pasta de dientes especial para perros, al principio el perro puede mostrar disgusto ante el nuevo sabor pero sí somos constantes no pondrá ningún problema e incluso le terminará gustando. Otra forma de eliminar el sarro, es darle pan duro o huesos que venden en las tiendas de animales que tienen piel de buey. Debemos de mirar el color de las encías de nuestro perro, podemos presionarlas y veremos el tono rosado, a través de las encías podemos ver el estado de la piel de nuestro perro.

Los oídos tienen que estar limpios, sin cera y sin olor, Hay que limpiarlos a menudo con toallitas de bebés. No se los limpiéis con algodón por las fibras que pueden quedar dentro o con bastoncillos porque se le puede dañar. Observar los oídos es importante en todos los perros pero sobre todo en aquellos que tienen las orejas caídas porque son propensos a padecer otitis.

Los ojos tienen que estar limpios de legañas, sí nuestro perro es propenso a tener legañas amarillentas o verdes muy posiblemente tendrá conjuntivitis y es necesario llevarlo al veterinario.

La trufa que es la nariz del perro debe estar limpia de secreciones, fresca y húmeda, por el contrario sí esta seca existe la posibilidad de que nuestro perro tenga fiebre.

Las pegatinas de tu perro

Te conozco. Cambias de cara y veces incluso de sexo, pero sé quién eres: a veces te presentas como un tiarrón de pelo en pecho, a veces como un chaval de quince años, y otras como como una mujer de rostro hermoso e inocente. Tus caras, tus cuerpos, tu voz pueden ser muchas, pero, cabrón, te tengo calado.

Sé que eres tú porque hay un rasgo que te identifica: cómo sales de paseo con tu perro. No me molesta que lo lleves suelto -al contrario: si el animal está bien educado, me parece de perlas-. Ni siquiera me parece del todo mal que lo bañes cada dos años y me deje un pestazo espantoso en la ropa cuando se me arrima para que lo acaricie (tengo una especie de imán para los perros).

Lo que me cabrea sobremanera es que, nada más llegar al parque, le des una palmada al animal y lo mandes a césped, a que se alivie de vejiga y de intestinos. No sería la primera vez que me tumbo en el césped (mal hecho: tampoco se permite) y me encuentro a centímetros de una pegatina. O encima de ella.

Normas elementales

No te voy a engañar: no soy un tipo educado, y mi escaso refinamiento no me permite desahogarme con un “¡Huy, caramba! Un perrito ha hecho sus necesidades aquí. Su dueño debería tener más cuidado”. No. Lo que sale de mi boquita se parece más bien a un “Me cagüen el desgraciao del tío y en todos sus antepasados hasta tiempos de Felipe II”. Eso.

Vamos a ver, tonto de babilla (o tonta de babillo, que también puede ser), muchos ayuntamientos regalan bolsas para estos menesteres. Y, si no es así, gastarte una bolsa no te va a arruinar. El animal, como animal que es, no sabe de normas de urbanidad. Tú, deberías.

¿Una especie evolucionada?

Se trata de demostrar que hace unos cuantos miles de años que tu especie bajó de los árboles y empezó a vivir en la tierra, compartiendo espacio con sus congéneres; se trata de que sepas respetar a unos vecinos que no tienen por qué ir por la calle esquivando, además de los baches y las zanjas, las minas que no recoges.

He tenido perro –bueno: él me tenía a mí, más bien- y sé lo que significa ¿Lo sabes tú? Es un ser vivo, con sus necesidades, también fisiológicas, que no sabe dónde debe satisfacerlas. Siempre he dicho que adoro a los perros. Y que odio a algunos amos.

Vacunas para perros

Cuando decidimos comprar o adoptar un perro debemos tener en cuenta que debemos llevarlo al veterinario para que le ponga las vacunas correspondientes. Las vacunas son medicamentos que se consiguen a partir de la modificación de organismos que dañan nuestros cuerpos. Cuando se inyecta una vacuna sobre un cuerpo sano, lo que hace es generar defensas para que la enfermedad no afecte y si lo hace el daño que produce es menor, es decir, las vacunas son un instrumento que usamos para evitar que nuestro cuadrúpedo enferme. Los perros, cuando nacen tienen cierto grado de inmunidad por la leche materna pero al poco tiempo desaparece y es necesario usar las vacunas para evitar que nuestro cachorro enferme.st

El calendario de vacunas lo establece nuestro veterinario. Éste decidirá en qué momento se le administrarán al perro, se debe evitar hacerlo cuando nuestra mascota esté enferma o esté baja de energía.

