Proteja a su perro del frío helador

El frío ya ha llegado a todas partes de la península hace ya algunas semanas. Esa sensación que cada uno la vive de una manera, lo que  consigue es que nos acurruquemos todos y nos protejamos debajo de tejidos calentitos y de tacto agradable. Pues los animales sienten también esa sensación de frío en su piel, por eso debemos protegerlos para que no cojan “resfriados” como nos pasa a las personas.

Los perros son animales que sacamos a la calle, incluso algunos sacan a gatos para que les de el aire y a estos debemos cuidarlos especialmente de las bajas temperaturas. Pero existen otras especies que necesitan que se creen ambientes con temperaturas concretas para su supervivencia. Si tienes algunos de estos animales, infórmate de cómo puede protegerlos del frío.

En todo caso, los cachorros y los animales recién nacidos son aquellos que más tendremos que proteger si queremos que no enfermen. Tendremos que prestar especial atención también, a aquellos animalitos que tengan alguna patología crónica o tengan una edad avanzada.

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perritos

Protector contra el frío

Si vamos a tener a nuestra mascota fuera de casa, necesitamos que tenga un sitio en el que al menos pueda protegerse. Un ejemplo de ello puede ser una caseta para perros instalada en una terraza. De esta manera, además de protegerse del frío, también podrá afrontar perfectamente la lluvia, la nieve o el fuerte viento.

Alimentación adecuada

Como a las personas, en invierno nos gusta comer comidas más ricas en calorías y nutrientes. Lo mismo ocurre con los perros, ellos también necesitan una alimentación adecuada para poder afrontar el invierno con mucha fuerza.

Actividad física, siempre

En invierno, con frío, nos apetece menos movernos, todo parece darnos pereza.… y eso mismo les ocurre a los perros. Pero debemos evitar, auinque cueste, que nuestra mascota deje de ejercitarse para mantenerse en forma. Además, con la excusa de que el perro tiene que hacer ejercicio, nosotros también podemos aprovechar esa circunstancia.

Nada de corrientes de aire

Es muy importante que nuestra mascota no esté en ningún lugar en el que haya corrientes de aire. Pero a su vez, es importante que la calefacción del interior de nuestra casa no esté demasiado elevada porque puede resecar el ambiente y es realmente perjudicial para los animales.

No les cortes el pelo

Es de lógica pensar que el invierno no es la época más adecuada para cortar el pelo a nuestro perro. Básicamente, porque el pelo les ayuda a protegerse del frío y a mantener el calor corporal.

 

Tirones de correa

Más de un dueño tiene problemas con la correa y el perro, en muchas ocasiones sacar al perro a pasear es un estres porque se pasa el tiempo tirando y por más que se le corrige no deja de hacerlo y al final se acaban con problemas de espalda, brazos y hombros.

Cuando un perro es de tamaño pequeño o mediano no hay problema porque se tiene suficiente fuerza para dominar al perro, muchos de esos dueños no dan importancia a los paseos con el perro junto pero que sucede cuando el perro es grande y solo tira, a continuación voy a dar una serie de consejos para lograr reducir los tirones y conseguir que vaya junto.

Collar y correa: No siempre se utiliza la correa correcta para el tipo de perro que se tiene. En muchas ocasiones se opta por un arnés y/o una correa extensible y se tienen todas las papeletas para que el perro vaya delante, porque es para lo que sirven estos instrumentos. Lo mejor es un collar que le quede bien al perro y una correa rígida. Se puede usar haltyes siempre que se usen de forma correcta.

Sentar: El comando sentar es una orden muy efectiva, es importante primero enseñarle en casa y cuando lo haya aprendido hacerlo en la calle, primero en estático y luego en movimiento. Este comando es efectivo porque cada vez que el perro se adelante le mandamos sentar y así aprenderá que si tira no se continua con el paseo.

Cambio de sentido: Cuando un perro va delante es porque tiene muy claro a donde vamos, o el es el que decide el camino que se va a seguir, por lo que es necesario que nosotros decidamos en todo momento por donde vamos. Si el perro va delante cambie de dirección, un método muy útil es hacer zig zag entre árboles, señales todo lo que se tenga por la acera por la que se va caminando.

Cuerpo: Nuestro cuerpo también es una herramienta muy útil para corregir los tirones. Se puede dar un tirón seco de correa para corregirlo, utilizar la rodilla para moverlo la parte trasera del cuerpo según van caminando, este movimiento debe ser suave, solo con un pequeño toque el perro va a cambiar su movimiento.