Una vez que se le ha inyectado la vacuna es necesario que no lo bañemos inmediatamente. Es posible que nuestro cachorro se sienta molesto y/o tenga fiebre en la zona de aplicación, son efectos secundarios normales y por norma general a las 24 horas han desaparecido. En caso de que no fuera así y persistan es necesario llevarlo al veterinario para que vea a nuestra mascota y decida qué hacer.

La primera visita que realizamos a nuestro veterinario servirá para que le examine y determine que todo está en orden y lo desparasite y establezca el calendario de vacunas.

Las vacunas que se deben administrar a nuestro perro son las siguientes.

  •  Vacuna contra el Distemper moquillo: es una enfermedad que entre las diferentes razas de perros se puede contagiar con bastante facilidad a través de las distintas secreciones. Los síntomas más habituales son la fiebre y los vómitos.
  • Vacuna contra el Parvo moquillo: igual que la anterior, es bastante sensible al contagio, este virus lo que hace es atacar poco a poco al perro debilitándolo progresivamente.
  • Vacuna contra la Leptospirosis, o lo que es lo mismo la rabia. Esta enfermedad es muy peligrosa para los humanos porque nos pueden contagiar si la padece nuestra mascota. Esta afección le ataca al sistema nervioso y  les da fiebre entre otros síntomas. El perro, si padece esta enfermedad tiene muchas posibilidades de morir, si logra sobrevivir tendrá que pasar mucho tiempo para lograr recuperarse.
  • Vacuna contra la Hepatitis: se contagia a través de las distintas secreciones ya sea heces, orina, mucosidad o saliva. La enfermedad empieza con síntomas similares a la de Distemper y finaliza afectando al sistema renal del perro.
  • Vacuna contra la Tranqueobronquitis. Esta enfermedad se observa sobre todo en lugares donde conviven muchos perros juntos, es de fácil  contagio entre canes. Los síntomas son tos principalmente, a veces fiebre y pérdida del apetito.
  • Vacuna contra la Coronavirus: Esta enfermedad entre perros puede tener el desenlace que no queremos, la pérdida de nuestro cachorro. Es una enfermedad que ataca al aparato digestivo provocando que nuestra mascota vaya perdiendo el apetito poco a poco.

Montar en bici y pasear a nuestro perro

Hemos hablado en multitud de post que es importante que nuestro perro haga ejercicio y que suelte toda la energía para que cuando esté en casa sea un perro tranquilo y calmado. Entre las opciones que tenemos para que nuestro perro queme la energía que le sobra tenemos la de montar en bicicleta y mientras vamos peleando nuestra mascota nos siga el ritmo.

Hay personas que les gustaría hacer este ejercicio pero les da miedo porque el perro puede tirar de la correa y como consecuencia nosotros acabar en el suelo, que se cruce o simplemente que nos resulte complicado establecer la dirección en la que queremos ir.

Todas estás dificultades se han quedado en el pasado, el mercado de las mascotas está en continua innovación e inventan todo tipo de artilugios para que la vida con nuestras mascotas sea más sencilla. Para que el paseo en bicicleta sea tranquilo y no tengamos las dificultades antes señaladas han creado el walkydog.

El walkydog es una barra metálica que se ajusta a la barra donde va el sillín, tiene tres resortes que hacen que el perro aunque tire de forma repetida la barra lo absorbe sin problemas. Los resortes se pueden anclar todos a la bicicleta o solo uno o dos, dependerá de la fuerza de nuestro cánido y de sí tira mucho o no, está claro que sí ajustamos los tres anclajes a la bicicleta iremos más seguros.

Lo que podemos hacer ante de comenzar a pedalear es andar un poco, para que el perro se acomode al nuevo dispositivo y se acostumbre a ir al lado de la bicicleta. Al ir la barra anclada en el sillín nos permite llevar las manos libres para controlar el manillar y para dar la correcciones necesarias a nuestro perro.