Estos son consejos que se pueden utilizar en los paseos diarios, pero sobre todo es importante ser constante, porque no se logrará la primera vez que se utilicen en la mayoría de los casos sino que habrá que repetir hasta que lo interiorice.

 Gonna fly now flying high now gonna fly, fly, fly...

Agresividad del perro con correa

A veces salir a pasear con nuestro perro nos provoca estres porque no entendemos por qué cuando se encuentra con otro perro comienza a ladrar y a tirar de la correa. Nosotros en ese momento tendemos a alejarnos porque consideramos que esa situación es un problema, y esa sensación la tenemos nosotros como dueños del perro y posiblemente también lo piense la otra persona con la que nos hemos encontrado paseando tranquilamente a su mascota.

Esta actuación viene provocada por dos situaciones que son totalmente opuestas. La primera, nuestro perro se encuentra con otro cánido y quiere hacer cosas típicas de perros, como olisquearse, andar en círculos, etc., aspectos que son básicos en la forma de relacionarse con sus iguales, lo que sucede es que no le dejamos hacerlo, le llevamos con una correa demasiado corta, y no puede acercarse, por lo que  su forma de expresarlo es a través del ladrido, lo que tiene como cosecuencia que nosotros no le entendamos y nos pongamos tensos queriendo huir de esa situación. La segunda posibilidad es que nuestro perro no esté bien socializado. Durante ese importante periodo que se inicia en la sexta semana y se prolonga hasta la semana 18, debemos permitir que nuestra mascota se relacione con otros perros. Si no lo hacemos así, en su edad adulta ladrará a sus iguales porque se sentirá amenazado por ellos. Nuestra respuesta innata va a ser evitarla y huir, por lo que estaremos reforzando el ladrido, nuestro perro pensará que a su lado el otro se marchará y podrá quedarse tranquilo.

Ante estas dos situaciones nuestra respuesta debe ser siempre la misma, la tranquilidad. Es necesario mantener la calma y hablar a nuestro perro con un tono tranquilo, y lo completaremos agarrando la correa de forma suave al mismo tiempo que firme, hay que pensar que la correa es el instrumento a través del cual estamos conectados a nuestra mascota, por lo que si tensamos o tiramos de ella el perro comenzará a ladrar.

Otra fórmula es llevar los bolsillos llenos de premios. Esto lo utilizaremos en los momentos en los que nos encontramos con otro perro si nuestra mascota comienza a ladrar. En ese momento tiraremos un premio al suelo delante de sus ojos y le diremos que busque. Mientras realiza esta operación, su concentración se desviará a la conducta que nosotros deseamos, por lo que el otro perro se podrá marchar sin que haya existido conflicto alguno entre ellos.

Manadas de perros

Huskies pulling sledge

En muchas ocasiones después de tener un perro con el que la convivencia ha sido fácil y adecuada se decide aumentar la manada trayendo otro perro a casa, lo que en muchos casos supone el inicio de los problemas porque el que estaba en casa se siente destronado, porque no saben que rol deben de tener cada uno, porque no se llevan bien… Las razones pueden ser muy variadas.

Antes de llevar a un perro a casa hay que saber como es el que ya se tiene, es un perro socializado o por el contrario tiene dificultades para relacionarse con los demás, si es así, a lo mejor no es la mejor decisión llevar un perro a casa. Es un perro sumiso o por el contrario es el jefe de la casa, es territorial… todos estos aspectos son muy importantes antes de presentarse en casa con otro perro.

Una vez que se ha tomado la decisión de llevar a otro perro a casa, es importante que el primer encuentro se realice fuera de la casa, que ambos perros estén cansados, es decir que se haya dado un paseo largo antes de que se produzca el encuentro y se observará como reaccionan. Es importante estar atentos al lenguaje corporal de ambos cánidos, será importante corregir a ambos si tienen alguna conducta inadecuada.

Una vez que se hayan olido y visto y hayan estado interactuando el siguiente paso será caminar juntos, dar un paseo a ver como se encuentran ambos de cómodos. Si no hay problemas se pueden llevar a casa. Si en algún momento ha habido algún conflicto será mejor repetir el encuentro al día siguiente.

En la casa es importante que ambos tengan sus cosas, es decir, muchos dueños cometen el error de que coman del mismo plato, cada uno tiene que tener el suyo y también deben de tener su bebedero para evitar conflictos.

Los juguetes son elementos que pueden provocar algún encontronazo sobre todo si el que estaba en casa tiene cierta predilección por alguno incluso considerándolo su posesión. El primer día es mejor que no haya juguetes y según se vayan relacionando se van introduciendo o no.