El walkydog tiene otro accesorio que es low rider que se ajusta a la rueda trasera y está dirigido a los perros de gran tamaño que tienen mucha fuerza y que con el walkydog no tienen suficiente.

Este dos dispositivos nos permites hacer deporte y compartir un rato de ocio con nuestra mascota sin peligro además que nuestro perro lo agradecerá porque puede hacer ejercicio y quemar la energía que le sobra.

Haciendo un sondeo por internet de lo que puede costar este dispositivo no es excesivamente caro, cuesta alrededor de 40 euros y nos puede servir también en un momento determinado como correa corta.

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¡Para no pasar un verano de perros!

Decían que iba a ser un verano fresquito, sin embargo este tiempo loco hace que lo mismo nos un día nos acordemos de gabardina guardada como que vivamos un apasionado romance con el aire acondicionado de la oficia.

No nos olvidemos que es verano, y que por muchas bajadas de temperatura que podamos sufrir, hay días que es imposible echarse a la calle. No os voy a contar nada nuevo de lo que muchas asociaciones y organizaciones por y pro la salud aconsejan en estos días. Pero si haceros un pequeño recordatorio a los que tenéis mascotas. Ya que ellos también necesitan un cuidado extra en esta época.

Tener siempre muchos bebederos con agua

Es importante tanto si tienes a tu mascota tanto dentro como fuera de tu casa que este tenga la posibilidad de siempre encontrar un punto donde refrescarse. Para ello es importante no solo el número de lugares donde pueda beber, sino que este agua siempre este en un punto fresco donde le dé la sombra.

No hay que olvidar también revisar el agua para evitar que esta esté sucia o con insectos. De esta manera evitaremos que beba agua estancada o, como pasa en muchos casos, de piscinas. Ya que no es solo malo para su salud por el cloro, sino que puede ser una trampa mortal para nuestro animal ya que les resulta complicado salir.

Buscarles sitios frescos

Es fácil dentro de una casa que un perro busque el suelo o espacios con ventilación para refrigerarse. Si están fuera de tu techo, recuerda ponerles techadillos de chamizo donde pueda coger alguna sombra. Es importante refrescarlos durante el día, ya sea mediante un manguerazo como con la humedad del suelo y plantas después de regar. Agradecerá poder tumbarse en el agua. Además puede sufrir al contacto del suelo caliente daños en las almohadillas de sus patas, es bueno revisarlas y echarles crema.

Horarios de paseo

Intenta buscar horarios para pasear fuera de las horas más calurosas, que son de 2 a 6 de la tarde. Buscando primeras horas de la mañana o cuando atardezca. Recuerda, al igual que llevas tu agua, darle de beber a él, o llevar para que beba.

Recuerda que no es bueno que el animal tenga un ejercicio excesivo. Buscar la sombra y parajes con grandes vegetaciones y zonas verdes, donde permitan su presencia, para jugar con él y hacer que corra.

Saneamiento

Un corte de pelo siempre se agradece en verano, y más cuando en el campo encontramos todo tipo e insectos como garrapatas y pulgas que se adhieran a nuestro amigo peludo. De igual manera conviene que no olvidemos ampliar el saneado de nuestro animal y las visitas al veterinario junto a tratamientos específicos de estas fechas.

Como ves, no es muy diferente estas recomendaciones a las que los expertos nos aconsejan a nosotros mismos. Recuerda que os achaques del calor nos afectan a todos. Y que un animal por muy acostumbrado a vivir a la intemperie, al vivir domesticado, depende siempre de su dueño. Por lo cual es tu responsabilidad su bienestar, no lo olvides.

 

Cuando el cachorro lloriquea por la noche

Una de las cosas más habituales que puede suceder cuando llevamos a un cachorro de 8 o 9 semanas a casa es que por la noche no deje pegar ojo porque echa de menos a su madres y a sus hermanos y por tanto se pone a lloriquear.

Esto se puede corregir sí, es algo que se debe intentar eliminar desde el principio de la convivencia para que no vaya a más, y provoquen largas noches de insomnio porque el cachorro no quiere dormir.