Es importante que entre los perros que se tengan en casa haya la misma frecuencia de energía, esto quiere decir que no haya uno más dominante que otro, o al revés que uno sea excesivamente sumiso, es importante observarlo y realizar las correcciones oportunas para corregirlo y que los perros adopten el mismo papel.

El equilibrio de nuestro perro a través de nuestros cuidados

A la hora de llevar un perro a casa, no solo nos tenemos que preocupar por darle de comer, beber, asearlo, llevarle al veterinario o vacunarlo. Esto es importante pero también debemos dar respuesta a sus necesidades emocionales para tener un perro sano tanto física como psíquicamente.

Para poder responder a todas sus necesidades lo primero que haremos será observarle, para dar las respuestas más adecuadas. En muchas ocasiones nos quejamos de nuestro perro, porque nos muerde las zapatillas, mordisquea el sofá, revuelve los armarios… todo esto son acciones típicas de un perro que está aburrido y al cuál no se le han satisfecho sus instintos sociales, cazadores de juego…

Estos hábitos poco saludables para la convivencia los podemos transformar a través de juegos y actividades. Por ejemplo cuando le damos de comer, le echamos la comida en el plato, y no nos preocupamos de más, en vez de echarle toda en su cuenco podemos retirar una parte y esconderla por la casa o en juguetes para que desarrolle su instinto de rastreo y reduzca la necesidad de caza.

Los momentos más propicios para destrozar objetos de la casa, es cuando les dejamos solos en el hogar. Para evitarlo podemos dejarles juguetes en los cuales se introduce comida y que tienen que desarrollar ciertas destrezas para conseguir sacarlo del objeto.

Los perros son animales sociales y hay que dedicarles tiempo y también enseñarles que la ausencia es temporal y que siempre volvemos. Además esa sociabilidad también es respondida cuando le sacamos al parque y le dejamos relacionarse y jugar con otros perros. Otra actividad para controlar el instinto cazador es permitirle en el parque o en el campo que escarbe en busca de pequeños animales.

En nuestra relación con el perro también es necesario que exista una comunicación. Ésta se puede enseñar a través de la obediencia básica, son palabras o pequeñas frases  que sirven de instrucción al perro, y que las asocia a una determinada acción, por ejemplo sentarse, tumbarse, junto, vamos al parque…

Por último es necesario dejarle claro lo que está bien y lo que no, las acciones positivas las premiaremos de forma inmediata para que lo asocie y lo que no consideremos apropiado le corregiremos siempre con paciencia y cariño. Siendo constantes en las enseñanzas enseguida conseguiremos que la convivencia sea positiva.

Todo lo que hemos expuesto en este artículo, son aspectos a tener en cuenta en nuestra convivencia diaria con nuestra mascota perruna para evitar conflictos o malestares en el perro y en nosotros perfectamente evitables en el inicio de la convivencia y más complejos de modificar cuando lleva tiempo en casa.

 

La raza San Bernardo

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El San Bernardo es un perro conocido tanto por su gran tamaño físico como por el de su corazón. Este noble animal es famoso por sus numerosos rescates a montañeros extraviados, llevando en el cuello un barril de coñac con el que los salvados calentaban su entumecido cuerpo. Gracias a su denso pelaje el San Bernardo es capaz de soportar temperaturas muy bajas. Es descendiente de los mastines romanos o quizá del Mastín Tibetano, los cuales se cruzaron con los canes suizos, siendo posible que hacia el siglo XI la raza ya se hubiese consolidado. En aquella época este animal se usaba en las fincas de los valles. Su nombre proviene del hospicio San Bernardo de los Alpes suizos, en el cual, desde el siglo XVII se criaba con el objetivo de guiar a los monjes por la nieve y encontrar caminantes perdidos por las ventiscas. Se calcula que rescataron a más de 2.500 personas. En el siglo XIX mezclaron a estos perros con la raza Terranova para así proporcionarle una envergadura y fuerza superiores, dando lugar al San Bernardo de pelo largo. A pesar de todo, esta última raza tenía dificultades con el hielo, por lo que los monjes optaron por ir regalando las crías a la gente que habitaba en zonas menos elevadas como eran los valles.

Al ser una raza creada para la nieve posee unas patas proporcionales a su altura y su peso oscila entre los 55 y los 90 kilos. Se trata de uno de los perros de mayores proporciones y peso aunque con una vida limitada entre los 8 y los 10 años.