Lo primero que se debe hacer cuando llega a casa es establecer el lugar donde va a dormir, se establecerá la habitación y allí se colocará la cuna o manta como lugar de descanso para el cachorro. Es importante que la habitación sea fija, no se puede estar cambiando todos los días, la mascota debe tener claro cual es su lugar para dormir. Una vez establecido, las primeras noches se puede optar por colocar debajo de la cuna un reloj, para que el tic tac le relaje y le recuerde al corazón de la madre. También se puede colocar una botella con agua caliente. Estos métodos son útiles de forma transitoria.
Para evitar los lloros nocturnos, durante el día mientras os encontréis en casa, debéis llevarle a la habitación donde tiene la cuna y una vez allí oscurecerla como si fuera momento de dormir. Vosotros saldréis de la estancia y cerrareis la puerta, y seguiréis con vuestra rutina, con casi total seguridad el cachorro comenzará a llorar, se debe ignorar, porque si se responde a su llanto no se eliminará sino que se producirá el efecto contrario que cada vez vaya a más hasta el punto de ser insoportable.
Aunque se sientan mal porque el cachorro lloriquea, se debe de aguantar y esperar, en el momento en el que guarde silencio, se entrará en la habitación y se le felicitará efusivamente. Es probable que en el momento en el que se le felicite comience de nuevo a llorar, se ignorará el comportamiento saliendo de la habitación y esperando a que vuelva a guardar silencio para entrar y felicitar.
El cachorro poco a poco irá entendiendo que la atención que se le dedica, es en los momentos en los que está tranquilo, y por lo tanto al hacer la asociación poco a poco ira eliminando el llanto. Este proceso puede llevar un par de días si somos constantes.
Se puede pensar que al hacer este ejercicio los vecinos se quejarán, se va hacer durante el día, por lo que el llanto es más soportable durante las horas diurnas que no durante las nocturnas. Cuanto más constante se sea, antes se eliminará y dormirá plácidamente por la noche.

Perro feliz

Muchos dueños de perro se piensan que su perro es feliz porque le adornan con ropa, porque le ponen el mejor collar pero a un perro le da bastante igual los adornos que se le coloquen. Un perro es feliz si se le dan respuesta a tres aspectos básicos ejercicio, obediencia y cariño y en este orden para lograr el equilibro perfecto.

Dar más importancia al cariño que a las otras dos o al abediencia es un error muy común. Otro error bastante repetitivo es pensar que por tener un terreno en el que el animal se pueda mover ya esta todo solucionado y no es así, y sino utilicemos la empatia por  un momento, la empatía es la característica que consiste en ponernos en el lugar del otro, nosotros seriamos felices si tuvieramos una casa con jardín y no nos permitieran salir de ahí, la respuesta seguramente será que no para ellos tampoco es suficiente no podemos olvidarnos que los perros son descendientes de los lobos, y esto recorren largas distancias en busca de comida por lo que en el ADN de los perros también esta impreso esa necesidad de moverse y salir a pasear.

Cual es la cantidad justa de ejercicio, la respuesta es más o menos una hora y media al día, sí es más tiempo  mucho mejor y puede ser caminar o que venga con nosotros mientras estamos realizando algún deporte como correr, andar en bici, patinar… es una forma muy sana de compartir nuestro tiempo de ocio con nuestro perro haciendo una actividad que nos guste y que al perro también le va a encantar.

En el aspecto de la obediencia, esta no solo consiste en que el perro se siente, tumbe y todas esas cosas que se enseñan de obediencia básica, es necesario establecer unas normas claras y concretas que al perro le hagan tener claro que puede y que no puede hacer. Es necesario que todos los miembros de la familia tengan claro cuales son esas normas para evitar que el perro se aproveche de la situación. Estas normas pueden ser no pedir mientras estamos comiendo, no subirse al sofá o no dormir en la cama entre otras muchas que se nos puedan ocurrir para el buen funcionamiento de la convivencia.

Por último afecto, este le podemos transmitir a través de caricias, jugando con el perro… en este aspecto normalmente no se tiene ninguna dificultad pero debemos tener claro que es el último aspecto para lograr tener un perro feliz.