El San Bernardo es una mascota ideal para grandes casas con jardín situadas en zonas que no alcancen temperaturas altas. Es un perro al que le encantan los niños y es bueno tanto con ellos como con otras mascotas. Es muy afectuoso y calmado, aunque es adecuado adiestrarlo bien desde cachorro para que no se descontrole en la edad adulta. Un ejemplo divertido de ello es la película Beethoven, protagonizada por un alterado aunque noble San Bernardo. Hemos de tener en cuenta que se trata de un animal con tendencia a babear todo lo que se cruce en su camino y a roncar de noche, por lo que es recomendable tenerlo en el exterior en la medida de lo posible.

Otra dato a tener en cuenta es que este perro, a causa de su gran tamaño, necesita ingerir una cantidad de alimento considerable, esto es de 860 a 1.200 gramos diarios de pienso. Por todo ello debemos ser conscientes del gasto que tendremos que afrontar al adoptarlo. Además el San Bernardo requiere de paseos diarios para favorecer su salud y es recomendable cuidar su higiene (sobre todo en ojos y boca), así como cepillarlo diariamente. Una vez por semana debe hacérsele recorrer una distancia superior a la habitual (que sea el perro quien la concrete) y si puede ser dejarle que corra libre por alguna zona que lo permita.

Si sois capaces de darle una vida estupenda y queréis que os la de a vosotros, adoptar a este pequeño gran amigo es la solución.

Queridos Reyes Magos, quiero un perrito…

Con esta petición empiezan muchas de las cartas que estos días dirigen los niños a los Reyes Magos. Nada más inocente y tierno que conlleva muchos problemas si los padres no han pensado bien en la responsabilidad y trabajo que tiene hacerse cargo de un perro.

Ya sabemos que decirle “no” a nuestros niños es algo que les partirá el alma y que acarreará lloros y peticiones cada vez más intensas acompañadas de pucheros que nos partirán el alma a nosotros, pero decirle que sí por no pasar por todo lo anterior es un error.

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Los perros y las normas

El origen de los perros se remonta a 15000 años atrás cuando algunos lobos, se acercaban a los campamentos humanos en busca de restos de alimentos, algunos de esos lobos fueros domesticados y criados por los hombres, lo que tuvo como consecuencia las razas de perros que hoy conocemos. Aunque los cánidos de hoy han evolucionado siguen manteniendo comportamientos de sus ancestros, uno de ellos es las vivencias en manada y el mantenimiento de una estructura jerárquica.

Los perros actuales son capaces de crear una manada con humanos, roedores, pájaros en definitiva con cualquier otro animal humano o no, pero en todas las situaciones tiene que existir un liderazgo firme y tranquilo.
En las manadas de lobos, el macho alfa es quien dirige al resto de los miembros del grupo y es capaz de corregir un comportamiento simplemente con una mirada. Los humanos cuando decidimos tener un perro deberíamos ser capaces de hacer lo mismo, sino somos capaces de establecer nuestro liderazgo el perro lo hará, ocupará ese rol que nosotros no somos capaces de desempeñar.
Muy poco perros y lobos nacen con el gen del liderazgo, pero sino existe un miembro en la manada capaz de desempeñar el rol, el perro o lobo lo hará.
Para evitar está situación debemos establecer unas normas desde el primer momento que el perro llega a nuestras vidas para que la convivencia sea lo más adecuada posible.
Lo primero que deberemos de hacer, es lograr que nuestro perro ande a la misma altura que nosotros o por detrás de nosotros. En las manadas de lobo el líder es el que va delante y el resto le siguen.
No dejaremos que nuestro perro se nos suba constantemente, este movimiento de subirse encima, al principio puede parecer gracioso pero cuando tenemos un can de medio o gran tamaño deja de ser gracioso para ser molesto e incluso puede ser peligroso en personas mayores y niños. La acción de subirse sobre la persona, significa dominancia, que suele reforzarse porque de forma inconsciente damos un paso hacía atrás, por lo que le estamos comunicando a nuestro perro de forma no verbal que el es el jefe, para evitar darle ese poder, en vez de irnos hacia atrás daremos un paso hacía adelante revindicando nuestro liderazgo.
También deberemos decidir que puede y que no puede hacer dentro de la casa, aspectos como subirse al sofá, dormir en nuestra cama, darle comida… pueden ser acciones que al principio no molesten a nadie, pero que poco a poco vaya ganando terreno y haciéndose el dueño de la casa, por lo que hay que tener muy claro que puede y que no puede hacer y ser constante y claro desde el primer día.

La visión de los perros

Todos tenemos claro que entre los sentidos más desarrollados del perro se encuentra el olfato, a través del cual puede identificar y diferenciar multitud de olores. En sus fosas nasales tiene entre 200 y 300 millones de receptores olfativos. Cuando hablamos del sentido de la vista, la gente no conoce como es el mundo visual de los canes y vamos a profundizar un poco en el tema a continuación.

Durante muchos años se ha pensado que los perros veían en blanco y negro. Después de investigar y realizar multitud de estudios científicos, se sabe que esa afirmación no es cierta, pero también se sabe que no identifican todos los colores y se ha concluido que para estos animales no es necesario reconocer todos los colores ya que distinguen y diferencian todo cuanto hay a su alrededor.

Los ojos de los perros, como los de los humanos, tienen una parte denominada retina. Es un tejido que tiene sensibilidad a la luz y detrás de la retina nos encontramos los bastones y los conos. Unos se encargan de detectar el movimiento y los otros de identificar los colores. El número de conos que posee un perro es inferior al de los humanos, lo que tiene como resultado que los canes se adapten mejor a la oscuridad y que en la noche cuando, no hay luz les brillen los ojos. Los colores los ven de forma diferente a como los vemos las personas. Entre los colores que ven se encuentran la gama de los azules y de los violetas, también ven algunos tonos de amarillo aunque la mayoría de esa tonalidad no la perciben bien.

El sentido de la vista, entre los 5 sentidos, es el que menos desarrollado tienen, pero aun así, tienen ciertas ventajas sobre nosotros. Una de ellas es el campo visual, que oscila entre los 200 grados y los 290 grados, cuando el nuestro, como mucho, tiene una amplitud de 160 grados. Esta diferencia de visión periférica en los perros va a depender de la raza, no todas tienen la mismas características sobre todo cuando no fijamos en la cara, algunos la tienen pequeña y otros grande y a eso hay que añadir la posición que ocupan los ojos, algunos los tienen casi en los laterales y otros los tienen más juntos, y esto es lo que va a determinar la amplitud del campo visual. Esto tiene su parte positiva pero también tiene su parte negativa, su limitación consiste en que tienen muchas dificultades  para calcular la distancia y la profundidad, se puede decir que la mayoría de los perros padecen de miopía.

Los cachorros son como niños, le encanta divertirse

A los cachorros sobre todo, les encanta correr, saltar, jugar, revolcarse… exactamente igual que a un niño pequeño. En los últimos años, han proliferado como champiñones accesorios y juguetes para todo tipo de perros. Afortunadamente, existe una gran variedad para que nuestra mascota se lo pase en grande. 

Si los perros pudieran sonreír, probablemente, lo harían cuando les compramos un juguete nuevo, nos divertimos con ellos, nos implicamos en sus descubrimientos…Cuando un perro es feliz y está agusto se nota, se respira en el ambiente, te acaricia con la mirada o con el morrito, te lame la cara para agradecerte que es feliz y que está muy agradecido.

cachorros
Cachorros que miman a su dueña

Juguetes baratos y útiles

A veces, lo caro no es lo más práctico ni lo mejor. En ocasiones juguetes insignificantes pueden además mejorar algunos aspectos de la fisonomía del perro. Si nuestro can es todavía pequeño, te puedo recomendar un Kong Puppi. Está diseñado para cachorros y además le ayudará a que su mandíbula esté en perfecto estado.

Con este entretenimiento, además de que su musculatura bucal y la dentadura se refuerce, el perrito pasará horas y horas jugando con el sin descanso. Es un objeto que a muchos perros que nos les llamaba la atención ningún juguete les ha despertado interés. Puedes probar, si no le gusta, no te desesperes, hay miles de opciones.

Para los que les encantan los mimos

Hay perros realmente cariñosos, algunos incluso son realmente empalagosos. Si es el caso de tu cachorro, la solución pasa por comprarle un juguete al que le encante acariciar. Estos peluches no suelen tener costuras para no rozarles la cara pero las uniones suelen ser muy resistentes.

Aunque hay algunos que son algo duros de relleno, el tacto de la tela que lo cubre suele ser muy agradable precisamente para que les cojan cariño y se agarren a ellos como si fueran un koala. Es conveniente que de vez en cuando, se mire el estado en el que se encuentra el peluche, puede que accidentalmente se trague parte del relleno u otros objetos y le causen alguna lesión.

Perro deportista

Si quieres que además de pasárselo bien, tu perro esté en plena forma, puedes optar por unas vallas de salto. Igual que las personas, los animales también necesitan hacer deporte para estar en forma y sentirse ágiles. Además, puedes regular las alturas de salto según vaya progresando que puede ser muy motivador para el perro.